Historia mínima De Dorothy Tanck Capítulo 1

LA ETAPA INDÍGENA

Pablo Escalante Gonzalbo

Las fuentes educativas anteriores a la conquista son obras de frailes evangelizadores e indígenas que redactaban sus propias crónicas. En éstas no era común mostrar la infancia y en las diversas acciones de los niños se les mostraba en compañía de su padre. Ejemplos claros son el caso de Pakal y Ocho Venado Garra de Jaguar.

La educación era un tema muy importante para los franciscanos, pero se concentraron principalmente en los lugares habitados por los nahuas en el centro de México; aunque ninguno de estos grupos alcanzó la complejidad de las sociedades urbanas como Tenochtitlan, Tezcoco o Culhuacán.

LA INFANCIA

El Códice Mendocino nos habla de cómo los niños convivían tanto con sus padres que rápidamente se involucraban en aprender su oficio y ser colaboradores de ellos. Las niñas se dedicaban al hogar y los niños al campo.

Los hijos de los nobles sólo pasaban los primeros años de su vida con sus padres. A partir de los seis años eran educados por ayos, quienes se encargaban de enseñarles los buenos modales.

A los niños se les educaba de una manera exageradamente estricta. Los golpes y demás maltratos eran comunes como castigo de los niños.

Las escuelas estaban totalmente vinculadas a los templos, por lo que no había un momento exacto en el que los niños entraran a ellas, ya que desde su nacimiento eran ‘prometidos’ al templo.

Entre las instituciones principales de enseñanza de aquella época se pueden mencionar el telpochcalli, el calmécac, el cuicacalli y el ichpuchcalli.

TELPOCHCALLI O CASA DE JÓVENES

Esta institución era para los hijos de los plebeyos, quienes asistían a ella durante tres o cuatro años. Aquí se hacían ‘guerreros valientes’ mediante el entrenamiento militar. Los maestros de la telpochcalli eran guerreros veteranos.

Comenzaban con la resistencia del peso, luego participaban como ayudantes en la conducción de prisioneros, después eran ellos quienes tomaban a los cautivos.

Podían ascender en la escala militar por sus méritos al combatir con los enemigos llegando a ser águilas o jaguares, los ‘guerreros valientes’.

Todos los muchachos nahuas estaban obligados a ingresar en una congregación para trabajar en obras públicas, como diques, edificios o chinampas, y de la reunión nocturna para participar en las jornadas de danza.

LOS OTROS JÓVENES

Los hijos de las familias nobles acudían al calmécac, y allí se preparaban para desempeñar los más altos cargos en el gobierno y en el sacerdocio.

Los maestros de esta institución eran sacerdotes. Además, los muchachos estaban sometidos a una rutina de mortificaciones y autosacrificios que tenía la finalidad de habituarlos a realizar la ofrenda de sangre, indispensable en la religión de las elites mesoamericanas, y también la intención de endurecerlos y acostumbrarlos a la disciplina.

En éstas, los muchachos no podían mantener comunicación con su familia y los castigos ante la desobediencia eran realmente severos.

En la Historia general de Sahagún se precisa que los estudiantes del calmécac debían aprender a interpretar tres tipos de libros: el tonalámatl, el xiuhámatl y el libro de los sueños.

Lo que se aprendía principalmente en los calmécac era la interpretación de los libros.

LA TRANSMISIÓN DEL SABER ARTESANAL

Los oficios artesanales alcanzaron en Mesoamérica un grado de diversificación y especialización muy notable. Las ciudades albergaban a barrios enteros de artesanos, y los más destacados entre ellos trabajaban directamente en los palacios.

Lo más probable es que la transmisión de los oficios artesanales haya ocurrido dentro de los mismos barrios, en los talleres familiares. Los padres de los artesanos esperaban que sus hijos maduraran y tomaran su oficio. Lo expresaban así: que el niño adquiera "in istli in iollotli in tultecaiotl": es decir que adquiera "rostro, corazón, y oficio de artista".

EL MAESTRO Y LA ENSEÑANZA

Los informantes indígenas que trabajaron con Sahagún describen con estas palabras al maestro: "tlacazcaltiani, tlacaoapaoani, in teixcoioniani, in tenacaztlapoani. In imac, in icamac ca in alcecec, in tzitzicaztli". La traducción: "el que enseña, el que educa, el que horada el rostro a la gente, el que destapa las orejas de la gente. En sus manos, en su boca, está el agua fría, la ortiga".

Entre las conductas que se deseaba obtener de los jóvenes en la antigua sociedad nahua, destaca la diligencia, la rapidez para cumplir con las encomiendas. Se rechaza tajantemente la holgazanería. Y en cuanto a las faltas sobre las cuales se lanzan las advertencias más frecuentes, se trata sin duda del robo y el adulterio.

A los nobles se les exigía una conducta ejemplar, que justificara su posición de privilegio y su monopolio de los cargos en el gobierno. Los jóvenes nobles tenían varias mujeres antes de escoger a las que serían sus esposas. La escuela mexica procuraba el celibato y castigaba los excesos.

LA MUJER Y LA EDUCACIÓN

La sociedad mexica, tenía reservados casi todos los puestos del sacerdocio, la judicatura, la milicia y el gobierno para los varones. Mientras que los mayas y, sobre todo, los mixtecos, conferían dignidades sacerdotales y cargos públicos a las mujeres. Se identificaba a la mujer con actividades realizadas en el ámbito doméstico: hilar y tejer, cocinar, criar a los niños, cuidar la huerta.

Se utilizaba el término ‘mujer’ para hacer referencia a los hombres que carecían de valentía; el hombre que no era valiente era femenino.

En algún pasaje referente al calmécac

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