Juan Moreira Y El Teatro Nacional

El primer circo que funcionó en Buenos Aires fue gracias a la iniciativa del Inglés Santiago Spencer Wilde. Wilde instaló entre las calles Florida y Córdoba el "Parque Argentino" donde se presentaron los primeros espectáculos circenses con artistas nativos y los circos extranjeros que llegaban al país. El circo, por naturaleza trashumante, atraía a partir de su llegada a cada población a espectadores de extracción social popular (urbana y rural) y de todas edades; la permanencia en el lugar estaba en relación directa con la afluencia de público, por lo cual la duración de la estadía en cada localidad puede ser un dato relevante como parámetro de su aceptación. Para algunos, el primer circo netamente argentino es el "Flor América" creado por Sebastián Suárez en 1860. Otros historiadores opinan que el verdadero circo criollo nace cuando se estrena la versión pantomímica de la obra de Eduardo Gutiérrez "Juan Moreira", poniendo en juego algo de la identidad Argentina y Sudamericana, por haber sido el primero que dejó de imitar las artes provenientes de Europa. Los dos protagonistas que lograron armar la mimodrama Juan Moreira fueron: Los Hermanos Podestá y Los Hermanos Carlo.   En la familia Podestá quien tomo la iniciativa de adentrarse en ele mundo circense fue José "Pepe" Podestá. Seducido por las actividades de los circos que conoció en Montevideo, José comenzó -aun de niño- a practicar destrezas gimnásticas con un grupo de amigos. En 1873, a los quince años, instalo un primer circo improvisado con aquel grupo de compañeros. En 1874, en un local especialmente obtenido para ello, creo la cooperativa de artistas circenses "no profesionales" Juventud Unida. Paralelamente a los adelantos de José en el campo circense, iban desarrollando sus destrezas sus hermanos Juan y Antonio, a los que más tarde se sumarian Pablo y Jerónimo. En 1875 José firmó su primer contrato para gira con compañía de Félix Hénault. En 1877 trabajó por primera vez en la compañía de Pablo Raffetto, junto  con sus hermanos Juan y Antonio y Alejandro Scotti, quien seria su socio y cuñado. Podestá-Scotti trabajo exitosamente durante dos años en el Circo 18 de Julio, en pleno centro de Montevideo. En 1880 Raffetto contrato a los Podestá-Scotti para una gira por el sur de la provincia de Buenos Aires. En 1881 se los encuentra nuevamente en Uruguay. Fue ese año en que José Podestá debutó como clown bajo el nombre de Pepino el 88, práctica que asentaría en 1882 cuando, contratado por Raffetto para inaugurar el Politeama Humberto I, reemplazó a José Camilo Rodríguez, un socio anteriormente agregado a su compañía.   La Compañía de Los Hermanos Carlo llega a nuestro país, a fines del siglo XIX, oriunda de Brasil, para entretener a las masas populares que, encontraban en el circo su única forma de diversión. Tanto es el éxito que decide dar al generoso público una última función, donde se represente algo que lo identifique. Es así como, descubre con asombro, que no hay obra nativa que pueda ser representada en su picadero, porque las obras que se representan en el país provienen de Europa, especialmente de España y Francia. En 1884, por sugerencia de Alfredo Cattáneo, representante del Teatro Politeama donde se presentaban los Hermanos Carlo, Eduardo Gutiérrez autorizo la teatralización de su folletín Juan Moreira (1879-1880), e incluso selecciono los episodios que la conformarían.  La condición interpuesta por el autor fue que el protagonista tenia que ser interpretado por un actor competente en diversas destrezas físicas, "que fuera criollo, que supiera montar bien a caballo, que accionara, cantara, bailara y tocara la guitarra, y sobre todo que supiera manejar bien un facón; en fin, un ‘gaucho'…". Esta condición representó un acontecimiento nada habitual por entonces: en primer lugar inhabilitada a los actores extranjeros, quienes a partir de Caseros habían dominado la plaza teatral porteña; correlativamente, daba una relevancia inusitada al actor nacional, aunque ese elemento restara valor al término "actor" -en sentido de valorar una trayectoria, una escuela de actuación- . En síntesis, un gaucho que pudiera actuar, mas que un actor que adquiriera las habilidades de un gaucho. Así descubrieron al indiscutible Pepino el 88 - José Podestá - que sabia montar, tocar la guitarra, vestir el chiripá, llevar el poncho y pelear a lo gaucho. José Podestá que estaba trabajando con otra compañía, fue introducido a la compañía de los Hermanos Carlo.     Se creo una mimodrama, que renovó el repertorio habitual en los circos.

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