Huesos De Lagartija
Enviado por astredfer • 8 de Enero de 2014 • 298 Palabras (2 Páginas) • 217 Visitas
Entonces Moctezuma apareció en el techo del palacio. Estaba rodeado de otros grandes señores mexicas y de guerreros españoles. Todos bajamos la vista y él empezó a hablar. Su voz apenas se oía, pero los pregoneros repetían sus palabras hacia los cuatro rumbos:
“- ¡Mexicas! ¡Tenochcas! Escuchen la voz de su gobernante, de su señor. ¡Escuchen sus órdenes! No somos los iguales de estos hombres. No los podemos vencer. Dejen la batalla. Suelten sus flechas y sus escudos. Piensen en los pobres viejos, en las mujeres, en la gente del pueblo, en los niños que apenas gatean. Ellos pagarán la guerra, ellos sufrirán. Por eso, les ordeno yo, su emperador, el señor Moctezuma, que no combatan más. No podemos vencer a los extraños. Cesen la lucha, ¿acaso no ven que me tienen atado y que me quieren matar?”
Lo escuchamos en silencio, pero cuando terminó de hablar nadie lo quiso obedecer. Alguien le gritó que era un cobarde, un tonto, que parecía una mujer asustada. Otros le gritaron que era un traidor. Todos sentíamos la misma ira. Gritamos todos a coro que los mexicas no dejaríamos la guerra hasta que hubiéramos vengado a nuestros jóvenes muertos. Le gritamos que ya no lo queríamos como rey nuestro, que no queríamos más a un gobernante cobarde. Queríamos un capitán, un gran guerrero que nos condujera al combate.
Entonces alguien lanzó una piedra al techo del palacio. Todos lo vimos porque ya nadie bajaba la vista frente a ese Moctezuma. La piedra rozó su cabeza y vimos cómo se asustaba y se echaba para atrás. Después volaron más piedras de todos lados. Lo queríamos matar por cobarde y por traidor. Pero los extraños lo protegieron, lo taparon con sus escudos y lo regresaron al interior del palacio. No sé si alguna piedra lo golpeó.
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