LA ILLIADA - Resumen por Cantos

LA ILLIADA - Resumen por Cantos.

CANTO I:

En el primer canto, se relata el problema que tuvo Aquiles con Agamenón, que le hizo abandonar la batalla temporalmente; Comienza atribuyendo la culpabilidad a Apolo, el cual tras los rezos de Crises por la pérdida de su hija, envía un castigo en forma de enfermedad a la población griega, que durante nueve días sufre las muertes de muchos de sus integrantes. Aquiles buscando el origen de esta epidemia y ayudado por Calcante (también llamado Calcas) el adivino, descubre que está siendo causada por Apolo y que deben devolver a Criseida a su padre. Agamenón no estando de acuerdo, pide como intercambio para la liberación de la hija de Crises, el trofeo que se le había concedido a Aquiles, Briseida, el cual consigue aún con la oposición de Néstor y el propio héroe.

Aquiles deja de luchar debido a la afrenta del Rey de reyes, y pide a su madre que interceda ante Zeus pidiendo la victoria de los Troyanos mientras él y sus mirmidones se encuentren fuera de combate, el Dios accede sobre todo para enojar a su mujer Hera, la cual era enemiga acérrima de los troyanos.

CANTO II

Como tema principal del segundo canto tenemos la preparación para la guerra y la extensísima y detallada descripción de los ejércitos tanto aqueo como troyano. Comienza el canto con la incitación al combate de

Zeus a Agamenón mediante un sueño, al cual el Rey de reyes responde con una prueba para su propio ejército con la idea de volver a casa, tras la cual entran en escena por un lado Ulises (también llamado Odiseo) y Néstor que quieren continuar la lucha y por el otro Tersites el cual defendiendo la vuelta a casa es castigado por ellos. Tras esto los aqueos al igual que los troyanos se preparan para la guerra.

CANTO III

Tras la preparación llega la guerra, y comienza con un acto de cobardía de Paris que es reprendido por su hermano Héctor, tras el cual el joven príncipe se ofrece como muestra de valor a un combate a muerte contra Menelao luchando ambos por el amor de Helena y para salvaguardar la vida de muchos soldados que morirían en la batalla entre los dos ejércitos. Príamo sella la promesa del combate y la recompensa recibida tras la victoria por cada uno de los contrincantes, tras ello comienza la liza entre ambos donde Paris es superado por el Menelao, que debido a la intervención y salvación por parte de la diosa Afrodita, no puede acabar con su vida. Roto el pacto Agamenón pide la recompensa por la vitoria.

CANTO IV

En este caso, la acción se traslada entre otros actores, los dioses, que deben decidir si continua la guerra y quien debe ganarla, por un lado se encuentran Ares y Apolo a favor de los Troyanos, y por elotro Atenea y Hera a favor de los Aqueos.

Atenea con el afán de proseguir la guerra y en busca de sangre troyana, incita a Pandaro para que este hiera a Menelao y así tensionar todavía más si cabe la situación que derivará en la lucha entre ambos bandos... Agamenón mientras tanto elogia a sus grandes combatientes y reprende a los que llegan más tarde.

CANTO V

En el quinto canto, se relata con todo lujo de detalles la batalla entre los Aqueos y los Troyanos, pero en especial la librada entre los dioses encubiertos. Atenea le concede a Diomedes el poder de distinguir a los dioses de entre los humanos, gracias a lo cual el combatiente mata a Pandaro, hiere a Eneas y continúa con Afrodita que había entrado en liza para proteger a Eneas. Ares estando del lado de los Troyanos es herido más tarde de nuevo a manos de Diomedes.

CANTO VI

Continuando la batalla, la acción se divide en dos lugares, el primero protagonizado por Diomedes y Glauco, combatientes aqueo y troyano respectivamente que intercambian armaduras en vez de luchar al descubrir que son parientes; Siendo el segundo foco de acción donde actúa Héctor pidiendo a las mujeres troyanas que recen a Atenea, y reprendiendo a Paris, el cual se encuentra en su lecho con Helena mientras sucede la lucha, al cual convence de liderar a las tropas en el campo de batalla a su lado. Sucede el encuentro de Héctor con su mujer, el cual será el último de la pareja.

CANTO VII

Según los designios de Apolo y Atenea, se decide enfrentar a Héctor en un combate contra aquel que se atreva de los soldados Aqueos, el elegido finalmente es Ayax Telamonio (también llamado Ayax el Grande). Ambos luchan durante todo el día igualados en fuerzas, acabando siendo sorprendidos por la noche sin que la balanza caiga a favor de ninguno de ellos, así pues intercambian regalos por el combate.

En Troya, Antenor propone devolver a los Aqueos a Helena junto con sus pertenencias, Paris en desacuerdo con la propuesta, prefiere devolver solo las pertenencias y algunos obsequios troyanos, finalmente Príamo se decide por la opinión de Paris, y firma una tregua con los contrincantes para poder recoger los cuerpos de los soldados caídos en combate y darle digna sepultura.

CANTO VIII

Zeus desde el Olimpo llama a asamblea a los dioses, y les ordena que participen en la guerra de ahora en adelante. Viendo el combate el Dios, utiliza la balanza de oro (balanza del destino) para decidir la suerte del ganador, en ella aparecen los troyanos como vencedores y el propio Zeus se encarga de mediante sus rayos poner en huída a los Aqueos, las diosas Atenea y Hera realizan un amago de vuelta al combate pero el dios se anticipa y las reprende con una amenaza de algo peor.

CANTO IX

Tras la huida y refugio de los Aqueos a su campamento y con Héctor acampado a las puertas de este, su rey Agamenón propone la retirada final de las tropas declarándose vencidas, Diomedes y Néstor contrarios a esta deshonra y ayudados por otros combatientes convencen al Rey de reyes de pedir la vuelta de Aquiles al combate y devolverle su trofeo y hacerle regalos para asegurase la participación de este. Agamenón accede.

Varios de los reyes y héroes Aqueos, Odiseo, Fénix... Se presentan en los aposentos de Aquiles, que les recibe con gran amabilidad pero rechazando todo tipo de regalos y peticiones por parte de ellos, negándose a volver a la batalla.

CANTO X

En el canto diez, la batalla deja paso a las conspiraciones, Agamenón y Menelao deciden enviar espías al campamento troyano, idea que comparte en la lejanía Héctor, unos mandan a Diomedes y Odiseo, otro a Dolón. Este último es capturado por los dos aqueos que lo interrogan consiguiendo de él la valiosa información sobre la ayuda que iban a prestar los Tracios a los Troyanos en el combate con su rey Reso a la cabeza, tras obtener lo necesitado matan a Dolón y atacan a los refuerzos que son abatidos y saqueados.

CANTO XI

Tras lo sucedido en el canto anterior, Agamenón

...