HISTORIA DE LA CULTURA MAYA ITZA

HISTORIA DE LA CULTURA MAYA ITZA DE PETEN

¿Quién era Ah Can Ek, de Tayasal?

Un documento de 1695 desde la llegada de Ah Can Ek, el rey de Tayasal, el pueblo de Chacán, situado en la margen de Lago Petén Itzá para dar la bienvenida tres franciscanos procedentes de Yucatán, uno de los cuales escribió una relación, conocida parcialmente, llamada Manuscrito Canek. El pasaje transmite una impresión vivida, tanto de la apariencia personal del rey como del entorno ritual que acompaño su visita.

Y alzando la vista vimos que se venia por el lado a donde se levanta el sol una muy grande malleta de canoas, todas ellas adornadas de muchas flores y tocando mucha música de palos y de tambores y churumbelas de madera, y sentado en una mas grande que todas el rey el rey de los Itzaes, es que el señor Can Ek, que quiere decir la estrella veinte serpiente. Y todos los que están en el pueblo de Chacan fuéronse a la ribera de la laguna. Tenia el Rey Can Ek muy bien adornado de su cabeza ornada (con una) grande corona de oro puro con copete de oro y traía las orejas tapadas con discos de oro y los discos tienen aros de oro puro. Y en los arniñones de las manos tenía también aros de oro. Y se viste con una túnica de color blanco puro, que está toda adornada con bordados de color azul, y en la capa que lo cubre, que es blanca muy limpia, tiene flecos de color azul, y la orilla de la capa está toda bordada de color azul, y ciñe la cintura con una ancha faja a guisa de atadura, que esta es negra, y quiere decir que Can Ek se es también sacerdote de los Itzaes, y las sandalias son unas muy finas, hechas de hilo azul con muchas sonajas de oro, y la capa tiene un grande signo de su nombre que es de la escritura maya, y que quiere decir la estrella veinte serpiente. Y es así. Cuando Can Ek llegó a la orilla de la laguna, pusieron una estera larga para que pasara por encima de ella. Y así que vino andando por la estera, paróse en la meta de ella. Y todos los soldados mayas que salieron de las canoas vinieron a ponerse a su vera. Pero que en nada dejaba de tocar la música de las charumbas de madera y los palos, y las tamboras no cesaban de tocar hasta que Can Ek alzó la mano con el cañuto de piedra que tiene en la diestra, pero que tiene muchos adornos de plumas. Y se llegaron a él los sacerdotes de los chacanes, todos ellos vestidos del color negro. Y todos se hicieron una muy grande reverencia.

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