INSTITUTO POLITECNICO NACIONAL Y SU HISTORIA

Los Colores del IPN Para conocer el porque los colores que identifican al Instituto Politécnico Nacional (Guinda y Blanco), hay que remontarse un poco en el pasado, concretamente al mes de febrero de 1937. En esa época los jugadores de Football Americano de la institución politécnica carecían de una identidad propia en la Categoría Mayor, por lo que determinaron por votación elegir los colores que en el futuro los distinguirían a nivel nacional del resto de las escuelas. La mayoría de los jugadores pertenecían a la entonces Escuela Superior de Comercio y Administración (ESCA) cuyo plantel se ubicaba en ese entonces en la Plaza de la Ciudadela. Esta escuela, por muchísimos había ostentando en sus jerseys los colores Guinda y Blanco; era, además la decana de todas las escuelas técnicas oficiales que un año antes, en 1936, se aglutinaron para crear el Instituto Politécnico Nacional (IPN) y la "propietaria de esos colores". Tras la votación, se determinó pedir a la escuela que cediera el Guinda y Blanco, por lo que la ESCA Ciudadela tuvo que adoptar el rojo y blanco, los que hasta la fecha la caracterizan. Fue así como el 6 de marzo de 1937 por primera ocasión en la historia saltó al emparrillado el equipo del Instituto Politécnico Nacional vistiendo los colores Guinda y Blanco en el ya desaparecido Estadio Nacional de la colonia Roma Sur. Se trataba del debut del IPN en la categoría intermedia con una escuadra fundada por el profesor Salvador "Sapo" Mendiola Salazar. La fecha era histórica para los estudiantes del IPN, quienes sin embargo tuvieron que sufrir una afrenta al perder en esa ocasión ante la escuedra de los "Osos" de la Escuela Nacional Preparatoria No. 1 de la UNAM, de San Ildefonso, con un apretado marcador de 6 a 0. Era este también el nacimiento de una rivalidad que perdura hasta nuestros días y que se acrecentaba año con año debido a que el equipo de San Ildefonso siempre se caracterizó por ser una escuadra muy poderosa.

LA MASCOTA DEL IPN

Es tradición que en todas las instituciones de educación superior y particularmente los equipos deportivos, elijan una mascota, la del IPN es un burro blanco. La razón es muy particular; se conocen por tradición oral diferentes versiones que al paso del tiempo se funden entre la realidad y el mito. Una de las más conocidas, es la que al establecer los límites del terreno donde se estaba construyendo el IPN, en la Ex Hacienda de Santo Tomás por los años 30, quedó encerrada una burra blanca, al ser descubierta por los estudiantes e integrantes del primer equipo de fútbol americano la tomaron como su mascota.

Con el paso de los años, la burra se convirtió en uno de los símbolos del Politécnico, fundamentalmente en el ámbito deportivo.

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