Jean Baptiste Say exponía que el empresario no es un factor más para producir sino que es el centro del proceso económico

Jean Baptiste Say exponía que el empresario no es un factor más para producir sino que es el centro del proceso económico y que toda oferta tenía su propia demanda, es decir, que mientras más se producía más se ganaba. Su mayor implicancia era que en un sistema libre de mercado no era posible que exista la sobreproducción. Si el mercado se saturaba debido a la sobreproducción, el precio sería más bajo que su costo.

En cambio, Jhon Stuart Mill, no solo creía en el crecimiento de la producción en si, sino en el auge que debía tener cada persona para llegar a la satisfacción total en su calidad de vida. Explicaba que el hombre no debía de someterse a trabajar por largas horas en algo que no le gustara con el fin de obtener sus necesidades más básicas como si fuera un animal. Proponía que se debía de tratar de cambiar los bajos salarios a altos para combatir la pobreza, puesto que a los patrones no les importaba que estos pagos se mantuvieran en lo mínimo y que los más necesitados no llevaran una buena calidad de vida.

Se enfocaba en que el estado trate de fomentar la satisfacción de todos los individuos, creía que se debía de dar una nueva dirección con relación al hombre y la posición que tiene en la sociedad.

Robert Maltus, hacía énfasis en su ensayo sobre los principios de la población que llegaría un día en que la población sería mayor que los medios que se tuviesen para subsistir. La solución a esto era el control de la natalidad a toda costa como anterior mente Jhon Stuart Mill había difundido métodos anticonceptivos para la mujer.

Afirmó que la capacidad de crecimiento de la población es mayor que la capacidad de la tierra para producir alimentos para el hombre. Tenía cierto pesimismo en cuanto al futuro de la especie humana a diferencia de los demás, puesto que en algún tiempo no tendrían medios para satisfacer sus necesidades si no se controlaba la natalidad.

Kimberly Arias.

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