Industria e imperio - La revolucion industrial
Enviado por bishodavid • 28 de Mayo de 2016 • Resumen • 1.252 Palabras (6 Páginas) • 452 Visitas
Industria e imperio
Capitulo III: La revolución industrial
Hablar de revolución industrial, es hablar de algodón. La revolución industrial británica no fue de ningún modo solo algodón ni siquiera solo tejidos, y además el algodón perdió su primacía al cabo de un par de generaciones. Sin embargo fue el indicador del comercio industrial, las fábricas no las colmaron hasta la segunda mitad del siglo.
La manufactura del algodón fue un producto secundario derivado de la dinámica corriente de comercio internacional sobre todo colonial. Ocasionalmente irrumpió en los rentables mercados de Europa y de los estados unidos, peros las guerras y el alza de la competición nativa freno esta expansión y esta industria regreso a determinadas zonas no desarrolladas. Fue la mejor industria algodonera del mundo pero acabo como había empezado al apoyarse no en su superioridad competitiva , si no en el monopolio de los mercados coloniales subdesarrollados. Tras la primer guerra mundial la industria algodonera británica tenia los días contados.
El problema técnico que determino la naturaleza de la mecanización de la industria algodonera fue el desequilibrio entre la eficiencia del hilado y del tejido. Las factorías algodoneras fueron esencialmente hilanderías.
El tejido se mantuvo a la par de innovaciones multiplicando los telares y tejedores manuales aunque en los 80s se había inventado un telar mecánico, ese sector de la manufactura no fue mecanizado hasta pasadas las guerras napoleónicas, mientras que los tejedores habían sido atraídos con anterioridad a tal industria , fueron eliminados de ella recurriendo al puro expediente de sumirlos en la indigencia y sustituirlos en las fábricas por mujeres y niños. Sus salarios de hambre atrasaban la, mecanización del tejido. Así pues los años comprendidos entre 1815 y la década del 40 conocieron la difusión de la producción fabril por toda la industria y su perfeccionamiento por la introducción de las máquinas automáticas. Apenas y necesito la potencia del vapor con rapidez y en mayor extensiones que otras industrias.
La primera etapa de la revolución industrial fue un tanto primitiva, no porque no se dispusiera de mejor ciencia y tecnología, lo fue tan solo porque la aplicación de ideas y recursos sencillamente nada caras podía producir resultados sorprendentes la novedad no radicaba en las innovaciones sino en la situación política que encaminaba el pensamiento de los hombres hacia problemas solubles.
Esta situación fue muy afortunada ya que dio a la revolución industrial inicial y la puso al alcance de un cuerpo de empresarios y artesanos cualificados, no especialmente ilustrados sutiles, ni ricos en demasía que se movía en una economía floreciente y en expansión cuyas oportunidades podían aprovechar con facilidad. Esta situación minimizo los requisitos básicos de especialización, de capital, de finanzas a gran escala o de organización y planificación gubernamentales sin lo cual ninguna industrialización es posible.
Un nuevo sistema industrial basado en una nueva tecnología, surgió por una nueva combinación de la vieja y de la nueva.
El capital acumulado en la industria sustituyo a las hipotecas rurales y a los ahorros de los posaderos, los ingenieros a los inventivos constructores de telares, los telares mecánicos a los manuales, y un proletariado fabril la combinación de unos pocos establecimientos mecanizados con una masa de trabajadores domésticos dependientes.
En las décadas posteriores a las guerras napoleónicas los viejos elementos de la nueva industrialización fueron retrocediendo gradualmente y la industria moderna paso a ser, de conquista de una minoría pionera, a la norma de vida.
Hay que mencionar dos consecuencias: la primera hace referencia a la descentralizada y desintegrada estructura comercial de la industria algodonera, producto de su emergencia a partir de las actividades no planificadas de unos pocos. La segunda consecuencia fue el desarrollo de un fuerte movimiento de asociación obrera en una industria caracterizada normalmente por una organización laboral inestable o extremadamente débil, ya que empleaba una fuerza de trabajo consistente sobre todo en mujeres y niños, e inmigrantes no cualificados.
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