Historia De Mexico
Enviado por chivo2003 • 19 de Marzo de 2013 • 1.514 Palabras (7 Páginas) • 423 Visitas
La ciencia médica osciló de Hipócrates a Galeno. Pronto se introdujo en Nue- va España la disección de los cadáveres. El propio don Carlos de Sigüenza y Góngo- ra, ofreció su cuerpo para comprobar males renales y biliares. Si en este sentido la ciencia médica avanzaba, la fuerza tradicional de la farmacopea indígena, unida a la rica tradición de la farmacopea mediterránea, apoyada en el empleo de minerales y plantas hacían pocos progresos y no facilitaban el desarrollo y empleo de fármacos más avanzados. La ciencia farmacéutica, dejó sin embargo, buenos centros de expe- rimentación y fabricación. Aello ayudó la presencia de órdenes y congregaciones re- ligiosas consagradas al trabajo en hospitales y asilos, y los cuales requirieron princi- pios fijos de la química y amplio conocimiento del mundo natural.
La naturaleza estudiada un tanto empíricamente, sólo se consolidó con el estu- dio de las obras de Plinio y de Lineo. El tratado de este último De systema naturae fue adaptado y sirvió de guía magnífica para el estudio y utilización del mundo vegetal.
La ciencia arquitectónica que implicaba perfecto dominio de las matemáti- cas, sirvió para erigir maravillosos templos dedicados al culto cristiano. Los módu- los góticos aportados por frailes arquitectos, sirvieron para erigir admirables monu- mentos como los de Huexotzingo, Xochimilco, Actopan; para levantar bellísimas capillas pozas como las de Calpan y utilísimas capillas de peregrinos y atrios mo- numentales necesarios para celebrar los rituales que la evangelización requería. Aun pequeñas pero utilísimas capillas, sencillas, pero ajustadas a los principios re- ligiosos; fueron levantadas en nuestros valles. Fray Pedro de Gante, con sus estu- diantes de San José, afirmaba había construido más de cien capillas en los alrede- dores de México, destinadas a la evangelización. Estos hombres también utilizaron los tratados sobre fortalezas de los cuales extrajeron recios principios, y sentido ar- tístico de las obras de Vitrubio, Palladio, Serlio y Vignola.
Religión y ciencia en el México colonial
AHIg 12 (2003) 257
En otro orden de cosas, magníficas y necesarias obras de ingeniería civil, principalmente hidráulica, fueron realizadas bajo la dirección de religiosos. Una de las más salientes fue el desagüe de la ciudad de México, que requirió la interven- ción de especialistas como el poliédrico Henrico Martínez, experto flamenco, y posteriormente de los franciscanos que prosiguieron las obras luego de 1640. Inter- vención muy efectiva fue la del agustino fray Diego de Chávez en 1549 para for- mar la laguna artificial de Yuriria y con sus aguas irrigar y utilizar para el cultivo las tierras Yuriria y Valle de Santiago. Los religiosos para reafirmar su obra evan- gelizadora y civilizadora, emplearon sus conocimientos en las ciencias y las artes para beneficiar a la sociedad indiana. Se adelantaron así más de dos siglos a las obras borbónicas que bajo otro lema, el «de favorecer la belleza y utilidad de las ciudades» ejecutaban obras bellas y benéficas.
Con estos breves ejemplos que podrían multiplicarse al infinito, podemos afirmar que la evangelización y la introducción de la cultura universal, principal- mente la científica, ingresaron llevadas de la mano para transformar a la sociedad indiana, para imprimirle un sentido renovador de la vida, para desterrar el miedo y el castigo que como decía Fray Pedro de Gante, con esos medios de coacción pro- cedían los naturales, y para enseñarles que la religión de los cristianos era una reli- gión de amor, de comprensión, de luz y verdad. Así como el fraile flamenco afir- maba que la cultura debía entrar por la vía del alfabeto, el medio más seguro de la difusión del conocimiento, este tendría que ser mediante rígidos y seguros sistemas científicos, la vía de perfección del hombre. El empleo de la razón que siempre se concedió a los indios enseñado por hombres religiosos, sabios y santos, sería el sis- tema más certero para el progreso humano, para su liberación. La ciencia en acción no destruiría la fe sino que la reforzaría, apoyaría la redención del hombre.
En esta acción de progreso mental, social y material realizada en la Nueva España a partir del momento de la conquista, hemos de ver siempre la intervención de los religiosos. Ellos comprendieron, a partir del revolucionario y libertador domi- nico que fue fray Bartolomé de las Casas, que la salvación del indio sólo podía ha- cerse, aplicando no sólo los preceptos éticos del evangelio, sino mostrando que los aborígenes podían a base de su capacidad racional, desarrollar su conocimiento del mundo, y de todos los seres que en él existían, a base de un esfuerzo intelectual y es- piritual. Cientos de varones santos y sabios cultivaron
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