Intento de estatizacion de la banca

Intento de estatización de la banca (1987)

El 28 de julio de 1987, el presidente de ese entonces, Alan García, daba el mensaje a la nación frente al Congreso de la República y en directo a todo el país, donde presentó el proyecto de estatización de la banca. Este programa heterodoxo proponía reservar la actividad crediticia, financiera y de seguros a manos del Estado como un primer paso para la democratización real de la economía peruana, es decir, exigía la reinversión de las ganancias que los empresarios habían obtenido con el aumento de la demanda para generar empleo y la economía no se detuviera.

Como consecuencia de esta decisión, llegaron las críticas a la Estatización de la Banca en los medios de derecha y únicamente los medios de izquierda y del aparato aprista aplaudieron la medida. Asimismo, los sectores altos y medios de la población se mostraron reacios a esta ley y se despertaron grupos de oposición destacando a la personalidad Mario Vargas Llosa entre los opositores.

En el aspecto legal, el gobierno inició las intervenciones de esta Ley, el 29 de julio del mismo año, en el Diario Oficial “El Peruano” se publicó el Decreto Supremo N° 158-87-EF, por medio del cual se decretó la intervención gubernamental en 10 empresas bancarias, 6 financieras y 17 compañías de seguros. Todo esto tuvo como consecuencia la toma de acciones de amparo que fueron tomadas por el Poder Judicial. Del mismo modo, la norma fue objeto de revisión por parte del Senado y a partir de esto se neutralizaron sus efectos, a la vez que se incorporaron en la Ley los artículos 13 y 14, que permitieron que los grupos económicos evitaran que el gobierno tome el control de las entidades sujetas a la Ley, al “democratizar” la propiedad de las empresas, es decir, transferir la mayor parte del accionariado a sus empleados.

Además, la resistencia de los sectores mediante manifestaciones de gran conglomerado tuvo gran efecto, este fue un momento crítico en la política peruana, ya que desde ese momento la derecha renace en el terreno político y obtiene un mayor respaldo de alguna parte de la población. Por otro lado, los partidos de izquierda se vieron tremendamente afectado, al igual que los partidos de centro.

Finalmente, la estatización no llegó a ser efectiva, aunque marcó un antes y un después en el gobierno de Alan García, puesto que, la empresa y banca privada ya no confió más en el gobierno aprista.

Conclusión:

La estatización de la Banca pretendía redimir la reputación de un gobierno en riesgo a consecuencia de la inadecuada dirección económica del país. Por fortuna, por diversas causas que han sido detalladas, la disposición no se logró precisar de forma tal que genere un resultado perjudicial en el país.

Referencia Bibliográfica:

Machuca J. (julio, 2017). Parthenon. Recuperado de https://bit.ly/2JFzJI2 

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