Karl Marx

“Son las condiciones materiales de existencia, es decir, si se es rico o si se es pobre, si se es libre o, en cambio, oprimido, lo que determina la manera de pensar diferente del rico y del pobre, del libre y del oprimido, y entonces habría que ver por qué hay ricos y pobres, libres y oprimidos para poder explicar las condiciones de existencia de los hombres”. Es así entonces como la condición material delimita al ser humano, pues el tener riqueza o no disponer de ella, hace que este sea aceptado o rechazado en la sociedad. Los hombres, pues, hacemos de nuestra historia según nuestra voluntad, que es la expresión de las ideas, pero estas proceden de pertenencia a una clase social determinada, por ejemplo: que sea esclavista o esclavo, que sea señor feudal o siervo, burgués u obrero.

Como sintetiza Marx más adelante en el prefacio de su libro “Contribución a la crítica de la economía política”: “no es, pues, la conciencia de los hombres la que determina su ser, es: su ser social es el que determina su conciencia”. El ser que se va formando a diario en la sociedad de acuerdo a necesidades y deseos, es aquel que está determinado por la propia conciencia, pues es cada quien que busca su propio bienestar material, el cual sigue dependiendo hoy en día de factores sociales, políticos y culturales, ya que, así sea difícil aceptar, se vive a manera de beneficio para que otros busquen una mayor felicidad, lo que a diario se va construyendo en forma de superación personal.

Esta interpretación materialista, permitió descubrir la base de la vida social y las leyes que determinan su desarrollo. El materialismo histórico, después de tomar como punto de partida el eje fundamental de toda sociedad humana: el modo o manera de obtener los medios de vida o subsistencia, pone en conexión o relaciona con este modo de producir los medios de subsistencia las relaciones que los hombres entablan entre sí en el proceso de producción de sus medios de vida, dejando ver que es este sistema de relaciones dentro del proceso de producción lo que determina las acciones humanas que constituyen la historia social de la humanidad.

Finalmente, compartimos la idea que establece Engel, pues primero hay que tener bases o conocimiento de aquello que se quiere conseguir para tener mayor felicidad, y no ir en busca de algo sin tener el previo conocimiento, pues no siempre las cosas resultan tan fáciles. Hay que programar el presente y el posible futuro con lo que tenemos a nuestro alcance.

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