Hato mayor
Enviado por omar1234098 • 18 de Octubre de 2018 • Documentos de Investigación • 3.484 Palabras (14 Páginas) • 177 Visitas
Antaño Hatero, Hatomayorense Hoy
Por Ramón Fulgencio Valdez
INTRODUCCION
D
ecir haciendo” es una frase de aliento, de fe, de esperanza en toda una comarca salpicada por los años de desesperanza, del batallar de sus hombres y mujeres, de generación en generación, queriendo alcanzar desde el ser nada en medio del florecer de las desigualdades sociales, un peldaño de progreso como un eslabón constructor de la “cadena” que, enlazando la expresión “Hato Mayor Provincia”, formule el combate de frente al atraso económico, social, cultural…
La fe de bautismo de “Hato Mayor” nunca estuvo rubricada por el “nacer” del mañana. Sólo el presente del ayer, digno de crédito, ha logrado reservar en su marco original el testimonio referencial de la fecha que el ejercicio de las facultades intelectuales del “apuntador” de la época actual no retrae de los “viejos ayeres” con sede en el calendario de la historia, para conocimiento de las generaciones del presente y el porvenir.
Esa realidad práctica, fuera del sistema oral o documental fehaciente de la naturalidad expresiva de decanos, hombres y mujeres, refugiados por circunstancia existencial en su hábitat de realidades geopolíticas, ha dejado interrogantes en los núcleos poblacionales receptores de educación e influjos políticos, sociales y culturales de épocas, acerca de la “cuna del tiempo” en la que el cronómetro histórico inició el parto geográfico de “Hato Mayor en el punto cardinal esteño de La Española.
La visión de los “ilustrados” de la época de los antepasados habitantes hateros disimuló el “criterio” de la verdad histórica, objeto de su punto de vista. Y, con el tiempo, el vestuario de la sombra se extiende sin apuntes de límite, cubriendo la verdadera efeméride bautismal de Hato Mayor.
En su génesis, previo a la sentencia de las huellas del cabalgar de los españoles con “mano de azotes”, limitando hacia la “nada” la primitiva propiedad común indígena, el espacioso valle geográfico que por siglos ha tenido rasgo de identidad “hato, pero el mayor”, asumió su importancia geopolítica indígena concentrando su membrecía en el cacicazgo de Higuey, bajo el mando del cacique Contubanamá, personaje ostensivo del poder de obrar casi absoluto en las comunidades indígenas bajo su mando.
Este esteño Cacicazgo era integrante de la geografía divisoria de mando de las altas instancias del conglomerado indígena taino, co-habitante de la parte de la isla por la que el Sol nace en la cuna del horizonte, a la que llamaron Quisqueya, pero que por el tratado de----------entre Francia y España pasó a llamarse Santo Domingo Español, hoy Republica dominicana.
Mientras que al occidente, lecho del “astro rey” donde acuesta su cuerpo luminoso vencido por el ocaso, al transponer el horizonte disimulándose del entorno de nuestro límite visual, bautizaron originario de su lengua el paisaje de “tierra alta” con el nombre de Haití, cuya geografía ocupa el tercio oeste de la isla La Española. Esta parte se llamo Santo Domingo Frances.
En su carácter esencialmente histórico, se ubica en el mapa precolombino que el espacio territorial del Hato Mayor contemporáneo, hoy provincia del mismo nombre, perteneció al “cacicazgo” de Haina, dentro de la geografía sub-divisoria del cacicato de Higüey.
(Si bien se perdió en el tiempo…..)
A pesar de haberse perdido en el tiempo el origen de Hato Mayor del Rey, (en opinión de algunos historiadores), el 1520 (marcó la zapata que formó el primer eslabón) pudo haber marcado la “zapata” que forjó el primer eslabón del grito de comunidad “hatera” de bohíos domésticos en el entorno de la “hermita” elegida para las reverencias espirituales en honor a nuestra Señora de las Mercedes, que construyó el Alférez Real Don Antonio Coca Landeche.
EL 1520 FUE LA FIGURA DE TIEMPO QUE MARCÓ LA “ZAPATA” QUE FORJÓ EL PRIMER ESLABON DE GRITO DE COMUNIDAD “HATERA” DE BOHÍOS DOMÉSTICOS
SI,
Sin atarse a “las letras” ni necesitar de vocabulario, el 1520 fue la figura del tiempo que marcó la zapata que forjó el primer eslabón de grito de comunidad ”hatera” de (en) Bohíos domésticos…
Luego pasó a Francisco Dávila de Arana de Duero, legalizado por la cédula real de Diciembre de 1541, que al correr del tiempo pasó a los Dávilas Bastidas hasta llegar a doña María Mercedes de la Rocha y Coca de Fernádez que heredó de su madre Doña Manuela de Coca y Figueroa.
ATARSE A LA LETRA: sujetarse al sentido literal de cualquier texto)
Se puede describir, sin quitar ni añadir vocablo, nada, que fueron los españoles quienes denominaron la con la denominación “hato” a la tierra de labranza y pastoreo circundante a la hacienda de campo, con lo cual, sin quitar ni añadir, se estableció el origen de Hato Mayor. Es el primer nombre (nominación) confeccionado por “los blancos” para designar puntos geográficos de predios de pastoreo, crianza animal y estancia en la Nueva España. (NOTA:ESTE VA)
Afianzado en la crianza de ganado bovino, porcino y la cría caballar de carga y de montura para el pastoreo, Hato Mayor continuó reflejando en su entorno de la “hacienda” las diferentes prioridades del campo como principio de cultura en la sociedad de la época, que fue la labranza de la tierra: real práctica de la agricultura, sostén alimenticio de los pastores y ganaderos del fundo.
Sin embargo, no se puede obviar de la historia de La Española, bautismo gentilicio horal de Cristobal Colón, la forma de poder instituido en la distancia por la política (accidental) del Rey Español en las colonias, que debía cumplirse al pie de la letra, como tipo de propiedad vinculada durante la edad media y moderna: el Mayorazgo.
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