Henry ford , mi vida y mi obra.

Ford, Henry (1925). Ma Vie et mon Oeuvre. Paris. Payot.

[El primero de Abril de 1913, se hicieron, en la fábrica Ford, las primeras experiencias de la cadena de montaje].

Mecanización y eficiencia

No hacemos ninguna manipulación de los materiales, no hacemos, pues, ningún trabajo a mano. Si una máquina puede ser automática, se la hace automática. Ninguna operación es considerada nunca ejecutada de la manera más perfecta o la menos costosa... Colocamos más maquinaria por metro cuadrado que ninguna otra fábrica en el mundo. Cada metro cuadrado no utilizado genera gastos generales e inútiles (101).

Dividir y subdividir el trabajo, mantener la empresa en movimiento, tales son los emblemas de nuestra producción (101).

Organización industrial

No es necesario que una sección cualquiera sepa lo que ocurre en otra. Cuando un hombre hace bien su trabajo, no tiene tiempo para emprender otra cosa. Es asunto de los que dirigen la empresa velar porque cada sección adapte su esfuerzo al fin común. No es útil tener reuniones para establecer relaciones cordiales entre las personas y los servicios. No es necesario que los hombres se amen los unos a los otros para trabajar juntos. El exceso de camaradería puede tener graves inconvenientes; puede, por ejemplo, hacer que un hombre cubra las faltas de otro. Es malo para los dos. Cuando se trabaja hay que estar en el trabajo... El único objetivo que debe tener (el trabajador) es ejecutar su trabajo y recibir su salario.

Queremos completa la responsabilidad individual; queremos que el obrero sea absolutamente responsable de su trabajo, el maestro de obreros responsable de los obreros que están a sus órdenes, el contramaestre responsable de su grupo, el jefe de una sección responsable de su sección, el inspector general responsable de toda la fábrica. Cada uno de ellos tiene que saber qué pasa en su esfera de competencias (104-105).

Rendimiento del trabajo

Todo puede hacerse mejor de lo que se hace. Este esfuerzo continuo para hacer mejor y más rápido lo que se hace resuelve casi todos los problemas de los obreros. Las secciones de la fábrica son juzgadas según su tasa de producción.

El rendimiento de una sección se calcula dividiendo el número de piezas producidas por el número de horas de trabajo.... Una parte considerable del esfuerzo que se hace para mejorar los métodos resulta directamente de este método práctico de evaluación del rendimiento... La tasa de producción es siempre la guía (111).

El trabajo rutinario

El trabajo que consiste en hacer sin cesar la misma cosa, y siempre de la misma manera, es una perspectiva terrorífica para ciertas organizaciones intelectuales. También lo sería para mí... Pero, para ciertas inteligencias lo que es temible, al contrario, es el pensamiento. Para estos últimos, la ocupación ideal es aquella en la cual el espíritu de iniciativa no tiene necesidad de manifestarse. Las ocupaciones que reclaman inteligencia, así como las que reclaman fuerza física, tienen pocos seguidores... La mayoría de los trabajadores buscan ocupaciones que no les impongan un gran esfuerzo muscular pero, sobre todo, buscan aquellas que nos les obliguen a pensar. Las personas dotadas de lo que podemos denominar inteligencia creadora, y que odian la monotonía, tienden a creer que todos los demás espíritus son, como los suyos, enemigos del reposo, y en consecuencia tienden a sentir por el obrero que, de la mañana a la tarde, repite sin cesar la misma operación, una compasión a todas luces injustificada.

Realmente, en numerosos terrenos, el carácter de la mayor parte de los hombres impone la necesidad de una suerte de rutina y la repetición incesante de los mismos actos; sin esto el trabajador no produciría lo suficiente para vivir del producto de su trabajo (117-118).

La disciplina de fábrica

La disciplina en toda la fábrica es rigurosa... Exigimos que  nuestros hombres hagan lo que se les ha dicho. Nuestra organización es tan especializada y todas sus partes dependen en tal grado las unas de las otras que es imposible soñar con dejar hacer a nuestros obreros según su iniciativa. Sin la más rigurosa disciplina llegaríamos a la confusión más extrema. No creo que un método diferente sea posible en la industria. Es necesario que los obreros produzcan los más posible y reciban los salarios más altos posibles... Cualquiera que no se conforme con nuestra regla no tiene más que irse (127).

...