LA EDUCACIÓN HUMANIZA

LA EDUCACIÓN HUMANIZA.

El primer objetivo de la educación consiste en hacernos conscientes de la realidad de nuestros semejantes.

Cabalmente es la educación quien da el giro de hombre a ser humano; no sólo a través de facultades como la inteligencia y la voluntad, que son las que nos llevan a materializar la ética y poder así juzgar nuestros actos como buenos o malos, sino que también nos invita a racionalizar sobre la importancia del otro en nuestra realización como seres humanos.

Vistos pues, como monos de imitación estamos llamados a contagiarnos de la humanidad de todos los que nos rodean para poder ser plenamente humanos y tener la potestad de todos nuestros actos por medio de la educación que recibimos, entendida ésta como un “acuñamiento” efectivo de lo humano.

El permitirnos ver como seres que estamos abiertos a nuevos conocimientos, es darnos una atribución de ignorancia que nos llevará al camino de la educación, la enseñabilidad y el aprendizaje; ayudándonos a comprender también que el otro y/o yo no sabe. Ya que por medio de los procesos educativos el grupo social intenta remediar la ignorancia.

Si tenemos presente que la primera educación que recibe el hombre es la de tipo moral estamos desde ya condicionando una conducta para ser aceptado o no en una sociedad que tiene establecidas unas leyes para obtener armonía entre todos sus miembros, regulando así esa parte humana que pretendemos alcanzar.

Es así como aparece la moral para poder homogenizar por medio de la razón los actos que como sociedad adoptamos y aceptamos convirtiéndolas en leyes para un mejor vivir y poder pasar el límite que separa al hombre del ser humano.

Para finalizar es importante tomar el término de moral desde la raíz latina “more” que significa hábito, costumbre o conducta repetida y aceptada por todos; por esto que pueda inferir que la costumbre se vuelve ley y es embrollador cambiarla. Puesto que la moral es el “freno de mano” que tiene el hombre para ser cada vez más humano.

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