LA HUIDA DE QUETZALCÓATL

LA HUIDA DE QUETZALCÓATL

Obra Dramatizada

Texto de Miguel León-Portilla

Adaptación e Investigación en escena por Mónica Raya

REPORTE DE OPINION

“La Huida de Quetzalcóatl” es una puesta en escena filosófica que nos pone frente a grandes enigmas universales: el tiempo y su capacidad de exterminarlo todo debido a su propia permanencia. Nos pone también de frente con nuestra propia relación con los dioses. “El hombre atribuye a los dioses las cualidades y poderes que a él le faltan”

El juego de luces, el vestuario colorido y los bailes prehispánicos magníficos representan lo que pasa con el pueblo de Tula y con Quetzalcóatl, mítico sacerdote y rey de Tula, a quien se recuerda como el gran protector, gestor y desarrollador de las artes, la arquitectura, la orfebrería y la cerámica, un héroe espiritual y cultural.

Quetzalcóatl es creador de la Toltecayotl, la cultura tolteca y busca transcender a través de ella. Sin embargo, los mensajeros del tiempo tratan de demostrar a Quetzalcóatl la importancia del presente, de vivir en el ahora y prestarle atención verdadera a lo que está sucediendo porque eso realmente es la vida. El espíritu de la cultura (la Toltecayotl) no es inmutable, ya que todo existe en un solo punto, todo cambia y se acaba.

Quetzalcóatl descubre en carne propia que beber de la vida y gozar de sus deleites no la solución para evadirse del tiempo y huye destruyendo todo lo que había construido. Se dirige hacia los astros, hacia los dioses y a su propia espiritualidad. Es a través de ella que descubre que la verdadera búsqueda está dentro de cada uno de nosotros, somos libres cuando nos conocemos realmente, cuando descubrimos el poder interno y eso nos eleva mucho más allá del tiempo.

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