Guerra Restauradora

La Anexión a España ocurrió en un momento histórico en el que existía una juntura internacional muy exclusiva. Europa estaba sacudida por una crisis del capitalismo e intentaba reconstruir su imperio colonial, también querían reincorporar a Santo Domingo para garantizar la posesión de sus últimas colonias en América: La relación que ya existía entre el Caribe favorecía a España, ya que Francia, Inglaterra y Estados Unidos confrontaba problemas que mantenían a sus gobiernos ocupados en solucionarlos. Fue por esto que, aprovechando las reiteradas de las otras propuestas anexionistas del presidente Pedro Santana, se pudo realizar la Anexión a España.

En el 18 de marzo de 1861 se proclamó la anexión. En el país había unos 12,000 soldados y oficiales españoles, en ese momento la producción del país era muy limitada porque el tabaco, café, cacao y la caña de azúcar pararon de producirse y la situación económica se puso grave. La emisión ilegal de papeletas por Buenaventura Báez, no eran redimidas y se devaluaban día a día, esto provoco el descontento de la población y una clausura económica. Mientras tanto Pedro Santana, se convertía en el teniente general de los ejércitos reales. La Anexión provocó protestas armadas una de ellas fue la expedición del patricio Francisco del Rosario Sánchez y el general José María Cabral que terminaron cuando fusilaron a Sánchez. Estas protestas fracasaron porque no contaron con apoyo popular como paso dos años después.

El gobierno de la Anexión no cumplió con las promesas que había hecho España de desarrollar económicamente el país, al contrario estableció medidas en la sociedad dominicana, que provocaron un descontento muy grande en los dominicanos. Cuando los oficiales dominicanos comenzaron a sufrir los efectos de la política económica y fiscal del gobierno colonial, dieron inicio a los intentos restauradores de 1863 que terminaron el 16 de agosto de ese año. El 16 de agosto, un grupo de 14 hombres, llamados los restauradores levantaron en Capotillo la bandera nacional y comenzó la Guerra Restauradora.

Los restauradores marcharon hacia Santiago, tomaron la ciudad, la desalojaron y la incendiaron. No solamente incendiaron a Santiago, sino también a parte de Puerto Plata, a Monte Cristi, a Barahona, a San Cristóbal, a parte de Baní, a Azua y a Neyba. En esta lucha restauradora, se utilizaron dos tipos de estrategias:

1. La táctica de la tierra arrasada y de la tea: Consistía en que cuando los restauradores se retiraban de un lugar, no dejaban nada que pudiera servir a los españoles. Destruían los cultivos; mataban los animales domésticos que no se podían llevar; quemaban los anchos, almacenes y viviendas.

2. La guerra irregular de montaña o guerrillera. Esta turbó a los estrategas militares españoles, ya que a los restauradores conocer el terreno era más fácil esconderse y quemar árboles.

El ejército

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