Imperio Napoleonico
Enviado por loreg • 18 de Noviembre de 2013 • 2.593 Palabras (11 Páginas) • 552 Visitas
EL IMPERIO NAPOLEÓNICO
1. EL CONSULADO (1799-1804)
Con el golpe de Estado del 18 Brumario se instala en Francia un nuevo régimen asentado sobre las ruinas del anterior y representado por la dictadura personal de Napoleón, que es nombrado Primer Cónsul. El nuevo Gobierno se establece sobre una nueva configuración de la sociedad -resultado del proceso revolucionario- y su futuro depende tanto del restablecimiento de la paz exterior como de la pacificación interior.
2. EL GRAN IMPERIO (1804-1812).
Desde mayo de 1804 a abril de 1814 s extiende el periodo imperial en cuyo desarrollo pueden distinguirse dos fases: unos primeros años de plenitud imperial en Francia y en Europa, con la construcción del Gran Imperio; luego, una etapa final, entre 1813 y 1814, con el Imperio a la defensiva y que lleva a la derrota final.
Guerra y expansión contra las coaliciones
Como señala Godechot, la guerra provocó, junto con otros factores, la creación del Imperio que durante toda su existencia no iba a verse libre, salvo en cortos periodos de tiempo, de este fenómeno constitutivo de su origen. Durante los diez años que dura el Imperio, las guerras van a ser continuas entre la Francia napoleónica, considerada revolucionaria y perturbadora para la mayor parte de Europa, y las monarquías europeas, aliadas en diversas coaliciones, que contaban a su favor la fuerza de la continuidad histórica absolutista y de los levantamientos nacionales populares. En el momento de reiniciarse la guerra entre Inglaterra y Francia en 1803-04, Europa está dividida en tres grandes conjuntos que señala Godechot. Por un lado, Gran Bretaña, sola, que toma la iniciativa en el conflicto contra Napoleón; por otro lado, las potencias neutrales (Estados alemanes, monarquías escandinavas, Rusia, Imperio turco, sur de Italia y Portugal); finalmente, Francia y sus vasallos y aliados: el reino de Italia, el reino de Etruria, Confederación Helvética, Holanda y España. La guerra, como ya se ha dicho, se reanudó a mediados de 1803 entre Francia e Inglaterra, rompiendo la paz establecida en Amiens (1802), al plantearse el enfrentamiento de intereses y mostrarse Inglaterra preocupada por la expansión francesa. En el fondo, lo que se enfrenta es el intento, por parte de Francia, de romper este equilibrio que permitía al Reino Unido el dominio de Europa continental. En un primer momento, Francia intenta la conquista directa (1796-1805), sin conseguir realizar los proyectados desembarcos. En segundo lugar, a través de la destrucción de las rutas hacia las colonias que lleven al agotamiento (Egipto, 1798). En tercer lugar, se intenta el estrangulamiento económico por medio del Bloqueo continental (Decretos de Berlín, 1806 y Milán, 1807). Pero, en este duelo, que llena todas las guerras y coaliciones, acabaría por imponerse Inglaterra. La guerra naval iniciada en 1803 entre Francia e Inglaterra lleva a dos hechos importantes en 1805. En este año se inicia la “Tercera coalición” contra Napoleón, integrada por Inglaterra, Rusia, Austria, Nápoles y Suecia) y, en octubre de 1805, se produce la decisiva Batalla de Trafalgar, cuyo resultado rompería definitivamente los planes de desembarco en las Islas Británicas. La guerra contra la Tercera Coalición se desarrolla durante el año 1805 y supone el comienzo de la organización del Gran Imperio en Europa. Napoleón vence a Aujstris y Rusia en Ulm (octubre de 1805) y Austerlitz (diciembre), con lo que se firma la Paz de Presburgo, que obliga a Austria a realizar concesiones territoriales. Durante 1806, Napoleón toma medidas sobre el Gobierno imperial francés en Europa: su hermano José es nombrado Rey de Nápoles; Luis de Holanda y desaparece el Sacro Imperio Romano Germánico, que es sustituido por la Confederación del Rhin. Ante el poder creciente de Napoleón se forma la Cuarta Coalición, integrada por Inglaterra, Rusia y Prusia. La campaña militar da ocasión a nuevas victorias napoleónicas, como Jena y Averstaed, en las que derrota a Prusia, y Friedland, donde derrota a Rusia.
La Paz de Tilsit (julio de 1807) supone la derrota de Rusia y Prusia, igual que Presburgo había supuesto la de Austria. Las provincias occidentales de Prusia pasan a formar parte del nuevo reino de Westfalia entregado a Jerónimo Bonaparte y las orientales dependen del Gran Ducado de Varsovia. El resto de Prusia es ocupado por tropas francesas. Rusia queda aislada dentro del continente y se verá obligada a aliarse con Francia. A partir de estos momentos, Napoleón no tiene más enemigo directo que Inglaterra e, imposibilitado de realizar cualquier desembarco, emplea la táctica del estrangulamiento económico mediante la política de bloqueos (Decretos de Berlín, 1806 y Milán, 1807). Napoleón se ve obligado a realizar nuevas intervenciones militares entre 1807 y 1808, como son las ocupaciones de España y Portugal, en Toscana y los Estados Pontificios. Las dificultades napoleónicas en la Península Ibérica, en la que interviene Gran Bretaña, son aprovechadas por Austria que en su propósito de recuperación nacional forma con Inglaterra la “Quinta coalición”, en 1809. Nuevas victorias francesas consolidan el poder napoleónico en Europa. Napoleón derrota a Austria en Wagram. Ocupa la capital y firma la Paz de Viena, por la que Austria cede Trieste y Croacia a Francia y parte del Galitzia al Gran Ducado de Varsovia. Además,se concierta la boda de Napoleón, divorciado de Josefina, con María Luisa de Austria (abril de 1810). Napoleón alcanza así el apogeo de su poder que se materializa en la estructuración del Gran Imperio europeo.
3. ORGANIZACIÓN Y ESTRUCTURA DEL GRAN IMPERIO
El Gran Imperio Napoleónico, extendido por casi toda Europa alcanzó su mayor extensión, así como su plenitud política, entre 1809 y 1812. Son los años de esplendor del poder napoleónico que había impuesto su sistema político, por dominio o por alianzas, a la práctica totalidad del continente europeo. La organización y estructura del Gran Imperio resulta compleja.
El núcleo del Gran Imperio era el Imperio Francés, integrado por 130 departamentos que englobaban, además de Francia, los territorios de Bélgica, Holanda, Renania, el norte de Alemania, Piamonte, Toscana y Roma. En torno al Imperio francés, y bajo la dirección del mismo, gravitaban los Estados vasallos y protegidos, como eran: el reino de Italia, las provincias Ilíricas, la Confederación del Rhin (formada por 36 Estados del centro y sur, con Napoleón como protector), la Confederación Helvética y el Gran Ducado de Varsovia. Por otro lado, formando también parte del Gran Imperio, existían los llamados Estados familiares: el Reino de Holanda (con Luis Bonaparte de soberano, hasta que en 1810 se integró en el Imperio), el reino de Nápoles con Murat, el reino de Westfalia con
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