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Homicidio Contra La Mujer


Enviado por   •  26 de Marzo de 2012  •  2.545 Palabras (11 Páginas)  •  715 Visitas

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Homicidio contra la mujer

El homicidio pretende, dentro de la esfera de la violencia contra la mujer, ir más allá del concepto tradicional de las acciones violentas contra las mujeres, para englobar otras conductas que habitualmente no son tenidas en cuenta como, por ejemplo, la falta de atención médica a problemas sanitarios femeninos.

Las mujeres entre los 15 y los 44 años tienen una mayor probabilidad de ser mutiladas o asesinadas por hombres que de morir de cáncer, malaria, accidentes de tráfico o guerra combinados.

De acuerdo al Centro de Ginebra para el Control Democrático de las Fuerzas Armadas (DCAF) entre 113 y 200 millones de mujeres desaparecen demográficamente.

Esta brecha es el resultado de diversos mecanismos:

• Aborto de los fetos de niñas basado en una selección deliberada.

• Infanticidio en los países en los que se prefiere a niños varones.

• Falta de comida y atención médica, que se desvía hacia los miembros masculinos de la familia.

• Los llamados «asesinatos de honor» y las muertes de dote.

• Tráfico de mujeres.

• Violencia doméstica o de género.

Esto implica que cada año entre 1,5 y 3 millones de mujeres de toda edad son víctimas de la violencia de género. La falta de cuidados médicos implica el fallecimiento de 600.000 mujeres al año durante el parto.

El homicidio es usado para describir los repetidos asesinatos de mujeres, debido a que se considera que la justicia local no está investigando los crímenes. La mayoría de las mujeres son violadas y algunas mutiladas, torturadas o incluso descuartizadas.

Los actos de violencia son subsumidos sin más en los casos de "homicidio", "lesiones", "violación". La mujer, víctima, es una "denunciante" que es obligada a declarar varias veces, y luego ratificar la denuncia, en un ambiente que no apuntala para nada su sensibilidad y su afectividad.

Feministas de República Dominicana denunciaron este jueves un incremento “alarmante” de las agresiones, homicidios y muertes en contra de mujeres en el país y exigieron a las autoridades tomar acciones serias para detener esa problemática.

La directora de la Coordinadora de Mujeres del Cibao, Yolanda Santana, denunció ante periodistas que en menos de seis meses al menos 36 mujeres han sido asesinadas en el país y miles han sufrido agresiones.

Durante los 12 meses comprendidos entre noviembre de 2009 y octubre de 2010, 41 mujeres fueron víctimas de homicidio en todo el territorio nacional. Estas muertes representan un quinto (20%) del total de homicidios ocurridos en dicho período.

Un análisis de las circunstancias que rodearon estas muertes revela que la abrumadora mayoría de las mismas derivó de situaciones de abuso físico o sexual por parte de personas con las que las mujeres mantenían vínculos de parentesco o de pareja. Así, 85% de las mujeres asesinadas en el período considerado fueron víctimas de violencia doméstica.

El 15% restante se reparte entre varias categorías, ninguna de las cuales reviste gran significación cuantitativa: 2,5% de las mujeres murieron durante el transcurso de hurtos, rapiñas o copamientos; otro 2,5% a raíz de agresiones sexuales perpetradas por extraños y, por último, un 10% como consecuencia de diversas situaciones únicas (por ejemplo al terciar en una disputa violenta entre dos hombres, saliendo en defensa de alguno).

Desde el punto de vista de los vínculos que estas mujeres mantenían con sus atacantes, cabe destacar que el 59% eran parejas (o lo habían sido en algún momento) de sus homicidas.

En contraposición, tan sólo 7% fueron víctimas de extraños, es decir, de personas con las que no habían tenido contacto previo al homicidio. Vale decir que el riesgo de morir a manos de una pareja o ex pareja es, en el caso de las mujeres, más de 8 veces más alto que el de ser víctima de un extraño.

En cuanto a las armas empleadas en estos ataques letales contra mujeres, se advierte un predominio de las armas blancas, y una participación de armas de fuego en el entorno del 30% de los ataques.

Esto contrasta con el patrón que se observa al considerar la totalidad de las víctimas (es decir, hombres y mujeres sumados). En este último escenario, la participación de armas de fuego alcanza casi el 60% (una proporción que duplica la que se observa en los homicidios de mujeres).

Este patrón de baja utilización de los medios más mortíferos en los homicidios de mujeres se explica por la vulnerabilidad de este tipo de víctima y por el carácter doméstico o “tras puertas cerradas” de muchos de estos ataques.

Estas dos cualidades hacen que los medios usados para agredir frecuentemente sean los que se encuentran a mano del atacante y, por tanto, implementos cotidianos del tipo de cuchillas de cocina y similares.

Cuando se compara el peso de los homicidios de mujeres por violencia doméstica con el de otras categorías de víctimas (por ejemplo comerciantes, empleados de comercio y taxi metristas asesinados durante rapiñas), se advierte que estas dos categorías de víctimas tienen una significación cuantitativa similar, representando cada una algo más del 10% de los homicidios ocurridos en Montevideo entre noviembre de 2009 y octubre de 2010.

Aunque al considerar la totalidad de los homicidios que ocurren en el país las mujeres representan, como fuera dicho, un quinto de los mismos, cuando se enfoca el análisis específicamente en los homicidios de pareja la proporción de mujeres entre las víctimas sube brutalmente. Así, dentro de esta última categoría de homicidios, las mujeres representan el 80% de las víctimas. En otras palabras, las mujeres son mucho menos proclives a matar a sus parejas que a la inversa.

Otro elemento que diferencia a hombres y mujeres en los homicidios de pareja es que, en los raros casos en que las últimas matan a sus esposos o compañeros, generalmente lo hacen dentro de una morada que comparten con éstos, y durante el transcurso de una disputa en que la mujer siente que su vida o la de sus hijos corre peligro y en la que, adicionalmente, la mujer es objeto de un ataque físico por parte de la víctima.

Los hombres que matan a sus parejas, por el contrario, frecuentemente lo hacen tras ser abandonados por éstas, y sin haber sufrido ataque físico previo alguno. Vale decir que muchos homicidas hombres rastrean y persiguen a sus ex parejas después que éstas los abandonan, para finalmente darles muerte. El 54% de los hombres que

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