Institución Jurídica en “La Ilíada”

Institución Jurídica en “La Ilíada”

El arbitraje

La Ilíada es una de las Epopeyas griegas,  atribuidas a Homero, reflejan en sus versos contextos de la vida helena (la guerra y la paz);  se muestran las estructuras políticas de la antigua Grecia, las costumbres y hábitos de la sociedad griega, el poder de los reyes y  sus potestades, así como los deberes de los ciudadanos, y su estructura moral e intelectual.

Dentro del contexto de las Epopeyas, la forma de gobierno manifiesta era  la monarquía de clan o aldea, comprendían doce reinos, los reyes estaban encargados de controlar los campos y guiar a sus súbditos con las labores diarias.

El proceso jurisdiccional previo en Grecia se basa en el hábito de resolver disputas entre individuos, recurriendo al arbitraje del rey señalada en “La Ilíada”. Con la consolidación de las ciudades se crean los tribunales, órgano clave del sistema democrático, ya que controlaban a los magistrados y la Ley; sentenciando en casos judiciales tanto civiles como criminales.

El arbitraje moderno  es una institución de naturaleza jurisdiccional de resolución de conflictos, el árbitro dirime la controversia. Existiendo dos partes en el procedimiento del arbitraje: la primera denominada convenio arbitral que contiene el convenio de las partes sobre la presentación ante un árbitro elegido y sobre la atención a los requerimientos de colaboración; además, contiene el acuerdo sobre cumplimiento de la sentencia arbitral y la segunda es el acuerdo celebrado entre las partes y el árbitro, consiste en la aceptación del proceder del árbitro por encargo de las partes.

A efectos que la ley otorga al laudo arbitral, esto es, la cosa juzgada. El arbitraje es aquella forma privada de resolver controversias, alternativa al poder judicial, a través de la decisión definitiva de un tercero (el árbitro) elegido por las partes, que tiene igual valor legal que una sentencia judicial firme.

En la Grecia antigua, se le negaba a las partes el buscar la realización de sus intenciones por sí mismos mediante el uso de la fuerza; siendo exhortados a someter sus casos a las autoridades  designadas con las potestades para conocer de sus intenciones y pronunciarse con fallos obligatorios.

Dentro del contexto histórico de “La Ilíada”,  la clase de arbitraje que se utilizó fue el arbitraje voluntario, es cuando las partes acuden al arbitraje por propia decisión y excluyéndose de la jurisdicción estatal, se someten a terceros particulares que ellas mismas eligen. Presente en el siguiente caso^[1]:

“A vosotros, príncipes de los Aqueos os pido que hagáis justicia entre los dos, juzgad con equidad, sin pretender ayudar a ninguno, sino como os aconseje vuestra conciencia, porque no me gustaría que nadie pensara que Menelao arrebató el premio de Antíloco valiéndose de su preeminencia.”

...