Historia Del Numero Uno

Desde los principios de la cavernidad, el uno ha existido desde un punto de vista abstracto, siempre observando al 30, y esperando que algún científico griego o chino hablara acerca de su importancia en el mundo, lamentablemente estas cosas se tardarían millones de años después. Muchos dicen que un uno fue una especie de animal extinto, otros dicen que fue una planta y otros que era una ilusión.

Se puede registrar una vez que un cavernícola quiso hablar de matemática, pero se murió de un enfisema salival, al no saber hablar correctamente. Luego de que hubiera guerras y lanzamientos de piedras entre los desdentados, apareció un típico intelectual de problemas psisociales, que se encerró en su casa a pensar en cosas filosóficas, entre ellas, los números y la sexualidad. Su nombre fue Anónimo[1]. Después de la llegada de Anónimo, este sería un buen comienzo para una brillante trayectoria en las matemáticas, el uno haría su primera aparición, y sería importante. Luego llegaron los chinos, con sus raíces cuadradas y su teoría del gordito sabio.

En un momento llegó Thomas Edison, quien quería inventar el uno a base de electrones, metafísica y un poco de papel higiénico, los estudios e intentos fallidos de Edison, fue lo que le hizo morirse de un infarto y odiar hasta el alma a el uno.

Una historia alterna sugiere que un pueblo, muy individualista y prepotente lo acuñó para autodenominarse: Los Unos. Su rey, Atila, se hizo un escudo con el símbolo y a partir de ahí, todo el que quiere contar poco que no sea nada ni mucho, dice que Uno es uno y nada más. Esta historia aún es estudiada por la comunidad científica.

Ecuación matemática [editar]

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