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Historia de la Moneda de Guatemala


Enviado por   •  23 de Julio de 2013  •  Ensayo  •  4.816 Palabras (20 Páginas)  •  335 Visitas

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Historia de la Moneda de Guatemala

El 1853 surgió el acuerdo de acuñar la moneda propia del país.

Reseña histórica

Inmediatamente después de la Independencia de Centroamérica (1821) inició un proceso de transición hacia un sistema monetario federal o nacional, que pretendía desligarse de las regulaciones, signos e influencias de la metrópoli española. En este sentido, la Casa de Moneda de Guatemala jugó un papel primordial en la circulación monetaria recurriendo al oro y la plata como principales materiales para la acuñación. Al disolverse la Federación Centroamericana, nuestro país no estableció de inmediato un sistema monetario. A lo largo de bastantes años, circularon simultáneamente moneda federal y diversas monedas extranjeras.

El 1853 surgió el acuerdo de acuñar la moneda propia del país, pero por limitación de recursos solamente se acuño una pequeña cantidad. En 1864 se autorizó la fundación de un banco privado, que sería el único emisor de billetes sin embargo, los prestamistas impidieron que el proyecto prosperara.

Igual fracaso —y por la misma causa— sufrió el banco que en 1867 fundó un grupo de ciudadanos guatemaltecos. En 1869, es decir, poco antes del derrumbe de régimen conservador, comenzó una reforma monetaria basada en el peso, dividido en unidades decimales. En 1870 fue decretada la paridad del peso con el dólar estadounidense. El proceso de esta reforma se vio interrumpido por la victoria de las tropas liberales, el 30 de junio de 1871.

La Revolución Liberal retomó aquella reforma y la profundizó. En 1881 estableció el bimetalismo como base del sistema monetario, y definió al peso como unidad monetaria las monedas tenían poder liberatorio ilimitado y el Estado se veía obligado a acuñar todo el oro y la plata que los particulares quisieran grabar. Por esa época, el oro casi había dejado de circular, en razón de la ley de Gresham además, el público rehusó emplear el sistema decimal, prefiriendo las subdivisiones vigentes durante la Colonia: tostones, pesetas, reales, medios reales y cuartillos.

Dentro de este esquema monetario surgieron los bancos particulares de emisión, depósito y descuento. Al inicio del siglo XX funcionaban seis bancos de este género: Agrícola Hipotecario, Colombiano, Americano, de Guatemala, Internacional y de Occidente. Entre 1924 y 1926 sucedieron circunstancias propicias para llevar a cabo la Primera Reforma Monetaria y Bancaria trascendental del siglo XX, que puso fin a un largo período de desajustes en el valor de cambio de la moneda nacional, causados por la emisión incontrolada de signos monetarios carentes de respaldo.

El 24 de noviembre de 1924 fue creado el quetzal como nueva unidad monetaria (ligada al patrón oro y en paridad unitaria con el dólar estadounidense). Además, el 30 de junio de 1926 es creada una entidad con funciones de Banca, espaldada por capital mixto (estatal y privado): el Banco Central de Guatemala, con atribuciones de único emisor.

Guatemala consumó, en 1945 y 1946, la Segunda gran Reforma Monetaria y Bancaria del siglo XX, gracias a la cual se creó el Banco de Guatemala, de capital totalmente estatal y que, en sustitución del anterior Banco Central de Guatemala, surgió a la vida económico-financiera el 1 de julio de 1946. Fruto de esta reforma cobra vida una legislación avanzada, contenida en la Ley de Bancos, la Ley Monetaria y la Ley Orgánica del Banco de Guatemala. Este cúmulo legal y normativo, con las reformas innovadoras que los cambios nacionales e internacionales demandaron en su momento, rigió hasta 2002 porque el 1 de junio de ese mismo año nace la Tercera Reforma Monetaria que rige al actual sistema bancario y financiero del país. Como se desprende de lo expuesto, el Banco de Guatemala nació con un concepto moderno de Banca Central, y con la responsabilidad fundamental de mantener la estabilidad interna y externa de la moneda, dentro de las condiciones que promuevan el desarrollo económico del país. Así lo expresa su Ley Orgánica, y con este espíritu han sido y son orientadas sus actividades.

Antes de tratar sobre la historia de la moneda en Guatemala, es importante mencionar —a manera de referencia— la razón o la necesidad que hubo de darle valor de cambio o transaccional a un objeto determinado. Cuando el ser humano primitivo se fue organizando en comunidades y dejó de ser nómada, hubo en ese paso transicional una cierta división del trabajo: pues algunos se dedicaron a la caza, otros a la pesca y otros a la recolección de alimentos de tipo vegetal. En ese momento también nació la necesidad de la administración de las comunidades y ésta, en un principio, fue ejercida por los

ancianos, aspecto que se llamó gerontocracia. En esta división de las actividades hubo necesidad de intercambiar

excedentes o simplemente adquirir aquéllos productos que determinado grupo no tenía.

En este proceso inicial, se da el trueque de unos productos por otros sin embargo, en la medida que los excedentes van aumentando, surge la necesidad de buscar algún instrumento que sirva de intermediario en el abastecimiento, y de allí nacieron objetos a los cuales se les va dando determinado valor, según sea su escasez o importancia estética. De esta cuenta, en las investigaciones arqueológicas hechas en Europa, Asia y África (sitios donde se asentaron las primeras poblaciones de seres humanos), se encontraron vestigios de objetos que, por la forma como han sido encontrados, las hipótesis más cercanas a la verdad los señalan como instrumentos de intercambio o de pago para la adquisición de otros productos. En otras palabras, fueron utilizados como monedas. A la venida de los españoles a Guatemala en el siglo XVI, los conquistadores venían de sitios donde el truque ya había sido desechado como medio de intercambio de objetos la moneda ya estaba establecida y era fabricada con los llamados metales preciosos: el otro y la plata. Por eso la Conquista era precisamente para buscar oro. Sin embargo, los conquistadores también descubrieron que en estos lugares —México, Centroamérica y Perú, por ejemplo— las comunidades utilizaban ciertos objetos, a los cuales se les había dado determinado valor de importancia para la obtención de artículos.

Estos objetos eran semillas de cacao, plumas de quetzal o de otras aves exóticas, huesos labrados y conchas, para mencionar algunos. La consolidación de la Conquista vino a introducir los usos y costumbres de los conquistadores. Al principio, ellos simplemente obtenían lo que querían, pero en la medida que fueron obteniendo excedentes de sus producciones, las que mandaban a España o intercambiaban, tuvieron necesidad de emplear instrumentos

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