ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

LA PIRÁMIDE DE KHUFU (KEOPS)

acostagabo88Apuntes13 de Mayo de 2017

3.053 Palabras (13 Páginas)379 Visitas

Página 1 de 13

LAS TUMBAS EGIPCIAS

[pic 1]

[pic 2]

 

 

LA PIRÁMIDE DE KHUFU (KEOPS)

 Tras el reinado de Snefru y tras los intentos que hizo por conseguir la forma piramidal, será su hijo Khufu (Keops) quien, gracias al conocimiento adquirido por los arquitectos en ese proceso anterior, consiga erigir la más perfecta de todas las pirámides egipcias, la Gran Pirámide de Gizah.

         Las tres grandes pirámides de la planicie de Gizah. , junto a El Cairo, constituyen uno de los más célebres monumentos construídos por la humanidad. Miles de años después de su construcción los autores griegos las incluyeron entre las siete maravillas del mundo conocido, y aún hoy en día, a pesar del enorme y constante deterioro al que han sido sometidas, siguen siendo una de las obras más conocidas del mundo. Cada año, miles de turistas se pasean por Gizah y entran en el interior de las pirámides, en sus cámaras sepulcrales, en lugares prohibidos que según la antigua creencia egipcia debían permanecer sellados eternamente para permitir el reposo del difunto faraón y su cíclico viaje en el más allá.

[pic 3]

 

Las pirámides no son más que una parte de un complejo funerario construido en vida del faraón para protegerlo y adorarlo a su muerte. Actualmente la imagen que tenemos de las pirámides es muy distinta de la que fue. Si viajáramos a Gizah y nos situásemos ante la más grande de las pirámides, la construida bajo el faraón Khufu. , nos encontraríamos con una enorme mole edificada a base de bloques de piedra caliza. Durante la Edad Media las pirámides y su complejo funerario se convirtieron en canteras para la construcción de El Cairo, por lo que miles de toneladas de material han desaparecido lentamente de su lugar original, quedando ante nuestros ojos un tímido y vago reflejo de lo que en su día, y aún hoy, fue una extraordinaria obra de ingeniería, logística y del absolutismo teocrático.  

[pic 4]

         El volumen de la pirámide y su complejo funerario es de cerca de dos millones y medio de m3, y todo ello se realizó durante los cerca de 25 años que debió reinar Khufu del que, curiosamente, únicamente ha sobrevivido una estatua de marfil de sólo 7.6 cm de altura. Algunos autores han intentado expresar con ejemplos prácticos el volumen de la pirámide de Khufu. Así, se dice que si la pirámide fuera recortada en bloques de unos 30 cm y éstos fueran dispuestos en fila, dichos bloques podrían recorrer 2/3 de la circunferencia de la Tierra. Igualmente, si con dicho material se construyese un muro de más de tres metros de altura y 30 cm de ancho, este muro podría rodear toda España.

         Originalmente la pirámide tenía todas sus caras lisas gracias al revestimiento de caliza blanca de gran calidad procedente de la cantera de Turah. El reflejo del Sol en esta superficie blanca realzaba enormemente el brillo de la pirámide, lo cual permitía su visión desde decenas de kilómetros de distancia.

         Conocemos el nombre egipcio de la gran pirámide, se llamaba Akhet Khufu, es decir, “el Horizonte de Khufu”. La pirámide de Khufu, situada a una latitud de 29º 58’ 51”, se construyó con unas 214 hiladas a partir de más de 2.300.000  bloques calizos con un peso medio de 2.5 toneladas. Los bloques tienen una altura media de 0.69 metros si bien también los hay de 1.5 metros en las hiladas inferiores. La pirámide tiene una base cuadrangular de 230.33 metros de lado (440 codos reales). Originalmente medía 146.59 metros de altura (280 codos reales), si bien actualmente ésta se ha reducido diez metros debido a la desaparición de la cúspide de la pirámide. Esto implica que faltan unas 12 hiladas y el piramidión, que muy posiblemente era de granito. El ángulo de inclinación de las caras de la pirámide es de 51º 50’ 40”.

