Guerra Civil Española ¿Cómo es posible que existan o hayan existido personas que piensen que la guerra es la solución?

Guerra es una palabra que aunque no llega al grado de ser agresiva, el sentido que ésta conlleva tiene una gran diversidad de significados que dependen de la relatividad del contexto en que se utilice, pero siendo sincera, independientemente del contexto en el que se utilice, esa palabra siempre va a tener relación con el dolor, el sufrimiento, la maldad, y concluyendo en destrucción y muerte.

Se suele presentar a la Guerra civil Española como el resultado de un choque entre la izquierda y la derecha, pero sabemos que eso es una simplificación engañosa. El conflicto tenía otros dos ejes: centralismo estatal contra independencia regional, y autoritarismo contra libertad del individuo.

¿Cómo es posible que existan o hayan existido personas que piensen que la guerra es la solución? Actualmente la palabra ya no causa tanto alboroto porque a la sociedad actualizada le resulta difícil imaginar una guerra que solo ha sido capaz de ver en películas, pero tan solo hace algunos años, la guerra fue la mejor opción de nuestros antepasados para romper con las barreras de un mal trato, del fascismo y de una lucha por la libertad, como es el caso de la Guerra Civil Española, que vista desde un plano más amplio, comenzó con una diferencia de ideologías.

Dicha diferencia inició en 1919, aquella fecha no significaba nada. Pero en Italia ese año sí tuvo su importancia, fue en ese año donde surge el fascismo encabezado por Benito Mussolini. Un par de años después, este nuevo régimen político es el que domina Italia y esto provoca que otras naciones, como Alemania y Rusia adopten esta nueva visión, donde la diversidad de pensamientos, la tolerancia y la democracia, sean atropellados por la violencia, el racismo y un único pensamiento que dirige a los demás sin que nadie pueda criticarlo.

Nadie pensó que esta visión iba a propagarse de tal manera, que producto de esto sería consagrar una guerra civil donde hermanos y amigos lucharían por su ideal proclamando que su pensamiento era el correcto, el legítimo, aborreciendo cualquier otro que se oponga. Este fue el caso de España.

La guerra tuvo múltiples facetas, pues incluyó lucha de clases, guerra de religión, enfrentamiento de nacionalismos opuestos, lucha entre dictadura militar y democracia republicana, entre revolución y contrarrevolución entre fascismo y comunismo.

La ideología del conflicto llevó a que la sociedad se dividiera en bando republicano y bando sublevado. El bando republicano estuvo constituido en torno al gobierno de España elegido democráticamente, formado por el Frente Popular, que a su vez se componía de una coalición de partidos republicanos (Izquierda Republicana y Unión Republicana) con el Partido Socialista Obrero Español.

Por otro lado, el bando sublevado, que se llamó a sí mismo bando nacional, estuvo organizado en torno a parte del alto mando militar, con Francisco Franco como Generalísimo y Jefe del Gobierno del Estado. Políticamente, estuvo integrado por la fascista Falange Española, los carlistas, los monárquicos Alfonsinos de Renovación y otros grupos conservadores.

Los antecedentes se remontan a la caída de la dictadura del general Miguel Primo de Rivera que reconoce su fracaso en septiembre de 1923 y la falta de credibilidad en la monarquía, instaurándose así años después una Constitución democrática que entrará en vigor cuando la izquierda se lleve las elecciones con Manuel Azaña como el encargado de formar el nuevo gobierno en Madrid. Pero al parecer dicha constitución no cumplió con las expectativas de todos sus ciudadanos, ya que desde aquel año hasta 1936 solo demostró las contradicciones de la sociedad española, destruyendo los sueños dorados de toda la población al cruzarse la débil idea de un movimiento que rompiera las estructuras existentes: una minoría de gente perteneciente a la clase alta, y una gran mayoría pertenecía a la clase baja, el fracaso de los partidos políticos (de izquierdas y derechas) en la tarea de mejorar las condiciones de vida de obreros y campesinos, las luchas como una constante guerra entre grupos de distintas clases políticas y sociales, la oposición de los republicanos al estar en contra del clero católico debido a que según estos últimos tenían una cierta relación con los caciques y terratenientes y por último, el que los campesinos y obreros quisieran revelarse para solucionar su situación socio-económica ante la falta de soluciones de la clase política.

A partir de esos momentos, el país vive oleadas de violencia callejera que tienen su punto delicado en el asesinato del diputado monárquico José Calvo Sotelo el 13 de julio de 1936 en Madrid por oficiales republicanos. Este asesinato acelera la planeación de una conspiración, en la que lleva a Franco a aliarse con los generales Sanjurjo y Mola que ya planeaban una conspiración nacionalista desde hace unos años. Por tanto, los tres generales se aliarán para quitar a los Republicanos del poder, haciendo así estallar la guerra civil española un 17 de Julio en Melilla.

Una vez comenzada la guerra, la sublevación triunfó sobre todo en las áreas rurales donde la población era ideológicamente más feudal, con una alta influencia de la Iglesia Católica y donde la propiedad estaba en manos de terratenientes, era de esperarse, pues en las zonas rurales casi no había pueblo que reclamara sus derechos y libertades. Por otro lado, como si fuera obvio, en las ciudades más industriales con una alta presencia proletaria se mantuvieron fieles a la República.

En muchas ciudades se produjo la sublevación pero no con los suficientes apoyos lo que acabó con sitios en los cuarteles de las ciudades en el que los sublevados resistían

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