INDEPENDENCIA DE MEXICO. El movimiento independentista

Muchos viajeros visitaron México al final de su existencia como colonia de la corona española, hacia 1800 nuestro país ya tenía casi 300 años de llamarse “Nueva España” y de ser territorio del imperio español.

En esa época, la Nueva España se extendía sobre una inmensa superficie comparable a cinco penínsulas ibéricas juntas, sus límites al norte comprendían parte de lo que ahora son Estados Unidos desde Texas en el golfo, nuevo México y Arizona, hasta California. Al sur, el virreinato abarcaba hasta la región de Oaxaca y la península de Yucatán.

Desde mediados del siglo XVIII, el monarca español Carlos III modernizó la administración de sus colonias con el fin de fortalecer su control político sobre ellas e incrementar las ganancias que la corona obtenía de la explotación de sus recursos, para ello impuso una serie de medidas a las que ese conoció como “reformas borbónicas”. Se dividió el territorio novohispano en intendencias, comandancias y capitanías generales de las provincias internas con la intención de disminuir el poder político del virrey. Se acentuó la prohibición que pesaba sobre los criollos de participar en los altos mandos políticos, eclesiásticos y militares. Se liberó el comercio al abrirse nuevos puertos al comercio exterior y permitirse el intercambio entre las colonias americanas lo que generó un incremento notable en la recaudación de impuestos. Por último, la explotación de metales preciosos recibió un fuerte impulso a través de diversas medidas como el establecimiento del real colegio de minería y el tribunal de minas, gracias a las reformas borbónicas al iniciarse el siglo XIX, la Nueva España era ya la mayor productora y exportadora de plata en el mundo y los monarcas españoles obtuvieron grandes ganancias que incrementaron notablemente su poderío y su capacidad para financiar las guerras que sostenían en Europa.

Destacados historiadores y pensadores criollos como el jesuita Francisco Javier Clavijero promovieron a través de sus escritos una revaloración del pasado prehispánico afirmando que los criollos eran los auténticos herederos de las avanzadas culturas mesoamericanas así como los creadores de la rica y compleja cultura hispánica traída a América por los conquistadores en el siglo XVI. Por todo ello, este grupo de la sociedad novohispana acariciaba el sueño de formar una nueva patria alejada completamente del dominio español. Las aspiraciones independentistas de los criollos se vieron de pronto favorecidas por graves incidentes suscitados en España. El poderío militar hispano con todo y el apoyo de sus posesiones americanas tuvo que ceder ante el expansionismo de naciones vecinas. En 1808 el pujante ejército francés capitaneado por el Emperador Napoleón Bonaparte invadió la península ibérica. Como reguero de pólvora llegó a América una alarmante noticia, la corona de España había sido removida de la cabeza del auténtico rey, Carlos IV, a la de un hermano de Napoleón, José Bonaparte, el dominio español en América se aproximaba a su fin.

Debido a la situación que se vivía en España a consecuencia de la invasión napoleónica, el virrey de la nueva España José de Iturrigaray, convocó en 1808 a una junta con las autoridades coloniales en la cual el ayuntamiento propuso que la colonia se gobernara por medio de un congreso representativo mientras Napoleón invadía la España. El Virrey Iturrigaray estuvo de acuerdo con esas medidas y convocó a un congreso consultivo nacional con la finalidad de

El movimiento independentista fue resultado de una serie de acontecimientos económicos, políticos y sociales que se gestaron a lo largo de todo el periodo colonial y que culminaron con el movimiento armado de 1810. Las causas que lo originaron fueron de carácter interno y externo, como se verá a continuación.

Internas: a) La diferencia de las clases sociales, que hacía que el indio y las castas fueran tratadas con gran injusticia, b) la riqueza y los cargos más importantes del gobierno se encontraban en manos de los peninsulares y c) el surgimiento entre los criollos ilustrados de la idea de independencia para gobernar ellos como americanos que eran.

Externas: a) La explotación desmedida de la colonia, por parte de España, b) la influencia en los criollos de la Ilustración, los ideales de la Revolución francesa y la independencia de las Trece Colonias inglesas que se integraron en una federación, y c) la invasión de Napoleón a España.

Debido a la situación que se vivía en España a consecuencia de la invasión de Napoleónica, el virrey de la Nueva España José de Iturrigaray convocó en 1808 a una junta con las autoridades coloniales, en la cual el Ayuntamiento propuso que la colonia se gobernara mediante un congreso representativo mientras Napoléon invadiera España; Iturrigaray estuvo de acuerdo con estas medidas y convocó a un Congreso Consultivo Nacional, con la finalidad de formar un gobierno independiente. Sin embargo, una fracción importante de españoles poderosos no estuvo de acuerdo y dió un golpe de Estado destituyendo al virrey Iturrigaray y colocando en su lugar a Pedro Garibay quien desató la represión y la persecución en contra de los criollos que pugnaban por la autonomía.

Fue entonces cuando en diferentes partes de la colonia se comenzaron a descubrir distintas conspiraciones que fueron disueltas, hasta que el 15 de septiembre de 1810, el cura Miguel Hidalgo a punto de ser detenido convocó al pueblo de Dolores a levantarse en armas contra del gobierno. El pueblo harto de 300 años de dominación respondió al llamado y se formó un ejército formado por más de 600 campesinos mal armados y unos cuantos militares dirigidos por Ignacio Allende. Se creó así el primer ejército insurgente. Estos se dirigieron rumbo a Guanajuato, donde se le unieron muchos indígenas y los trabajadores mineros.

Siguieron entonces rumbo a la capital con la intensión de tomarla, y en el monte de las Cruces, se llevó a cabo un enfrentamiento con las tropas españolas, las que fueron vencidas. A punto de tomar la capital, Hidalgo decidió no hacerlo regresando a Celaya en donde el ejército insurgente se dividió, la mitad se fue con Allende a Guanajuato y el resto con Hidalgo hacia Valladolid (hoy Morelia). El 11 de noviembre cayeron en poder de los insurgentes Guadalajara, San Luis y Zacatecas.

Por esos días Hidalgo decreta la abolición de la esclavitud, el reparto de tierras y el cese de los tributos que pesaban sobre indios y mestizos. En Guadalajara, se le une Ignacio Allende, juntos logran numerosas victorias sin embargo el ejército español se fortalece con tropas y armas y en la batalla de Puente de Calderón vencen a los Insurgentes, por lo que tuvieron que huir rumbo al norte, hasta que, cuando se dirigían a Monclova, Hidalgo y Allende fueron capturados por Calleja y fueron llevados a Chihuahua, en donde fueron ejecutados.

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