Jefes, cabecillas, abusones

Daniel Ferro Gutiérrez

Jefes, cabecillas, abusones

El sistema por el que se ha regido, se rige y se dirigirá la humanidad suele resultar complejo en diferentes aspectos y usualmente los textos más confiables para leer acerca del tema resultan ser artículos o libros bastante complejos, que requieren un alto nivel de comprensión lo que con regularidad causa que se desinterese del tema fácilmente, en cambio este texto habla de manera un poco más coloquial y entendible, como narrando una historia lo que va haciendo interesante la lectura.

Los seres humanos comenzaron su organización como pequeños grupos, aldeas o poblados en los que poco a poco se fueron diferenciando las clases y los tipos de personas, y es que las personas se van acercando a aquellas que consideran son de su agrado por el motivo que sea.

Posteriormente van surgiendo “cabecillas” que no se pueden distinguir como líderes electos pero en la mayoría de los casos son a los que las demás personas siguen ya que estos ejercen el poder de algún tipo, estos se esfuerzan y preocupan más que el resto al sentir un peso de las demás personas para lograr un objetivo.

Cuando se comienza una mayor distinción de rango es cuando se distribuye de nuevo el orden social. Es decir que los hombres de acuerdo a sus grupos se esforzaban por aparentar mejor ante la sociedad brindando grandes festejos y cada uno lo quería hacer mejor que el anterior.

 Se fueron marcando más y más las distribuciones sociales, mayormente de acuerdo al estatus en el que se encontraban las personas, a su profesión y cándidas de poder o riqueza. Esto se conoce como las divisiones sociales.

 Por naturaleza, de acuerdo al autor, los seres humanos tenemos la necesidad de aprobación, de amor y prestigio por parte de nuestros semejantes y los lideres se caracterizan por una mayor necesidad de prestigio que los demás ya que al estar en el foco de todos desea ser reconocido de alguna manera demostrando así su capacidad para permanecer en el cargo otorgado por el resto, claro está que algunos líderes buscan este prestigio más que con su esfuerzo con bienes dados a los demás, de alguna manera convenciéndolos mediante objetos de que merecen ser alabados y son bueno. Es triste saber que las demás personas se dejan convencer así, en mi opinión una persona que vende su libre expresión, su toma de decisiones es una persona que teme a lo que el resto de la sociedad dirá, una persona que prefiere conformarse con poco a pelear y carecer de alguna comodidad.

En la búsqueda de mayor poder y prestigio los lideres buscan hacerse de bienes de otras culturas, para ellos es sinónimo de demostrar su alcance de poder, es decir que son capaces incluso ante los líderes de otros, así además advertían el poder que tenían ante el resto de los dirigentes su cantidad de riqueza y poder.

El poder se asocia con cantidad, ya sea de riqueza, de intelecto o de poder. Así que las personas en su afán por buscar este prestigio consideran que la cantidad es importante para reflejar que se encuentran en un alto estatus social, en la cima de la pirámide, en una clase alta.

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