Jose María Morelos Y Pavón
Enviado por mariamadrid27 • 19 de Octubre de 2013 • 11.282 Palabras (46 Páginas) • 1.008 Visitas
José María Teclo Morelos Pérez y Pavón (Valladolid, Michoacán, 30 de septiembre de 1765 - Ecatepec, Estado de México, 22 de diciembre de 1815) fue sacerdote y militar insurgente mexicano, que organizó y fue el artífice de la segunda etapa (1811-1815) de la Guerra de Independencia de México. Nació en Valladolid, y estudió durante los primeros años de su vida con su abuelo materno. En 1789, entró al seminario de Valladolid, donde se graduó en 1795. En 1799, fue nombrado cura de Carácuaro, donde permaneció hasta 1810.
Fue comisionado por Miguel Hidalgo, el 20 de octubre de 1810 en Charo (Michoacán), como jefe insurgente en el sur de México, encargado de tomar ciudades importantes y cortar la comunicación con los países de Asia Oriental, y su principal encomienda fue tomar el puerto de Acapulco, considerado estratégico para la comunicación de la Nueva España.1
Desde 1811, y hasta el inicio de su declive militar en 1814, Morelos, ayudado de muchos lugartenientes, logró conquistar la mayor parte del sur del país y parte del centro, en la región del actual estado de Morelos, donde se desarrolló, entre el 9 de febrero y el 2 de mayo de 1812, su acción militar más famosa, el Sitio de Cuautla, en la ciudad homónima, que lo convirtió en el principal enemigo del ejército realista.
También organizó el Congreso de Anáhuac, el primer cuerpo legislativo de la historia mexicana, cuyas sesiones tuvieron lugar en Chilpancingo (actual Estado de Guerrero) durante septiembre y noviembre de 1813. Allí Morelos presentó sus Sentimientos de la Nación. El Congreso aprobó el 22 de octubre de 1814, en Apatzingán, la primera Constitución de México, aunque Morelos después declaró que "es mala por impracticable".2
Tras varias derrotas, fue capturado el 5 de noviembre de 1815 en Temalaca,3 por el coronel Manuel de la Concha, fue juzgado por la Inquisición, y finalmente fusilado, el 22 de diciembre de 1815.
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Primeros años
En 1759, Carlos III fue proclamado Rey de España, y a partir de entonces implementó una serie de políticas liberales en las colonias y en la metrópoli. Nueva España era gobernada por Carlos Francisco de Croix, un militar de ascendencia francesa. Aún permanecían las diferencias de castas, los peninsulares ocupaban los altos puestos del ejército, la religión y la política; los criollos,4 puestos mínimos; y los mestizos5 se limitaban a seguir las órdenes de los españoles.6 Otro tipo de castas, como los mulatos, realizaban trabajos como esclavos. Valladolid era de las ciudades más desarrolladas del país, y era considerada, según los letrados de aquella época, como el "jardín de la Nueva España".7 En 1764, las reformas administrativas desarrolladas por el gobierno español otorgaron una nueva panorámica a la Nueva España. Se crea la Ordenanza de Intendentes, gobernantes regionales de las provincias; estos funcionarios dependían directamente del rey, por lo que el virrey vio mermado su poder. También, por decreto real del 25 de febrero de 1767, los jesuitas fueron expulsados del imperio español. De acuerdo con algunos historiadores, la expulsión se debió a que los jesuitas conspiraban contra el rey Carlos III.8 Según Lucas Alamán, la expulsión de los jesuitas fue producto de una conspiración de jansenistas y librepensadores franceses, que amedrentaron a Carlos III sobre el peligro de una conspiración.
El efecto de la expulsión fue desastroso para las colonias, y ventajosísimo para Inglaterra y Estados Unidos. A tal punto que, si la obra de los jesuitas en la Alta California y en Texas se hubiese acabado de desarrollar, quizá no hubiésemos perdido aquellos territorios.
Es en ese panorama, cuando el 18 de febrero de 1760 José Manuel Morelos y Robles,9 carpintero oriundo de Zindurio, una pequeña localidad predominantemente indígena, situada a una legua de distancia al poniente de Valladolid, y Juana María Guadalupe Pérez-Pavón y Estrada (1745 - 1799),10 también originaria de la población de San Juan Bautista de Apaseo, también cercana a Valladolid, se unieron en matrimonio.11
Se dice que el apellido de la familia era Sandoval, pero que en el siglo XVII se deformó debido a que vendía moras, y la gente los llamaba "Moreros", pero con el tiempo pasó a ser "Morelos".12
La pareja tuvo a su primogénita, llamada María Guadalupe, en 1761. Luego vino Juan de Dios Nicolás, en 1763, que murió en 1828;13 María Josefa Eulalia en 1770, María Antonia en 1774, José Antonio en 1778, Antonio Venancio en 1779 y su hermana menor, Juana María Vicenta, nació en 1784 y murió en 1790.
El lunes 30 de septiembre de 1765, en Valladolid, la señora Juana María de Morelos asistió a la misa dominical del día de San Jerónimo, y, al salir, sintió los dolores de parto en la calle. Solicitó auxilio a las monjas del convento de San Agustín, donde nació José María, en el pórtico del convento. El 4 de octubre de ese año fue bautizado en la catedral de Valladolid, con el nombre de José María Teclo Morelos Pavón y Pérez.
Los estudios históricos realizados en torno a la figura de los primeros años de Morelos difieren en cuanto al año de nacimiento de la hermana menor, María Antonia, pero todos concuerdan en que nace al menos diez años después que José María. También se afirma de la existencia de una niña nacida después de que el padre se retiró, y cuya fe de bautismo establece que nació el 28 de diciembre de 1784 y murió en la infancia.14
Morelos cursó sus estudios en la escuela de su abuelo, el maestro José Antonio Pavón. El padre de Morelos, tras una discusión con su madre, se marchó de la casa familiar, y llevó consigo a su hijo Nicolás. El carpintero, don Manuel, se ausentó de la casa familiar, por lo que la familia entró en una severa crisis económica. José María entró a trabajar en la región de Apatzingán, a la hacienda Tahuejo, de su tío paterno, Felipe Morelos Ortuño, ubicada en el actual Municipio de Parácuaro, Michoacán, a los catorce años.15
Nicolás siguió a su padre, quien regresó a la casa paterna a principios de 1784, y el hijo adoptó el oficio de carpintero, que ejerció en San Luis Potosí, hasta su muerte, alrededor de 1828.
José María trabajó como atajador, después como arriero y vaquero. Se instruyó en agricultura y ganadería. Morelos se hizo una herida en la nariz, persiguiendo un toro, cuya cicatriz le quedaría grabada el resto de su vida.16 Dentro de sus labores de arriero, Morelos viajó en ocho ocasiones durante los once años que duró en el campo a la Ciudad de México.
En esos años, Morelos también se dedicó a estudiar gramática, un gusto heredado de su madre. Durante ese tiempo, también asistió a fiestas, y viajaba comúnmente a Valladolid, cuando su madre
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