Historia de la medicina arabe
Enviado por elida03 • 13 de Octubre de 2013 • Tutorial • 4.033 Palabras (17 Páginas) • 554 Visitas
HISTORIA DE LA MEDICINA ARABE
12/08/2013
UNIVERSIDAD COOPERATIVA DE COLOMBIA
SEDE SANTA MARTA
HISTORIA DE LA MEDICINA ARABE
PRESENTADO POR
LUDWNG CAMILO DAZA CASTRO
ELIDA FAWCETT PARODY
ZAIDA MILENA PEDROZO PAREDES
PRESENTADO A: Dr. JOSE VICENTE
UNIVERSIDAD COOPERATIVA DE COLOMBIA
II SEMESTRE DE MEDICINA GRUPO C
SANTA MARTA
D.T.C.H.
2013
TABLA DE CONTENIDO
INTRODUCCION ---------------------------------
INTRODUCCIÓN
En el siguiente trabajo se intenta obtener una visión general de la historia de la medicina en el mundo islámico (árabe) Es cuando el mundo árabe impregna a todo el mundo civilizado. La influencia islámica en este contexto viene íntimamente ligada a sus conquistas que en poco tiempo se extendieron desde arabia a la india y a Europa pasando por el norte de áfrica. El fulgurante aire del islam tras la muerte de Mahoma en el ( 632) sigue siendo uno de los sucesos más sorprendentes de la historia. En el islam se sintetizo el pensamiento greco occidental con el oriental naciendo una corriente vigorosa e imparable que fueron los pueblos islámicos durante su prodigioso proceso de expansión y conquista.
Durante la Edad Media (siglos V al XV), coexistieron tres grandes culturas mediterráneas: Europa Occidental, el Imperio Bizantino y los Califatos Árabes. Estos últimos se distinguieron en el campo de las ciencias y, muy especialmente, en la medicina. En el Imperio Bizantino (Imperio Romano de Oriente) se conjugaron la cultura griega, la religión cristiana y el derecho romano. Fue centro cultural y económico durante varios siglos. Conservaron centros viejos de la ciencia antigua (Atenas, Alejandría, Beyruth y Gaza) y dieron origen a otros nuevos como Constantinopla, capital del imperio. En el siglo X Bizancio era el lugar más culto del mundo.
El mundo árabe o islámico, que surge paralelamente a Bizancio, fue el escenario fundamental de la medicina y de la ciencia durante buena parte de la Edad Media. En la primera etapa, que comprende aproximadamente los siglos VIII y IX, incorporó el saber médico de origen griego, combinándolo con algunos elementos de la medicina clásica de la India y Roma. Ello significó un extraordinario esfuerzo de traducción al árabe de obras médicas que estaban escritas principalmente en griego y en latín. De esta manera se consolidó el dominio del sistema de Galeno en la medicina islámica y, más tarde, en la europea que dependió durante varios siglos de las obras en árabe. En el Imperio Musulmán se distinguieron dos Califatos: Bagdad (siglos VIII y IX) y el de Córdoba (siglo X).
La medicina árabe estaba íntimamente unida a la religión y a los usos y costumbres de la sociedad y la cultura. Fue una medicina hipocrática clásica, aunque tenía algunos rasgos comunes con la medicina medieval: sujeción a los autores considerados autoridades, abandono de los estudios anatómicos, desinterés por la cirugía, apego a la cauterización, observancia de la tesis del pus laudabilis en cirugía. Pero ya en el siglo IX se combatía la charlatanería, se propiciaba una formación general del médico, se estimulaba la observación, se fomentaba la salud pública, se abogaba por un control central de la medicina. Los progresos más sobresalientes aportados por la medicina árabe fueron la construcción de hospitales, nuevas observaciones clínicas, especialmente en enfermedades infecciosas y oculares, y la ampliación de la farmacopea. Al comienzo de la era islámica, los seguidores del profeta adoptaron una medicina a la que fueron incorporando normas de vida, dietas y reglas de higiene que llegaron a formar parte del camino recto hacia la salvación. Actos como la práctica de la limpieza de los dientes, se convirtieron en prácticas rituales. Mahoma incluyó algunas de estas normas en el Corán que luego se agruparon en el Tibb-Al-Nabi, Medicina del profeta, donde volvió a integrarse la salud espiritual con la corporal que había separado la medicina hipocrática.
propiciaba una formación general del médico, se estimulaba la observación, se fomentaba la salud pública, se abogaba por un control central de la medicina. Los progresos más sobresalientes aportados por la medicina árabe fueron la construcción de hospitales, nuevas observaciones clínicas, especialmente en enfermedades infecciosas y oculares, y la ampliación de la farmacopea. Al comienzo de la era islámica, los seguidores del profeta adoptaron una medicina a la que fueron incorporando normas de vida, dietas y reglas de higiene que llegaron a formar parte del camino recto hacia la salvación. Actos como la práctica de la limpieza de los dientes, se convirtieron en prácticas rituales. Mahoma incluyó algunas de estas normas en el Corán que luego se agruparon en el Tibb-Al-Nabi, Medicina del profeta, donde volvió a integrarse la salud espiritual con la corporal que había separado la medicina hipocrática.
En el Islam surgió el hakim, médico filósofo, que en el camino de la medicina busca la sabiduría, guiado siempre por elevadas normas éticas. Une siempre la ciencia con los ideales éticos. La patología, ciencia que estudia las enfermedades, estuvo basada en la misma doctrina humoral y explicaba la enfermedad como un desequilibrio en la armonía natural de los hombres. Como factores etiológicos se aceptaban las alteraciones en las seis cosas no naturales de Galeno. Otro factor etiológico no natural fue la bebida, pues por mandamiento religioso estaban excluidas las bebidas alcohólicas. La terapéutica en el mundo árabe, consta de las tres ramas galénicas tradicionales: la dietética, entendida como regulación total del género de vida; la farmacología y una cirugía muy poco desarrollada. La dietética era la base del tratamiento, e incluso todo el tratamiento, si la enfermedad no pedía recursos más enérgicos. Según Schipperges, "Las posibilidades de la intervención médica se ordenaban de manera estrictamente jerárquica...Ni la cirugía, ni la farmacología estaban autorizadas antes de ensayar todas las posibilidades de la medicina dietética". La medicina islámica poseía ya por sus raíces religiosas un profundo sentido de compasión fraternal por el enfermo,
...