Grecia Y Roma - La Mujer

En las entregas anteriores se ha descrito el rol que la mujer ha cumplido en las diversas civilizaciones de la antigüedad y en distintos rubros, tales como el rubro social, familiar, educativo, matrimonial y económico. Por consiguiente hemos descubierto que en ciertas civilizaciones como la Egipcia y la Minoica, las mujeres contaban con una mayor libertad respecto del manejo de sus vidas en distintos aspectos e incluso podían acceder a grandes cargos dentro de la sociedad, sin embargo, en otras civilizaciones, especialmente la Griega, se limitaba a las mujeres a ciertos espacios en los que podían desarrollarse, esto como se vio con anterioridad es debido al pensamiento regente en esta civilización, para la cual la libertad femenina, era prácticamente fenómeno de desgracia según señalan sus propios mitos. Además, las mujeres griegas eran consideradas eternas menores, por lo que se les creía incapaces de tomar decisiones respecto a temas económicos y lo referente a los cargos sociales les estaba totalmente prohibido. Otro de los temas tratados fue acerca de la importancia de las mujeres durante las conquistas de Alejandro Magno, donde se muestra una faceta más calculadora de éstas a través de la imagen de Olimpia, y se les da una importancia unificadora a las mujeres por medio del matrimonio. El matrimonio tiene gran importancia a través de las diferentes civilizaciones, principalmente por su carácter unificador, es por esto, que la actual entrega se enfocará en este tema, haciendo un paralelo entre el concepto y aplicación del matrimonio en Roma y Grecia, ya que como es sabido hubo una clara herencia cultural de esta última civilización en Roma.

Las condiciones en las cuales las mujeres viven en Roma son ciertamente diferentes a las que tenían en Grecia u otras civilizaciones del mundo antiguo, es a lo largo de esta civilización en donde las mujeres poseen mayor libertad e incluso sus derechos respecto a ciertas cosas llegan a ser exigidos por estas.

Poseen mayor acceso a la educación, a pesar de que se les permitía estudiar solo en casa para evitar que aprendan materias como la retórica, que según los romanos, solo compete a los hombres.

El ideal de mujer en Roma, ciertamente, no es muy diferente de aquel que tenían los griegos, se les educa en torno a actividades de aprendizaje relacionadas con el telar y se les educa moralmente, en esta educación moral que se les da se busca reforzar valores como la modestia, la reserva, la piedad, la castidad; En resumen la pudicitia o pudor. Puede inferirse que estas características son necesarias porque aquellas mujeres que las tenían eran las más apreciadas por los hombres y por ende, podían optar a mejores posibilidades de matrimonio, por ejemplo.

Tanto griegas como romanas recibían educación en casa, la educación de las primeras era mucho más limitada a lo que se consideraba debían aprender según el ideal femenino de la época, a diferencia de las griegas, algunas romanas de la nobleza tenían la posibilidad de ir a instruirse en el foro, e incluso podían aprender sobre gramática, esto, hasta que tuviesen que contraer matrimonio. Sin embargo, luego de efectuado el matrimonio, el educatrix permanecía con ella e incluso llegaba a ser el confidente de la mujer romana a la cual educaba.

El matrimonio para los griegos y romanos, desde el punto de vista que se vea, puede ser muy similar o diferente. En ambos casos, por ejemplo, el matrimonio tiene un carácter de contrato, a diferencia de la idea de matrimonio romántico existente en la época actual. Tanto para griegos como romanos el matrimonio es una posibilidad de ascenso económico o social, o al menos la mantención del estatus familiar que hasta entonces existía, ya que para ambas civilizaciones el núcleo familiar es esencial. La principal función del matrimonio, por ende, es el dejo de futura descendencia.

La existencia de una dote por la novia es algo que se mantiene desde Grecia, como una forma de hacer atractiva a la novia, aun así además de esto encontramos entre los romanos el llamado manus, que es el poder que un padre posee sobre su hija hasta que ella contraiga matrimonio, después de efectuado el matrimonio, el novio podrá tener el manus sobre su esposa en el caso de que sea paterfamilia.

“En primer lugar, las esposas se sometían a un poder llamado manus, y correspondía al marido sólo si este era pater familias, es decir, si no tenía ascendientes varones vivos. Si el marido todavía era filius familia la esposa era sometida a la manus del suegro.”

Se puede establecer otra similitud en lo que respecta a la edad en la que tanto griegas como romanas podían ser otorgadas en matrimonio, en ambos casos eran entregadas siendo aún menores de edad, en el caso de Grecia no podían ser entregadas hasta la edad de catorce, en el caso de Roma, la edad en las que eran entregadas era un poco menos, los doce años. Una posible explicación respecto a la prematura edad de las novias puede ser el atractivo desde el punto de vista fértil para estas civilizaciones, en el caso de Roma las futuras novias podían incluso ser prometidas desde los siete años en adelante, para esto último existía una ceremonia conocida como sponsalia.

“Los sponsalia son una promesa recíproca de que en un futuro próximo contraerán matrimonio los esposos.

(…)Para contraer esponsales no está determinada la edad de los contrayentes, como en el matri¬monio; por lo que se pueden contraer desde los primeros años, con tal que ambas personas comprendan lo que hacen, es decir, que no sean menores de siete años.”

Respecto a la celebración de los matrimonios en el caso de Grecia la ceremonia cuenta con una duración de tres días, el primer día consiste en una serie de ritos que prepararán a la novia para el día en que efectivamente contraerá nupcias; El segundo día es el del matrimonio en sí; El tercer y último día se basa en la visita de la familia de la novia a la casa de su esposo, llevan regalos y en caso de no haberlo hecho con anterioridad entregan la dote, en este momento es también cuando las familias celebran la unión de la pareja.

Para los romanos la celebración matrimonial va a diferir según la clase social de los novios. En el caso de los patricios la ceremonia es llamada confarreatio, este supone la transferencia del poder que somete a la mujer a la

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