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Historia del Tiempo: Del Big Bang a los Agujeros Negros Stephen Hawking


Enviado por   •  18 de Marzo de 2014  •  Trabajo  •  420 Palabras (2 Páginas)  •  544 Visitas

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Historia del Tiempo: Del Big Bang a los Agujeros Negros Stephen Hawking

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Capítulo 2

ESPACIO Y TIEMPO

Nuestras ideas actuales acerca del movimiento de los cuerpos se remontan a

Galileo y Newton. Antes de ellos, se creía en las ideas de Aristóteles, quien decía

que el estado natural de un cuerpo era estar en reposo y que éste sólo se movía si

era empujado por una fuerza o un impulso. De ello se deducía que un cuerpo

pesado debía caer más rápido que uno ligero, porque sufría una atracción mayor

hacia la tierra.

La tradición aristotélica también mantenía que se podrían deducir todas las leyes

que gobiernan el universo por medio del pensamiento puro: no era necesario

comprobarlas por medio de la observación. Así, nadie antes de Galileo se preocupó

de ver si los cuerpos con pesos diferentes caían con velocidades diferentes. Se

dice que Galileo demostró que las anteriores ideas de Aristóteles eran falsas

dejando caer diferentes pesos desde la torre inclinada de Pisa. Es casi seguro que

esta historia no es cierta, aunque lo que sí hizo Galileo fue algo equivalente: dejó

caer bolas de distintos pesos a lo largo de un plano inclinado. La situación es muy

similar a la de los cuerpos pesados que caen verticalmente, pero es más fácil de

observar porque las velocidades son menores. Las mediciones de Galileo indicaron

que cada cuerpo aumentaba su velocidad al mismo ritmo, independientemente de su

peso. Por ejemplo, si se suelta una bola en una pendiente que desciende un metro

por cada diez metros de recorrido, la bola caerá por la pendiente con una velocidad

de un metro por segundo después de un segundo, de dos metros por segundo

después de dos segundos, y así sucesivamente, sin importar lo pesada que sea la

bola. Por supuesto que una bola de plomo caerá más rápida que una pluma, pero

ello se debe únicamente a que la pluma es frenada por la resistencia del aire. Si uno

soltara dos cuerpos que no presentasen demasiada resistencia al aire, tales como

dos pesos diferentes de plomo, caerían con la misma rapidez.

Las mediciones de Galileo sirvieron de base a Newton para la obtención de sus

leyes del movimiento. En los experimentos de Galileo, cuando un cuerpo caía

rodando, siempre actuaba sobre él la misma fuerza (su peso) y el efecto que se

producía consistía en acelerarlo de forma constante. Esto demostraba que el efecto

real de una fuerza era el de cambiar la velocidad del cuerpo, en vez de simplemente

ponerlo en movimiento, como se pensaba anteriormente. Ello también significaba

que siempre que sobre un cuerpo no actuara ninguna fuerza, éste se mantendría

moviéndose en una línea recta con la

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