Historia Cruzadas
Enviado por jimlex • 22 de Marzo de 2013 • 2.713 Palabras (11 Páginas) • 656 Visitas
La I cruzada (1095-1099) dirigida por Godofredo de Bouillon, Raimundo IV de Tolosa y Bohemundo I de Tarento culminó con la conquista de Jerusalén (1099), tras la toma de Nicea (1097) y Antioquia (1098), y la formación de los estados latinos en Tierra Santa: el reino de Jerusalén (1099), el principado de Antioquia (1098) y los condados de Edesa (1098) y Trípoli (1199).
La Primera Cruzada fue dirigida por Pedro de Amiens, el Ermitaño. Los cruzados, poseídos por el fanatismo, en su camino atacaron y asesinaron a judíos y húngaros, tomando posesión de sus bienes. Al llegar a Constantinopla, fueron masacrados por los turcos.
En 1096, un año después del concilio de Clermont, la cruzada de los caballeros se puso en marcha, teniendo como principales jefes a Godofredo de Bouillon, a su hermano, el conde Balduino, a Raimundo de Tolosa y a Bohemundo de Tarento, quienes emprendieron un viaje de 5000 km. Al llegar a Constantinopla, el emperador Alejo les exigió un juramento de fidelidad, el cual incluyó la promesa de retornar al Imperio Bizantino todos los territorios que fueran reconquistados.
El ejército cruzado se dirigió a la ciudad de Nicea, que fue sitiada. Luego, se dirigieron a Jerusalén, donde enfrentaron a los turcos en la famosa Batalla de Dorilea, la cual culminó con el triunfo del ejército cristiano.
El sitio y toma de la ciudad de Antioquía, en 1098, convirtieron a la ciudad en la capital de un nuevo estado cruzado, el Principado de Antioquía. Luego de este triunfo, el ejército se dirigió a Jerusalén, en manos de los fatimíes.
Una de las principales dificultades que enfrentó este ejército fue el abastecimiento de agua y comida. Los ataques, que se llevaron a cabo en contra de la ciudad, en un inicio fracasaron por la fuerte protección que ofrecían las murallas. Los cruzados tuvieron éxito cuando utilizaron las torres de asedio. Una vez dentro de la ciudad, se inició la masacre de los habitantes de Jerusalén. Con la toma de esta ciudad, se dio por terminada la Primera Cruzada
La II Cruzada (1147-1149) predicada por San Bernardo de Clairvaux tras la toma de Edesa por los turcos, y dirigida por Luis VII de Francia y el emperador Conrado III, terminó con el fracasado asalto a Damasco (1148).
La Segunda Cruzada inició en respuesta a la invasión y ocupación del Condado de Edesa por parte de los turcos. Edesa había sido el primer estado cruzado que se fundó en Oriente durante la Primera Cruzada y, también, fue el primero en caer. A pesar de ser una ciudad amurallada, en su interior solamente se encontraba el obispo y una población conformada por campesinos y artesanos. Su escasa población la hacía susceptible a sufrir ataques frecuentes.
La predicación de esta nueva cruzada quedó en manos del abad Bernardo de Claraval, más tarde nombrado santo, quien, gracias a sus habilidades, como orador, logró reunir una gran cantidad de combatientes, a quienes instruyó en su doctrina mística, diciendo que era necesario que los hombres defendieran el reino de Dios en la tierra y, a cambio, estos quedarían absueltos de todos sus pecados. Esta estuvo dirigida por los reyes europeos, Luis VII de Francia y Conrado III de Alemania y no por el papa.
El Rey Conrado III y veinte mil hombres, salieron de Alemania rumbo a Edesa, siguiendo la ruta de la Primera Cruzada. Sin embargo, al pasar por la ciudad de Dorilea, el grupo cruzado decidió tomar un descanso, momento que fue aprovechado por los turcos selyúcidas para realizar un ataque sorpresivo. Conrado y los sobrevivientes de su ejército huyeron hacia Nicea.
Este ejército sufrió las consecuencias del escaso abastecimiento, lo que sumado a la actitud pasiva del rey francés, quien consideraba que esta era una peregrinación para expiar sus pecados, dio como resultado un ejército débil y poco eficaz
Ya en ruta, decidieron atacar la ciudad de Damasco, a pesar que esta era aliada de Francia, por lo que el gobernador de la misma, no dudó en pedir auxilio a Nur-al-Din, gobernador de Alepo. Los ejércitos cruzados fueron vencidos en batalla y regresaron a sus lugares de origen.
Este fracaso llevó al sitio y caída de Jerusalén y a la convocatoria de la tercera cruzada.
Después del fracaso de la Segunda Cruzada, el poderío de los musulmanes aumentó. El imperio del sultán Nur- Eddin se extendió desde el Tigris hasta el Nilo. Saladino, lugarteniente de Nur-Eddin se convirtió en sultán de Siria y Egipto al deponer a Nur-Eddin y se convirtió en el hombre más poderoso de Medio Oriente.
Reinaldo de Châtillon, príncipe de Antioquía, atacó una caravana musulmana y tomó como prisioneros a los integrantes de la misma. Previendo represalias por parte de Saladino, Guido de Lusignan, rey de Jerusalén, reunió a sus fuerzas contra el líder musulmán. Los ejércitos cristianos (Châtillon y Lusignan) se enfrentaron al ejército musulmán dirigido por Saladino en la batalla de los Cuernos de Hattin, en la cual fueron derrotados los ejércitos cristianos. Como resultado, Saladino tomó prisioneros a los sobrevivientes cristianos, incluidos Guido de Lusignan y Reinaldo de Châtillon. El primero fue absuelto por el líder musulmán y el segundo, ejecutado.
Esta cruzada se desarrolló en dos etapas:
Primera etapa (1189-1190): Esta expedición, dirigida por Federico Barbarroja, salió de Ratisbona y se dirigió a Constantinopla, la cual estaba gobernada por Isaac II Angelo, con quien, anteriomente, había pactado una alianza. Sin embargo, Federico lo traicionó y se apoderó de Filipolis y Andrinópolis, atacó Constantinopla y conquistó Iconio. Federico murió “accidentalmente”, ahogado en el río Cidno (Tarso, Turquía). Tomó el mando de las tropas debilitadas su hijo, Federico de Suabia, quién solo pudo llegar a San José de Acre y murió al poco tiempo. Entretanto, Guido de Lusignan intentó recuperar Acre al sitiar la ciudad, sin embargo, fracasó.
Segunda etapa (1190-1192): Fue dirigida por Felipe II Augusto y Ricardo Corazón de León. Felipe zarpó desde Génova y Ricardo, desde Marsella. Debido a desavenencias surgidas entre ambos ejércitos, Felipe partió hacia San Juan de Acre. Ricardo tomó otra ruta y se vió obligado a refugiarse en Chipre debido al mal tiempo, por lo que llegó más tarde a Acre. Al enterarse de la presencia cruzada en dicha ciudad, Saladino se presentó con su ejército. Franceses e ingleses lo derrotaron y aseguraron la ciudad. Debido a la escasez de recursos, Ricardo se vió obligado a asesinar a los prisioneros de guerra. Ambos reyes disputaron quien debía gobernar la ciudad. Al no haber consenso, Felipe se embarcó y regresó a Francia.
Los cruzados mantuvieron el control de una
...