LA EDUCACIÓN EN COLOMBIA: EN QUÉ SE HA FALLADO?

LA EDUCACIÓN EN COLOMBIA: ¿EN QUÉ SE HA FALLADO?

La vida es primero, un conjunto de problemas esenciales a los que el hombre responde con un conjunto de soluciones: la cultura. Como son posibles muchos conjuntos de soluciones, quiere decirse que han existido y existen muchas culturas; no consiste en otra cosa que en hallar una ecuación con que

resolvamos el problema de la vida.

José Ortega y Gasset.

Para hacer una proyección clara a cerca de la problemática educacional de nuestra región respecto a la concepción de educación europea, es importante reconocer el término “cultura” desde una concepción transfigurada, comprendida como la adquisición de saberes y el resultado de dicha adquisición; también, como un estilo de vida adquirido y conservado. No obstante, este concepto posee identidades diversas, que no son el punto que se desea tocar en este discurso, puesto que lo que se quiere señalar es lo “cultural” como expresión a una tendencia de la adaptación, del estancamiento en lo ya logrado. Por lo tanto, para comprender por qué un pueblo actúa de determinada manera, hay que apoyarse en el pasado, con visión de construir un futuro; de ahí la concepción de la cultura como creación de un destino personal y colectivo. La cultura, de este modo expresa las vicisitudes de los hombres y de los pueblos que construyen su futuro.

Así, una cultura subsiste cuando, sin perder el sentido del pasado, actualizado en tradiciones vivas y en pleno desarrollo, es capaz de cambiar y de mantenerse en movimiento hacia adelante, de estar ligada al futuro. Pero cuando una cultura subyace sobre otra de manera arbitraria y destructiva, como lo sucedido con el descubrimiento de América, en donde una cultura fue menoscabada y tiranizada, se reconoce la cultura como un proceso de transición obligada, pasar de un “buen vivir social” a un poder hegemónico, tiránico e impositivo de desajusta todo orden social, generación tras generación.

Antonio Gramsci, filósofo marxista (Ales, Cerdeña, 1891 - Roma, 1937), habla de desniveles culturales y hegemónicos; es decir, la diversidad de la condición social corresponde a una diversidad cultural que se manifiesta en la desigual participación de los diversos sectores sociales, tanto en la producción como en el goce y disponibilidad de los bienes culturales. Esta desigualdad configura una situación de oposición de clases y grupos subordinados dentro de una sociedad determinada.

En este sentido, se reconoce que la América de hoy, nació de todo un proceso de errores transculturales, en donde se subvirtieron los valores ya establecidos por una comunidad que estuvo organizada por muchos años y, que por imposición de otra, es destruida, menoscabada y vilipendiada; es en esencia, una inversión de valores que hace que se pierda ese sentido de identidad, entendido como: "un arma de combate al servicio de la independencia efectiva y el instrumento privilegiado del pleno desarrollo de los individuos y del progreso armonioso de las sociedades” Amadou-Mathar M'Bow. Así, puede comprenderse a América como: un problema de identidad.

América es un pueblo que ha perdido su curso, que se desconoce cada día más, que hace parte del retazo de todos. La identidad cultural de un pueblo se integra a través de un factor histórico o (la conciencia histórica), de un factor lingüístico o (lengua como seña de identidad), de un factor político o (de una autonomía o soberanía) y de un factor psicológico que configura el carácter social. En este orden de ideas, no se puede concebir a un pueblo sin una conciencia de su pasado, sin una lengua propia, sin una autonomía y sin una personalidad, pueda construir un futuro próspero, principalmente, basado en procesos educacionales.

Es por esto que América, en especial

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