Historia De La Disciplina Educativa Y Pedagógica
Enviado por kellygar • 6 de Julio de 2011 • 3.287 Palabras (14 Páginas) • 4.773 Visitas
Bosquejo sobre la Historia de la Disciplina Educativa y Pedagógica
Fuentes Orales (Encuestas)
Uno de los debates más interesantes que ha suscitado la Historia del Tiempo Presente es el que se refiere a cuestiones metodológicas. Se trata de responder a la pregunta de si hay, o no, unos métodos, unos procedimientos específicos para historiar la coetaneidad. Una respuesta negativa significaría que el método histórico es único e igual para el conjunto de la Edad Contemporánea, si es que la Historia del Tiempo Presente forma parte de ésta. Pero la respuesta a esa pregunta es sin duda alguna afirmativa. La historia del presente comparte la metodología de la historia en general, y más en concreto de la contemporánea. Pero, además, incorpora algunas singularidades metodológicas. Posiblemente la más destacada sea la utilización de fuentes orales y de otras propias de nuestro tiempo, como las fuentes icónicas (la imagen fija o en movimiento). También supone una innovación la "decidida opción por la interdisciplinariedad", como muestra su estrecha relación con la antropología, la sociología, el periodismo y la lingüística, y "la posibilidad de emplear técnicas de observación directa".
En cuanto a la fuente oral se refiere, se trata de un tipo de fuente que, trabajada con la adecuada metodología, puede aportarnos mucho a los historiadores, como hace deforma habitual en el quehacer del periodista. No para hacer otra historia, pues se trata de una técnica específica de investigación y no de una disciplina distinta (una hipotética historia oral), sino para escribir la historia de nuestro tiempo, campo éste "caracterizado por el hecho de que existen testigos y una memoria viva", situaciones de las que se desprende el papel específico de la fuente oral. O dicho con otras palabras: al contrario de lo que sucede en el caso de la historia contemporánea al uso, en la que se tenía a la fuente escrita por la esencial y a la oral por la secundaria y popular, "en la historia del presente eso acostumbra a no ser así". Por todo ello el título de un artículo de Mercedes Vilanova, "El combate, en España, por una historia sin adjetivos con fuentes orales", nos parece plenamente acertado. La tradición y metodología propias de los antropólogos han tenido una gran influencia en la historia realizada, entre otras, con fuentes orales.
La historia con estas fuentes también se alimenta de las técnicas cualitativas (entrevista personal y grupo de discusión) y cuantitativas (encuesta) elaboradas por los sociólogos; y por supuesto de la forma de trabajar del periodismo de investigación, con el que la historia, insistimos, comparte fuentes y metodologías. La práctica del trabajo con fuentes orales ha seguido dos líneas diferenciadas: por una parte, las grandes encuestas sobre colectivos amplios que tratan de reconstruir la memoria colectiva por medio de cuestionarios similares a los empleados por la encuesta sociológica y procesados e interpretados con arreglo a las pautas marcadas por ésta; por otra, la concentración sobre historias de vida individuales o de pequeños grupos, que implica la utilización de técnicas cualitativas. Esta última tradición es la que, por distintas razones, mayor importancia ha alcanzado: en primer lugar, se trata de una fórmula de costes menores que la gran encuesta; además, aporta una mayor flexibilidad, dado que permite un acercamiento personalizado a cada informante; en tercer lugar, ha pasado a ocupar un puesto importante entre las herramientas necesarias para un tipo de historia más cercana al hombre, a su subjetividad y experiencia. Tengamos en cuenta que el recuerdo personal permite completar en perspectiva y contenido los datos obtenidos por otras vías, así como comprobar la fiabilidad de otras fuentes y llegar a ámbitos o niveles de detalle inaccesibles mediante otras formas de trabajo.
La fuente oral ha tenido un extraordinario desarrollo en Gran Bretaña, en buena parte gracias a los esfuerzos realizados por Paul Thompson, pionero en la utilización de fuentes orales y quien se ha convertido en el director de la escuela inglesa y principal editor de la revista Oral History, publicación semestral de la Oral History Society, en la Universidad de Essex. Thompson es autor de dos obras fundamentales, The Edwardians (1975) y The Voice of the Past (1978) donde, inspirado en la encuesta sociológica y el método de las entrevistas semi-directas y tomando como documento principal el testimonio humano, ha estudiado la sociedad inglesa a principios del siglo XX; también ha utilizado estas fuentes para hacer una especial "historia desde abajo", en el sentido de que le permiten hacer hablar a "los otros", a los pobres y a los humildes. Además de aportar una metodología específica, Thompson nos hace ver que el trabajo con fuentes orales "es a la vez la forma más nueva y más antigua de hacer historia", tema que plantea al analizar su revalorización a partir de 1945 como consecuencia de los cambios ocurridos a nivel político, social e intelectual.
En cuanto a los antecedentes con fuentes orales, debemos recordar también que una serie de organismos oficiales se dedicaron a recopilar la historia de la lucha antifascista en Francia, Italia y otros países europeos, de la que apenas existía documentación. Mientras tanto, en Israel y Estados Unidos se creaban archivos de fuentes orales centradas en la persecución nazi de los judíos. El trabajo con fuentes orales experimentó entonces, además, un salto técnico gracias a la mejora de los aparatos de grabación y el desarrollo de los archivos sonoros; después vendrían el vídeo y las videotecas, cuya cantidad y calidad de registros han permitido emprender investigaciones sistemáticas. A estas iniciativas se suma en los años siguientes una mayor atención a la historia de los pueblos descolonizados, lo que aporta un nuevo protagonista, así como a la historia del trabajo y en general a la historia social, fiel reflejo del desarrollo alcanzado por el movimiento obrero, fenómeno seguido por un mayor contacto entre historia, antropología y sociología gracias al punto de encuentro que se produce mediante la utilización de la fuente oral. Sobre esta cuestión, en Las mayorías invisibles, Mercedes Vilanova escribe lo siguiente: “En la raíz de este libro, surgido de las historias de vida de algunos trabajadores del sector metalúrgico y de mi propia biografía, está el deseo de encontrar a las grandes mayorías explotadas, próximas e invisibles. Gentes que en la jerga de la denominada historia comprometida definíamos como proletariado, lumpen, masas, marginados, clases subalternas o simplemente clases bajas. Al escribirlo he transitado entre
...