Guerra Civil En Chile De 1891
Enviado por Carla483 • 30 de Mayo de 2013 • 3.310 Palabras (14 Páginas) • 1.572 Visitas
En el siguiente ensayo trataré el tema de la guerra civil en Chile de 1891, para esto trabajaré con la tesis institucional de Alberto Edwards y Julio Heise, que señalan que la guerra civil de 1891 fue un enfrentamiento entre el poder ejecutivo apoyado por el ejército, versus el legislativo, apoyado por la armada. Balmaceda fue electo presidente el dieciocho de septiembre de 1886, producto de la guerra del pacífico el fisco contaba con abundantes recursos, con éstos se llevaron a cabo una serie de obras modernizadoras como en educación, obras públicas, y además se incorpora la Isla de pascua. Gran parte del conflicto se desarrolló en torno a la naturaleza del sistema político y constitucional de Chile. La oposición, claramente mayoritaria, sostenía el parlamentarismo, como de hecho lo habían defendido también Balmaceda y sus partidarios por mucho tiempo, incluso desde el gobierno. Su fundamento descansaba en la opinión pública y las prácticas políticas que por varias décadas habían consagrado un parlamentarismo, aceptado por la oligarquía y por los sectores dirigentes. En 1890, Balmaceda, Bañados y su nuevo Ministerio habían cambiado su posición original: ahora defendían la necesidad de reconocer de manera indudable al sistema chileno como representativo, nombre con el cual se referían al sistema presidencial. "Balmaceda siempre fue partidario de realizar reformas constitucionales para robustecer el papel del ejecutivo frente a la arremetida legal y constitucional que beneciaba la posición del parlamento. El parlamento por un espíritu de fronda habría hecho causa común en contra de un presidente que día a día, se hacía más autoritario y prepotente". (La fronda aristocrática, Alberto Edwards). De acuerdo con la constitución de 1833, una de las misiones del congreso era aprobar las leyes periódicas, entre ellas la ley de presupuesto anual. El congreso utilizó esta ley como presión para disminuir las atribuciones del Ejecutivo. En 1890 el congreso no aprobó la ley de presupuesto de1891. Heise coincide con Edwards en que Balmaceda endureció su posición y en vez de negociar con el parlamento comenzó a actuar de forma inconsulta. A partir de ese momento comienza la sorda disputa que Heise califica como revolución. La revolución la realizó el presidente al querer imponer un estilo de hacer política que se contraponía a lo que se estaba constituyendo una tradición en el régimen de esos años. El cinco de enero de 1891, Balmaceda declara válido el presupuesto del año 1890 para ser aplicado en 1891, el once enero el presidente clausuró el congreso. El doce de abril de 1891, se reunieron en Iquique, las autoridades que hasta ese momento ejercían las facultades estrictamente necesarias para sostener la lucha armada en contra del Presidente José Manuel Balmaceda. Se acordó formar una Junta de Gobierno, compuesta por el Capitán de Navío Jorge Montt Álvarez, que la presidiría, Waldo Silva, Vicepresidente del Senado y Ramón Barros Luco, Presidente de la Cámara de Diputados como vocales, la que actuaría como Poder Ejecutivo, en reemplazo del Presidente de la República. Estalla la guerra civil de 1891 con Balmaceda apoyado por el ejército versus el congreso con la armada. En realidad, hay antecedentes que indican que ambos lados, el Gobierno y la oposición parlamentaria, estaban convencidos de contar con la lealtad y decisión de las dos ramas de las Fuerzas Armadas, la Marina y el Ejército. La oposición pensaba que una vez sublevada la Armada se levantaría también el Ejército contra un gobierno inconstitucional. Balmaceda estaba convencido que ambas instituciones permanecerían leales a él, cumpliendo sus deberes constitucionales, como expresó en su Manifiesto a la Nación, el 1 de enero de 1891: "Se ha incitado al Ejército y a la Armada a la desobediencia y a la revuelta. ¡Empeño vano! El Ejército y la Armada tienen glorias imperecederas conquistadas en la guerra y en la paz. Saben que soy su Jefe constitucional, que por el artículo 148 de la Constitución son fuerzas esencialmente obedientes, que no pueden deliberar, y que han sido y continuarán siendo, para honra de Chile y reposo de nuestra sociedad, la piedra fundamental sobre la cual descansa la paz pública". Se equivocó Balmaceda, sin embargo: ya era demasiado tarde.
En efecto, si bien era cierto que el Presidente de la República exigía la obediencia constitucional a las Fuerzas Armadas, no es menos cierto que él mismo se estaba poniendo fuera de la Constitución, al decretar por sí mismo la vigencia de las leyes periódicas: la que determinaba el presupuesto del país para 1891 y la que fijaba las fuerzas de mar y tierra. El Congreso exigía la acción de las mismas instituciones armadas contra Balmaceda, sin reparar que también los parlamentarios estaban actuando
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