Historia De La Educacion
Enviado por choquito11 • 27 de Septiembre de 2013 • 8.325 Palabras (34 Páginas) • 461 Visitas
HISTORIA DE LA EDUCACION 2
Del 1500 a nuestros días.
Por Mario Alígero Manacorda.
LA EDUCACIÓN EN LOS SIGLOS XVI Y XVII
Tomado de:
http://www.universidadabierta.edu.mx/SerEst/Apuntes/GonzalezMaribel_HistoriaEducacion.htm
Subido por: Dayana Izaguirre
La Reforma y la Escuela
Los movimientos populares heréticos habían promovido la difusión de la instrucción, a fin de que dada uno pudiera leer e interpretar la Biblia personalmente, sin la medición del clero.
La ciudad de Munerstadt establece en sus “Artículos y reivindicaciones”: que “todos los hijos de los ciudadanos deben ser instruidos y adoctrinados con diligencia y gratuitamente en las escrituras cristianas evangélicas, y sin ningún pago a los maestros o a la escuela, a fin de que todos los niños, según sus capacidades, pueden ser lo más hábiles posibles en sus oficios o en su actividad, y a fin de que se puedan también tener, de aquellos que aprenden a escribir, los predicadores y los anunciadores de la palabra de Dios. Y si tales predicadores y maestros, con el tiempo, quieren pasar del estado matrimonial, sus mujeres que deben ser de conducta honorable y cristiana, sean dirigidas a instruir con habilidad a sus hijas y enseñarles la Escritura, a fin de que unos y otros, tanto de sexo masculino como femenino, creados al mismo tiempo por Dios, puedan convertirse en anunciadores de ka ley y de la fe”.
En Suiza Ulrich Zwingli (1484-1531) publicaba un libreto para la instrucción y la educación cristiana de los niños (1523). En Alemania Lutero decía: “la prosperidad, la salud y la fuerza mejor de una ciudad consiste en tener muchos ciudadanos, instruidos, razonables honestos y bien educadas, que pueden acumular tesoros y riquezas, conservarlas y usarlas bien...El mundo para conservar su condición terrena, tendría necesidad de hombres que pudieran gobernar ciudades y gentes, y mujeres capaces de mantener la casa, los niños y la servidumbre. Hombres y mujeres de esta especie los deberán hacer crecer desde niños. El proyecto de una escuela nueva que en tres años desarrolle un programa educativo equivalente al que requería la vida eterna, para llevar a cabo este programa, Lutero se dirige a los políticos y a los padres; es interesante su intento de conciliar el respeto del trabajo manual productivo con el tradicional prestigio del trabajo intelectual. Él dice: “Dios ha llamado al hombre a trabajar porque él mismo trabaja, y se ocupa de oficios comunes; los trabajadores manuales se inclinan a despreciar los trabajadores de la mente. La enseñanza es un trabajo tan fatigado que nadie debería estar obligado a ejercerlo por más de diez años”.
Melancton, 1526: “En una ciudad bien ordenada hay necesidades de escuelas, donde los niños, que son el semillero de la ciudad, sena instruidos; nos equivocamos si se cree que sin instrucciones pueda lograr una sólida virtud.
La Contrarreforma y la Escuela.
La orientación educativa de la iglesia católica. Como respuesta al protestantismo, fue fijada en el concilio de Trento (1545-1564). En sus deliberaciones el concilio insistió mucho en los libros y en la escuela. En el concilio lateranense de 1515, el papa León X había hecho aprobar disposiciones bastante severas: “Nadie intente imprimir o hacer imprimir ningún libro si no ha sido antes diligentemente examinado y aprobado por nuestro vicario u obispo que tenga competencia en la ciencia del libro en cuestión. Quien intentara algo en contrario, además de perder los libros y verlos quemar públicamente, quedará implicado en la sentencia de excomunión.” El Obispo Beccatelli decía: “No hay ninguna necesidad de libros; desgraciadamente hay demasiados en el mundo, es mejor que se prohíban mil libros sin razón a que se permita uno que merece castigo.
El concilio condenó en diez “reglas” varias clases de libros. Los libros heréticos, Los que tratan ex profeso argumentos lascivos u obscenos. Los de geomancia, hidromancia, aeromancia, piromancia, onomancia, quiromancia, nigromancia. Los que contienen sortilegios, maleficios, augurios, auspicios, encantamientos de magia. Condeno también lis libros escritos por autores ya condenados. El concilio de Trento provee a la reorganización de las escuelas católicas, Reorganizo las escuelas de las iglesias metropolitanas y las más pobres de los monasterios y conventos.
A finales del siglo XVI se reglamentó el sistema escolástico jesuítico: la organización en clases, los horarios, los programas, las disciplinas. Establecía 6 años de studia inferiora, divididos en cinco cursos. (Tres de gramática, uno de humanidades o poesía, uno de retórica); un trienio de studia superiora de filosofía (lógica, física, ética), un año de metafísica, matemática superior, psicología fisiología. Y un periodo de actividad práctica de enseñanza.
La Sátira.
La teoría y la práctica educativa se abren camino entre conflictos y contradicciones. Se manejaba una sana educación humanística, dirigida a atender igualmente la mente y el cuerpo, rica de conocimientos teóricos y prácticos sobre los oficios y las industrias, las ciencias “reales” y las lenguas clásicas, el derecho y la moral, sin exclusión del trabajo manual. Tommaso Garzoni advierte “que no hay nada peor que la utilidad de los jóvenes que odiar a los maestros, abandonando la escuela cuando los encuentran terribles y severos... estos son los defectos y vicios de los alumnos: hacer ruido en las escuelas, romper el silesio en ausencia del maestro, golpear al que sigue la norma, hacer barquitas de papel, pintar los dibujos de los libros, pedir a cada momento para ir al baño o a otro lugar, salir de la escuela como diablos desencadenados, romperse la cabeza entre ellos pro mil tonterías; estas son algunas de las cosas que hacen desesperar a los padres, que hacen gritar a los maestros.
Hay dos aspectos característicos de la crisis de la cultura a finales del siglo XVII: la decadencia de la universidad como centro de cultura y la inminente expresión al culto de Aristóteles, Hipócrates y Galeno.
La Utopía.
“Utopía”, lo que no está en ningún lugar. Los utopianos aprenden las ciencias en su lengua, no le dedican más de seis horas al trabajo, muchos dedican sus horas libres al estudio de las letras.
He aquí la imagen de una sociedad nueva, revolucionaria, como se vislumbra a partir de tres grandes descubrimientos: imprenta, brújula y pólvora para disparar, los cuales condiciona la difusión de la cultura y la exploración y conquista de la tierra. Es la futura sociedad industrial,
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