Guerra Fria
Enviado por dayana • 19 de Diciembre de 2013 • 1.747 Palabras (7 Páginas) • 275 Visitas
I. La finalización de la Segunda Guerra Mundial dio nacimiento a un orden internacional caracterizado por el enfrentamiento de las dos superpotencias vencedoras en la conflagración. Este sistema bipolar, que comenzó a desdibujarse en 1969 a partir de la ruptura de la China comunista con la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas, encontró su fin definitivo el 25 de diciembre de 1991 con el derrumbe y desintegración soviéticas.
Este hecho incitó la mente de los políticos y la de los intelectuales. Los primeros acuñaron el muy vago concepto de nuevo orden mundial, mientras que los últimos adoptaron distintas perspectivas sobre el futuro del sistema internacional. Al respecto, Bizzozero reconoce tres perspectivas fundamentales: la optimista, con Francis Fukuyama como principal exponente; la perspectiva pesimista, con Samuel Huntington como última expresión; y la revisionista, iniciada con el cambio de política del presidente William Clinton1.
Más allá de cualquier perspectiva, la situación ha variado radicalmente2. El paso de un sistema bipolar a otro unipolar –en términos de capacidad militar– y multipolar –en términos económico-tecnológicos– es un hecho innegable que acarrea importantes cambios para la política exterior de la potencia supérstite,3 no estando la región latinoamericana exenta de esta nueva situación. Sobre el hecho afirma Atkins: "Mientras el sistema internacional entró a una nueva era post-Guerra Fría a finales de 1980, los Estados Unidos han enfrentado el problema fundamental de redefinir sus propósito en América Latina y de reorientar sus políticas hacia ella"4 y confirma Pastor cuando se pregunta: "Hoy la Guerra Fría ha terminado, el comunismo mundial ha colapsado y la Unión Soviética se ha fracturado ¿Qué implicancias tienen estos cambios en la política exterior de los Estados Unidos hacia latinoamérica y para las relaciones interamericanas?"5.
En relación directa a América Latina, el derrumbe de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas produjo, a consideración de Pastor, cuatro grandes cambios: el comunismo como ideología parece haber sucumbido, lo cual produce una influencia desdeñable en la región latinoamericana cuyos movimientos de izquierda estaban poco infiltrados de elementos soviético-comunistas; el alcance global de la Unión Soviética ha desaparecido, lo cual afecta principalmente a la isla de Cuba; la tercera consecuencia es una mayor acción cooperativa de Rusia con los Estados Unidos, lo cual posibilitó la solución de conflictos, promovió elecciones y facilitó las negociaciones entre las guerrillas y los gobiernos de distintos países; y, por último, modificó la agenda internacional ubicando elementos económico-globales en los lugares más importantes.6
Ejemplos de tal situación cambiante resultan las relaciones entre Estados Unidos y dos de los países que "están localizados en el patio trasero de América"7:
La isla de Granada resulta ser un caso paradigmático. A principios de la década del ´80 era un país de interés estratégico para los Estados Unidos. Dos hechos convergieron para que esto fuera así: el gobierno de izquierda de Maurice Bishop fue derrocado por un movimiento aún más izquierdista en el momento preciso que un grupo de técnicos cubanos asistían al país en la construcción de un aeropuerto internacional. En 1994, Washington descubrió que Granada no representaba ningún interés y decidió que sus relaciones diplomáticas serían conducidas desde una embajada consolidada en otro país caribeño.8
En el mismo sentido –mutatis mutandi– puede citarse la experiencia panameña. Manuel Noriega desde que se desempeñaba como oficial de inteligencia y luego como comandante de las Fuerzas de Defensa Panameñas fue sospechado de ser parte de operaciones de contrabando ilegal de armas y drogas. A pesar de esta situación, los Estados Unidos hubieron de apoyar su gobierno por considerarlo clave para la contención del comunismo en la región, principalmente a través del apoyo a los contras nicaragüenses, hasta que en 1989, por primera vez desde el final de la Segunda Guerra Mundial, decidieron invadir a aquel país por causas ajenas a la Guerra Fría.9
Si Granada y Panamá son ejemplificativos de la variación en la política exterior norteamericana ¿Cómo se explica Haití? Un país cuyo destino no afectaría el futuro de otros países de América Latina, un país en el que los Estados Unidos no tenían (de acuerdo a Mandelbaum) interés alguno, pero por el que una apelación a valores de política internacional logró el apoyo de la opinión pública, porque "era cercano, pobre, débil, había sido ocupado en algún momento por los Estados Unidos y estaba habitado por descendientes de esclavos africanos"10.
El fin de la confrontación con los soviéticos implica que la posición relativa de América Latina en la política exterior de los Estados Unidos no se referirá ya a cuestiones ideológicas o siquiera estratégicas11, sino que responderá a nuevos intereses aún no completamente delineados.
II. A comienzos de la actual década, el Chicago Council on Foreign Relations expresó que la opinión pública y los líderes de opinión norteamericanos sentían un alto grado de vulnerabilidad económica a la vez que defendían un activo rol de su país en las cuestiones internacionales. John Rielly formula una respuesta globalizadora de las dos opiniones:
"La preocupación por la interdependencia global ha aumentado en la medida que más norteamericanos creen que la política exterior produce un impacto importante en el funcionamiento global de la economía interna, incluyendo los precios de los alimentos y de los combustibles"12.
En 1992, luego de la exitosísima campaña contra Irak las encuestas mostraban que
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