Idea De La Soberania

ÍNDICE

INTRODUCCIÓN 2

MOVIMIENTO INDEPENDENTISTA. 3

LEALTAD AL REY 3

DEBILIDAD DEL IMPERIO ESPAÑOL 5

JUNTA SUPREMA DE CARACAS (1810) 6

LUCHA ENTRE CLASES DOMINADAS: INDIOS, MESTIZOS Y NEGROS. 6

LA CONCEPCIÓN DE LA ESCUELA PÚBLICA EN EL MAESTRO SIMÓN RODRÍGUEZ. 8

CONCLUSIÓN 9

BIBLIOGRAFÍA 10

INTRODUCCIÓN

En la presente investigación estaremos hablando y analizando el tema presente de nuestra exposición y lo que se entiende como “La idea de soberanía”, para entender nuestro pasado nos introducimos en los principales documentos que hay de la historia y las batallas que permitieron el logro de nuestra independencia. Igualmente en este presente encontrarás información valiosa que te revela sus causas y efectos que nos dejaron sus ideales como protagonistas en un determinado tiempo; y así con ellos transcurrieron hechos que marcaron nuestra historia logrando obtener la independencia.

La soberanía se comprende como aquella facultad que posee cada estado de ejercer el poder sobre su sistema de gobierno, su territorio y su población; a su vez estaremos desarrollando temas que lo envuelven como los movimientos independentistas, analizamos los sucesos que ocurrieron en año 1810 en Venezuela, otro tema de interés que resalta en este presente es la junta suprema de caracas donde te presentamos un resumen de sus hechos ocurridos para la fecha y por ultimo encontraras un gran tema de interés la lucha entre clases dominadas como son los indios, los mestizos, los negros.

MOVIMIENTO INDEPENDENTISTA.

LEALTAD AL REY

Las crisis sociales y políticas y los conflictos bélicos que sacuden al mundo occidental (independencia de los EEUU 1775 – 1783, Revolución Francesa 1789 - 1799 y las guerras del Imperio Napoleónico 1804) agitan profundamente a Venezuela, contribuyendo en la maduración del sentimiento nacional. Las proclamas del Congreso de Filadelfia, de los años 1775 y 1776 son traducidas en Caracas por profesores de la universidad desde 1777. En 1781, el levantamiento de los Comuneros del Socorro (Colombia 1780), tienen eco en la región andina venezolana (La Grita, San Cristóbal, Ureña, Mérida, Trujillo) cuyos habitantes protestan contra los abusos de la Corona y de sus funcionarios. En 1795, los negros esclavos y libres de la región de Coro, apoyados por indios y mestizos, saben de la rebelión popular que ha estallado en Haití (1791) y se alzan contra las autoridades españolas y los blancos criollos, proclamando “la ley de los franceses”, se trató de un movimiento social que fue ahogado en sangre.

Estos movimientos no buscan fundamentalmente la independencia nacional, sino combatir el orden social imperante que los mantenía oprimidos y excluidos. Más adelante en la guerra de independencia, este papel lo desempeñan los llaneros y otros habitantes del país, que primero siguieron a Boves y luego a José Antonio Páez.

En 1797, se trama una conspiración en La Guaira y Caracas que dirigen dos criollos cultos y acomodados: Manuel Gual y José María España, con el apoyo de unos republicanos españoles que llegaron presos a La Guaira; la misma tenía como propósito proclamar la independencia de Venezuela, fundar la república y abolir las distinciones de clases. La conspiración fue descubierta y sus jefes y otros conjurados, fueron ejecutados. Este movimiento surgido en Venezuela, tenía una visión hispanoamericana.

Esta última idea es compartida por Francisco de Miranda, quien en 1781 abandona las filas del ejército español y dedica su vida a la causa de la independencia hispanoamericana; la cual creía poder alcanzar con la ayuda de las potencias enemigas de España, principalmente Inglaterra, pero no para someter estas naciones bajo su dominio, sino para que se constituyeran en naciones soberanas.

A fines de 1809 y comienzos de 1810 y como consecuencia de los sucesos de Bayona (1808), la situación de los patriotas españoles se había agravado, el ejército francés ocupaba gran parte de la península ibérica. El Consejo de Regencia se refugió en la isla de León cerca de Cádiz; todas estas noticias llegaban a la Capitanía General de Venezuela por buques procedentes de Europa, lo cual presagiaba una inminente caída del reino Español en manos de los franceses. Esta situación hizo crisis en 1808 cuando los blancos criollos solicitaron al capitán general interino, Juan de Casas, formar una junta de gobierno en la cual ellos tomaran el poder, pero sin modificar el orden social. En esta conspiración intervienen dos generaciones de mantuanos: La de los Padres y la de los hijos; estos últimos se reunían en la Cuadra Bolívar junto al río Guaire y sus acciones eran más radicales. Esta acción no prosperó y el capitán general puso preso a los más exaltados y a otros los confinó en sus haciendas en las afueras de Caracas. La Conspiración tuvo consecuencias importantes como la introducción de la imprenta en Caracas y la publicación del primer periódico en la Capitanía General de Venezuela, llamada La Gaceta de Caracas a cargo de Andrés Bello.

El 19 de abril de 1810, renace la conspiración de los mantuanos, quienes se aseguraron la cooperación de muchos jefes militares que comandaban los batallones de veteranos o las milicias, así como el apoyo de los notables, los intelectuales, parte del clero y otros sectores de la sociedad. En la Casa del Cabildo (Concejo Municipal), se celebra una sesión extraordinaria para tratar las noticias procedentes de España, donde se establece el derrumbe total de la monarquía española; por ende, los notables caraqueños proponían constituir una junta similar a la de España Europea, a fin de dirigir los destinos de la Capitanía General de Venezuela. Ante ello el capitán general, Vicente Emparan, se retira del Cabildo con la excusa de que su presencia es necesaria en la catedral de Caracas, ya que es jueves santo; pero a las puertas de ésta, Francisco Salias se interpuso y tomándolo del brazo lo conminó a regresar al Cabildo. La multitud o un grupo de conjurados apoyaron la actitud de Francisco Salias; ante la osadía de éste, los soldados que formaban la guardia del capitán general, hicieron ademán de apercibir sus armas, pero una orden tajante del oficial que los mandaba los mantuvo firmes en sus puestos sin intervenir. Emparan comprendió lo que ello significaba y regresó al Cabildo acompañado de los alcaldes, regidores y notables, mientras que la plaza mayor se llenaba de gente de todas

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