LA ADMINISTRACIÓN EN LA EDAD MEDIA

LA ADMINISTRACIÓN EN LA EDAD MEDIA. Se distinguió primordialmente por un sistema político llamado feudalismo, caracterizado por un poder ilimitado depositado en el rey, que administraba la justicia, la policía, recaudaba impuestos y acuñaba monedas. Su autoridad era absoluta y a veces paternalista sobre sus vasallos y campesinos, como los llanos, que eran libres, y los ciervos, que estaban a su servicio. Es precisamente en la época medieval que los sistemas de organización tienen un gran progreso, de tal suerte que, por ejemplo, la autoridad se depositaba en el terrateniente, cuyas atribuciones de recaudación tributaria en sus dominios eran absolutas, no se diga también la “commendación” o renta voluntaria de tierras que hacía a determinado príncipe poderoso, para poder vivir en ella como “precarium” y ser protegido de por vida, es decir, que de terrateniente se convertía en arrendatario. La Edad Media la podemos visualizar en tres épocas importantes: las invasiones, el régimen feudal y la organización social. En cuanto a las invasiones, podemos citar la primera devastación del imperio de occidente y su resurgimiento logrado por Carlo Magno. El régimen feudal, que consistió en dividir los terrenos en feudos y cuyos dueños los entregaban a los vasallos para que los hicieran productivos. Finalmente, la organización social que surge al concluir la conquista de Constantinopla por los turcos y, por ende, la muerte del Imperio de Oriente. Se cree entonces, que a través de una buena y eficiente organización social, política, económica y religiosa se superarían las guerras. Buenos ejemplos de esta nueva estructura eran las instituciones crediticias que ya existían en el Mediterráneo y los gremios o asociaciones de personas dedicadas a un mismo oficio que se forman a finales de la Edad Media

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