Guerra Fría

Después de la Segunda Guerra Mundial, el prestigio político y diplomático de los Estados Unidos y de la URSS se difundió por todo el mundo como dos sistemas de valores antagónicos que condujeron a dos modelos radicalmente opuestos y enemigos. El modelo Americano era una democracia liberal fundada sobre el pluripartidismo político y el capitalismo económico. El modelo soviético era un régimen totalitarista y comunista fundado sobre la existencia de un único partido y una economía planificada. Durante 40 años, estas dos potencias tuvieron fuertes enfrentamientos a nivel político, ideológico, económico, social, tecnológico y militar, entre otros, pero ninguno de los dos bloques tomó nunca acciones bélicas directas contra el otro. Esta es la razón por la cual se le denominó a este conflicto como “Guerra Fría”.

Al finalizar la Segunda Guerra Mundial, se llevaron a cabo las conferencias de Yalta y de Potsdam, donde se hizo una nueva repartición del mundo entre las dos potencias resultantes, pero las diferencias ideológicas marcaron el inicio de un conflicto entre ellas. La URSS estaba increíblemente fortalecida y, además, había alcanzado importantes expansiones en territorio europeo y por fuera de él. Es por esta razón que, al inicio de la Guerra Fría, los Estados Unidos adoptaron una política de contención. Esta, en vez de destruir el comunismo, planteaba derrotar a la Unión Soviética impidiendo la expansión del territorio bajo control de regímenes comunistas. Como parte de esta política de contención, los Estados Unidos, en la década de 1940, lanzaron el Plan Marshall. Este era una propuesta económica para los países que habían quedado devastados después de la guerra, ya que su debilidad económica y política los podía llevar a adoptar el modelo comunista como una opción para su reconstrucción.

Para explicar la Guerra Fría, es importante estudiar sus antecedentes más importantes. En 1945, en la conferencia de Potsdam, Alemania es dividida en cuatro zonas de ocupación: una zona soviética, una zona americana, una zona británica y una zona francesa. Al interior de la zona soviética, Berlín es igualmente dividido en cuatro zonas de ocupación. Las divergencias entre los soviéticos y los occidentales volvieron imposible la firma de un acuerdo de unidad política y económica de Alemania. Por esto, en junio de 1948, se unifican las tres zonas de ocupación occidentales y, en 1949, fundan la RFA (República Federal Alemana). Esta se une a la OTAN en 1955. El lado comunista de Berlín es fundado como la RDA (República Democrática Alemana). Este corte de Alemania entre capitalistas y comunistas va a ser el símbolo de la Guerra Fría en Europa. Luego, en la noche del 12 al 13 de agosto de 1961, se construye el muro de Berlín, que corta la ciudad en dos. Este muro va a convertirse en el símbolo de la Guerra Fría.

Por otra parte, varios sucesos van a hacer del continente asiático un escenario privilegiado de confrontaciones entre el Este y el Oeste. En 1949, la victoria de Mao Tsé Toung sobre los nacionalistas, que estaban apoyados por los Estados Unidos, marca el inicio de una implantación durable del comunismo en el sudeste del continente asiático. Luego, entre 1950 y 1953, la guerra de Corea materializa todos los intereses de la Guerra Fría. Al igual que Alemania, Corea estaba dividida en dos zonas de ocupación. Impulsada por Stalin y Mao, Corea del Norte invade Corea del Sur. En respuesta a esto, la ONU decide enviar los Cascos Azules y éstos conquistan Corea del Norte. Durante tres años, cada uno de los bandos apenas superaba al otro hasta que, en 1953, se firma un armisticio que devuelve todo a la situación de 1950. Pero, durante el lapso 1950-1953, se reactiva el espectro de la amenaza atómica. Al igual que Alemania, Corea queda dividida en dos. Este conflicto se convierte en el símbolo de la Guerra Fría en Asia.

También es importante resaltar que, en julio de 1960, se anuncia que Cuba hace parte del bloque socialista. Para evitar una difusión del comunismo en América Latina, los Estados Unidos sancionan el régimen cubano poniendo un embargo sobre las importaciones provenientes de la isla. A causa de esto, Fidel Castro se aproxima a la Unión Soviética, quien le suministra unas rampas de misiles. Cuando el presidente de los Estados Unidos, Kennedy, descubre la existencia de estas rampas, y que, además, hay unos barcos soviéticos camino a Cuba que llevan misiles, da la orden a la US Navy de interceptarlos. La Unión Soviética retrocede frente a la presión americana. Las rampas de los misiles son desarmadas y los barcos con los misiles se devuelven a la URSS. Frente a esto, los Estados Unidos deciden quitar los misiles “Júpiter”

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