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Ideas Principales Los Picaros. Pecadores, Victimas E Inocentes. Los Homosexuales En La Edad Moderna"


Enviado por   •  29 de Enero de 2012  •  2.072 Palabras (9 Páginas)  •  1.607 Visitas

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IDEAS PRINCIPALES

• En un primer momento (comienzos del siglo XVI) el ser pobre era considerado una gracia divina, pero a medida que pasaban los años, estos (los pobres) se convirtieron en un problema de orden público, fuente de holgazanes, mendigos y delincuentes. La pobreza era considerada un mal que podía afligir a todos. Habían ciertos tipos de personas y edades con mayor propensión a la pobreza, además de haber diferentes tipos de pobreza, tales como pobres verdaderos y falsos; pobres de solemnidad y pobres vergonzantes. Juan Luis Vives realizó una propuesta para enfrentar el problema de la pobreza, el cual fue la sustitución del derecho tradicional del mendigo a la limosna, por el derecho del pobre al trabajo, lo que provocó una gran debate en España (leyes de 1540), surgiendo grupos defensores, que pretendían que éstos (los pobres) dispusieran de sí mismos y pudieran vagar libremente; y grupos detractores, que los consideraban simples delincuentes.

• Miguel Giginta, en sus obras planteó que el problema a resolver para disminuir el número de pobres, era la ineficacia de la red hospitalaria, dirigiendo sus críticas de manera férrea hacia la Orden San Juan de Dios y a sus inoperantes ordenes eclesiásticas, aludiendo a un aprovechamiento y utilización de sus recursos, tal y como lo describe Andrés Laguna: “las raciones se ciernen de esta manera: la mitad se toma el patrón, y lo queda, parte toma el mayordomo, parte el escribano; al cocinero se le paga un poco, al enfermero otro; el enfermo come sólo el nombre de que le dieron gallina” (p. 38). La propuesta de Giginta fue la creación de Casas de Misericordia, una hospitalidad nueva para recoger a los pobres pero sin encerrarlos. En estas casas de acogida se les daría atención y trabajo. Las ideas de Giginta se llevaron a cabo pero tuvieron una corta duración, a excepción del hospital Barcelonés, por lo cual se siguió con el modelo de la caridad. En fin, por diferentes razones en la España moderna pervivió la concepción de pobreza a lo largo del siglo XVIII.

• Cristóbal Pérez de Herrera, años más tarde, propuso la protección de los verdaderos pobres, la eliminación de los simuladores y el refugio de los pobres, para él, era el trabajo la única solución a la pobreza. Su equivocación radicó en que pensó que habría trabajo para todos. Debido a esto sus ideas no se llevaron a cabo, sin embargo tomó importancia el tema de los falsos pobres, quienes a través de sus engaños conseguían dinero. Muchos de los pobres de la época, provenían del campo, motivados por la libertad, el anonimato, las aventuras o la riqueza que ofrecían las grandes urbes. A fines del siglo XVI y comienzos del XVII, hubo un desmesurable crecimiento de la pobreza, crisis motivada principalmente por los inmigrantes del campesinado, por lo que las dificultades para sobrevivir eran enormes. Consecuencia de esto, fue que las calles se llenaron de vagabundos y pordioseros que hicieron de la limosna un sustento.

• El ser pícaro fue una respuesta a la situación de pobreza, hambre y abandono que afectaba la época. El pícaro era un tipo solitario, que luchó por su supervivencia. Muchos de ellos fingidos (falsos) y en su mayoría pobres, un ser inadaptado que podía vivir al margen de la sociedad o integrado a ella. Los picaros fueron nómadas y parásitos, vagabundos y criados, delincuentes, torpes e ingeniosos. El arte picaresco fue practicado por todos las clases sociales. La novela picaresca, expresaba el mundo de la calle, era un fiel reflejo de las necesidades y penurias de la época; y del ingenio e instinto de supervivencia de los pícaros, hecho muy atrayente para los lectores, y lo que significó el éxito de este estilo literario.

• Los viajes en aquella época eran muy peligrosos (los viajeros estaban expuestos al robo y al despojo) y condicionaban el vivir de los pícaros, estos viajes estaban llenos de andanzas y peripecias que significaban una especie de escuela de la calle para estos niños, que en este ambiente se fortalecían física y mentalmente, algo muy importante para poder desenvolverse en tan hostil escenario. Ventas y posadas, entre tanto ir y venir de viajeros fueron parte de lo que encontraron. Un elemento que los unía era el abandono de su lugar de origen. Dentro de estos viajes un punto de unión de estos aventureros niños, era el camino que unía Sevilla y Madrid. Una de las causas de las dificultades de los viajes de la época, era el constante deterioro de los caminos, debido a los insalvables obstáculos geográficos. Otras causas eran los impositivos peajes de aquel periodo, tales como: portazgos, pontazgos, derechos de barcaje etc., y la inevitable dependencia de recursos ajenos: posadas, ventas, postas y caballos. La mala fama de las ventas, era una tónica de la época, como decía Mateo Alemán: “¡Qué de robos, qué de tiranías, cuantas desvergüenzas, qué de maldades pasan en ventas y posadas”(p. 48) , aun a pesar de esto, y de estar muy mal abastecidas, las ventas solían disponer de pan, vino y huevos. Pese a la pobreza y carestías de este tiempo, se viajaba mucho.

• La falta de higiene en los habitantes de la época era una contante, todo apestaba en esta época, los niños estaban repletos de piojos y era creencia en la época dejar algunos para evitar la mala sangre. Todo apestaba, campesinos, artesanos, médicos, nobles, clérigos, todos vivían en condiciones de higiene muy precarias. Desde épocas medievales, el rechazo al agua para el aseo personal comenzó a aumentar, y el uso de los baños públicos era considerado transgresor. Para que se ofreciese una imagen de limpieza, el simple cambio de camisa era suficiente, pues se consideraba que las impurezas y secreciones se pegaban a la ropa, por lo cual los grupos más enriquecidos exhibían ropajes limpios y de calidad, mientras que la población más humilde tenía que contentarse con paños sucios y dañados. Los harapos de Rincón y Cortado, nuestros niños pícaros de la novela de Cervantes, llevaban harapos y su color oscuro, eran el testimonio más vivo de su pobreza. Los vestidos servían para clasificar o distinguir a los habitantes de una ciudad, dentro

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