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Historia De La Contabilidad


Enviado por   •  14 de Mayo de 2012  •  2.682 Palabras (11 Páginas)  •  618 Visitas

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Introducción:

Para poder comprender que es Contabilidad, es necesario que conozcamos cómo y dónde surgió y cómo se ha desarrollado a través del tiempo

Por eso describo los datos más relevantes que a mi criterio tuvo la Contabilidad a través de la historia.

Historia de la Contabilidad

Existen varios vestigios que permiten inferir la existencia de la práctica de contable desde la antigüedad. Desde el año 6000 A.C., el hombre poseía los elementos básicos de matemáticas y escritura. Con el surgimiento de la agricultura, la ganadería y el comercio se sintieron la necesidad de contabilizar las transacciones de estas actividades.

El indicio más remoto de contabilidad del que se tenga conocimiento data desde la época de la civilización mesopotámica, permiten asegurar que los primeros documentos escritos que se conocen, están constituidos por millares de tablillas de arcilla, en donde contienen solo números y cuentas, sin texto ni palabras.

El antecedente más remoto de ésta actividad, es una tablilla de barro que actualmente se conserva en el Museo Semítico de Harvard, considerado como el testimonio contable más antiguo, originario de la Mesopotamia.

Entre los años 5400 a 3200 antes de Cristo, se originaron los primeros vestigios de organización bancaria, situada en el Templo Rojo de Babilonia donde se recibían depósitos y ofrendas que se presentaban con intereses.

En Grecia, había leyes que imponían a los comerciantes la obligación de llevar determinados libros, con la finalidad de anotar las operaciones realizadas. Quizá el lugar en el que los arqueólogos han encontrado más abundante y minuciosa documentación contable lo constituye el santuario de Delfos, donde se han recuperado cientos de placas de mármol que detallan las ofrendas de los fieles, así como las cuentas de reconstrucción del templo en el siglo IV a.C.

En Egipto, los faraones tenían escribanos que por órdenes superiores, anotaban las entradas y los gastos del soberano debidamente ordenados.

El Código de HAMMURABI, contenía además de las leyes penales, normas civiles y de comercio. Regulaba contratos como los de préstamo, venta, arrendamiento, comisión, depósito y otras figuras propias del derecho civil y mercantil, y entre sus disposiciones había algunas directamente relacionadas con la manera en que los comerciantes debían llevar sus registros. Distintas leyes hacen referencia a las anotaciones financieras y contables en tablillas de arcilla.

Por el año 594 antes de Cristo, la legislación de Salomón, existía el “Tribunal de Cuentas”, destinado a encomendar a funcionarios, diversos servicios administrativos que debían rendir cuentas anualmente.

En el período de apogeo del imperio de Alejandro Magno, el mercado de bienes creció de tal manera, originando ejercitar un adecuado control sobre las operaciones por medio de anotaciones.

En Roma, los romanos llevaron una contabilidad que constaba de dos libros el “Adversaria” y el “Codex”

El Adversaria estaba destinado ha efectuar registros referentes al Arca (Caja), dividido en dos partes, el lado izquierdo denominado el Acepta o Acceptium destinado a registrar los ingresos y en el lado derecho denominado el Expensa o Expensum destinado a registrar los gastos. El Codex estaba destinado a registrar nombre de la persona, causa de la operación y monto de la misma. Se encontraba dividido en dos partes, el lado izquierdo denominado “Accepti” destinado a registrar el ingreso o cargo a la cuenta y el lado derecho “Respondi” destinado al acreedor.

Como es natural, no podemos obviar nuestra historia contable-administrativa en la América Pre-colombina, de la que tenemos ejemplos claros de su cultura en este sentido. Algunas sociedades que carecían de escritura, utilizaron sin embargo, registros contables. Es el caso de la cultura de los Incas, que empleaban los "quipus", agrupaciones de nudos de distintas formas y colores ordenados a lo largo de un cordel, y cuya finalidad, aun no desvelada totalmente era, sin duda, la de efectuar algún tipo de registro numérico.

La ley Paetelia, publicada en Roma hacia el año 325 a.C., constituyó la primera norma de aprobación de los asientos realizados en libros de contabilidad. Esta contabilidad de doble columna llevó a creer que se trataba de una contabilidad por partida doble, hasta que Albert Dupont y André Boulanger, estudiosos de esta materia, demostraron que sólo se trataba de un sistema simple a doble Columna. Tito Livio, en su obra historia de Roma, expresa la importancia de la contabilidad en aquella época. Cayo Plinio, en el segundo libro de su obra Historia Natural, hace referencia a la actividad contable.

A pesar de la caída del imperio Romano, las prácticas contables se conservaron y lograron un notable progreso a los largo de la Edad Media. La Iglesia Católica cada día tuvo más adeptos, quienes lograron el mayor poder económico y político de la historia, lo cual le obligo a llevar cuentas muy detalladas de sus actividades económicas, operaciones que se manejaban en los monasterios.

Dos acontecimientos de gran Importancia sucedidos en el siglo XV permitieron un notable avance de la actividad contable: la generalización de los números arábigos y la aparición de la imprenta. Este último desarrollo facilitó la divulgación de los conocimientos impartidos por los monjes de la época y los mercaderes, hombres pujantes de la economía. El monje Benedetto Cotrugli, pionero de la partida doble, señaló el uso de tres libros: Cuaderno (mayor), Giornale (Diario) y Memoriale (Borrador).Fray Luca Paciolo, redactó con gran maestría un tratado de contabilidad, en el cual sostiene que para su aplicación se requiere el conocimiento matemático. En el año 1494 publicó su famosa obra Summa de Arithmetica, Geometría, Proportioni et Proportionalita, de gran contenido matemático, dedicando tan sólo una parte de aspectos contables. Su segunda edición, publicada en Venecia en 1509, abordó el tema contable solo para ampliar el tratamiento de los conceptos y prácticas comerciales de la época, en especial lo relacionado con sociedades, intereses y letras de cambio. Su profundo tratado de contabilidad explicaba el concepto de inventario como una lista de activos y pasivos, la cual debe relacionar el propietario antes de empezar a operar. Indicaba también que en el Memoriale deben anotarse todas las transacciones en orden cronológico y en forma detallada; en el Giornale debe registrarse toda la operación en términos de “débito” y “crédito”, y en el Cuaderno

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