Guerra civil del 48

Guerra Civil de 1948

(12 de marzo - 24 de abril)

     La guerra civil de 1948, considerada como uno de los desacuerdos o batallas más controversiales en la historia de Costa Rica. Para entender sus causas hay que primero comprender ciertos puntos que se venían presentando desde años atrás.

    La década de los años 40 fue en su parte muy conflictiva; en 1940 es electo como presidente el Dr. Rafael Ángel Calderón Guardia quien influenciado por la doctrina social cristiana hizo las reformas del 40; dichas reformas incluían la creación de la Caja Costarricense del Seguro Social, el Código de Trabajo, las Garantías Sociales y la inauguración de la UCR (Universidad de Costa Rica), todo esto intentando beneficiar a las clases más bajas o desacomodadas. Pese a todos estos beneficios que estaba decretando, fue duramente atacado; claro ejemplo fue José María Figueres Ferrer quien dio un discurso radiofónico el 8 de julio de 1942 en donde acusa a Calderón y a su gobierno de corrupción siendo así exiliado del país y no apareciendo en esta historia sino hasta 1944 cuando gobierna Teodoro Picado Michalski uniéndose a las “fuerzas opositoras del gobierno”.

    El descontento de la clase conservadora, similar al de Ferrer durante el periodo Calderonista hizo que surgiera el Partido Demócrata (Liderado por Don León Cortés Castro) que fue poco a poco apoyado por demás sectores en descontento, fortaleciendo así la oposición y esta configurándose como bloque alternativo de poder.

    El partido comunista entra con el fraudo de 1942, fraude que provocó un intento para derrocar al partido gobernante (Calderón), para esto fue solicitado el apoyo de Manuel Mora Valverde, el líder comunista más fuerte de la época. Sin embargo, Mora se une al gobierno con propósito defender las Garantías Sociales, y de apoyar su política internacional de enfrentamiento al fascismo. De aquí en adelante se acuña el popular nombre caldero-comunistas, para quienes seguían a ambos líderes, aunque claro, el partido comunista pasaría a ser el de Vanguardia popular después de la intromisión por parte de la Iglesia Católica con el cambio en el cual ahora lucharía por una ideología, sino por un programa social.

    En 1944 Calderón Guardia es sustituido por Teodoro Picado Michalski como presidente de la República. La oposición calificó esas elecciones como fraudulentas y provocó un revuelo de noticias -siendo una de estas la puerta por la que entraba Otilio Ulate-. Durante el gobierno de Picado se logra la aprobación para el regreso de José María Figueres Ferrer al país; la reestructuración de la Oficina de Control, para sanear la administración de los fondos públicos, y la reforma al sistema electoral, con el fin de sacar las elecciones del control directo del Poder Ejecutivo, y erradicar las irregularidades que desde décadas atrás se practicaban también fueron parte de sus cambios como representante del país. A pesar de su intento de mejorar el país, surgieron críticas a su presidencia también.

    Un año antes de la guerra, en otras palabras 1947, se da la llamada “Huelga de brazos caídos”, consecuencia de que el 19 y 20 de julio de 1947, en Cartago, se suscitan incidentes entre jóvenes oposicionistas y policías, lo cual crea un repudio por parte de estos. Esto genera una gran manifestación el 21 de julio de 1947 y consistió en un paro de labores y actividades económicas; cierres de comercios e incluso de centros educativos, principalmente en la Universidad de Costa Rica que se sumó a la huelga, también se produjeron disturbios y saqueos en la capital y en Cartago. Fue fundamentalmente un paro patronal, pero contó con apoyo popular.

El 8 de febrero de 1948 se realizaron las elecciones. Se enfrentan por la Presidencia de la República Rafael Ángel Calderón Guardia, por el partido Republicano, con el apoyo de los comunistas, y Otilio Ulate Blanco, representante de la Oposición Nacional. El recuento de votos da como ganador a Ulate en la elección presidencial (no en la de diputados). No obstante, el Tribunal Electoral declara provisionalmente electo a Ulate, pero el 1º de marzo, ante una solicitud del Dr. Calderón, el Congreso, el cual presentaba mayoría calderonista, anuló el resultado de la votación, acusándola de fraudulenta debido a razones como:

1. Irregularidades con las cédulas de identidad.
2. Padrón electoral incompleto: se decía que no se había tenido una asistencia completa de votantes, en donde la mayoría pretendían ser calderonistas.
3. Incendio de las papeletas electoral: exponía que en un incendio que se dio en el Colegio Superior de Señoritas, había quemado papeletas con votos que debían ser contados, por lo que no se contaba un porcentaje perteneciente a cada uno de los partidos.

    En esos días, cientos de calderonistas protestaban por las calles de San José con la frase “Queremos votar” como pilar “Queremos votar” y atribuían la derrota al Lic. Benjamín Odio quien llevaba el cargo de director del Registro Electoral. A pesar de que los fraudes electorales en el país, Calderón (que, a pesar de sus actos de corrupción, es sin dudarlo, uno de los mejores presidentes del país) queriendo continuar lo que ya había iniciado en su gobierno anterior con las reformas y su gobierno con apoyo a las clases bajas, utiliza estos actos para intentar quedar el como presidente; claro que este no sabía que estaba desatando la guerra civil.

...