         La precisión de la construcción de la pirámide de Khufu ha dado pie a numerosas hipótesis, descabelladas en su mayoría. El simbolismo astronómico de la pirámide, sumado a la excelente construcción de la misma y el exotismo inherente a la antigua civilización egipcia, han formado el cóctel perfecto a partir del cual se han formulado sorprendentes teorías carentes de la menor base científica y propias de un desconocimiento absoluto de los logros alcanzados por los egipcios hace 4500 años.

La pirámide está perfectamente nivelada en su base, pues teniendo en cuenta que tiene una superficie de 53052 m2 (230 m de lado) los 2 cm de error son realmente extraordinarios. Por otra parte, la mayor diferencia en la longitud de sus lados es de 4.4 cm. La desviación media de sus lados respecto a los ejes cardinales no son menos sorprendentes, pues es de sólo 3.1’.

         Tras apreciar la gran precisión de la orientación de los lados de la pirámide, nos debemos plantear que método siguieron los egipcios para conseguirla y qué razón tenían para esforzase en tal sentido. Según Edwards la precisión de la orientación de la pirámide sólo pudo conseguirse a través de la observación de estrellas. Dicho autor planteó la posibilidad de que los egipcios hubiesen diseñado un muro circular en el centro del cual se situaría el observador.

El muro sería suficientemente alto como para que desde su interior el observador tuviese como único horizonte la parte superior del mismo. Así, este muro tendría la función de crear un horizonte artificial uniforme sobre el que las estrellas tendrían un orto y un ocaso preciso. Imaginemos que el sacerdote-astrónomo situado en el centro de este muro circular observase el orto y ocaso de una estrella circumpolar y señalase estas posiciones sobre el muro. El punto medio, obviamente, marcaría la dirección Norte. Esta operación podría haberla repetido con estrellas meridionales para obtener como bisectriz el Sur, pudiendo trazar luego el eje Norte – Sur.  

[pic 5]

Es muy posible que las observaciones se realizasen con el bay. Dicho instrumento, del cual se conservan algunos ejemplares, consistía en un palo en cuya parte superior una estrecha ranura hacía las veces de mira

[pic 6]

 

Una segunda posibilidad podría basarse en la orientación polar, sugerida en 1899 por Borchardt. Actualmente la estrella alfa de la Osa Menor, Polaris, es la estrella que utilizamos como referencia para buscar la prolongación del eje de rotación terrestre hacia el Norte. Sin embargo, debido al fenómeno de la precesión del eje del mundo , es por todos conocido que la posición de las estrellas respecto a los polos Norte y Sur celestes varían a lo largo del tiempo cumpliendo un ciclo de unos 25.000 años.

 [pic 7]

 En otras palabras, en la época de reinado del faraón de la IV dinastía Khufu, hacia el 2500 a.C., la estrella que hacía las funciones de polar no era Polaris sino la estrella alfa de Draco, Thuban. Esta estrella se situaba hacia el 2800 a.C en su posición más cercana al polo Norte celeste, pero por la precesión su declinación decreció regularmente al ritmo de 33’ de arco por siglo, pasando desde los casi 90º hasta los 88.5º hacia el año 2500 a.C. Este pequeño desplazamiento de su posición respecto al eje polar no habría permitido realizar una orientación precisa de los lados de la pirámide en el sentido N-S, a menos que durante la observación de Thuban se hubiese considerado como válida únicamente su posición en el momento de su culminación superior o inferior, lo cual no hubiera sido en absoluto sencillo para los primitivos instrumentos con los que contaban los egipcios.

Pero, ¿conocían los antiguos egipcios el fenómeno de la precesión de los equinoccios?. No resulta sencillo contestar a esta pregunta, máxime si ningún documento egipcio se refiere a este fenómeno explícitamente. No obstante, aunque el descubrimiento de la precesión de los equinoccios se atribuye comúnmente a Hiparco (s. II a.C.), Proclus Diadochus afirma en el Comentario de Timeo IV que los egipcios no sólo descubrieron el avance de las estrellas fijas sino también la precesión de los equinoccios, resultante de la precesión del eje del mundo. Esta misma opinión es seguida por Zaba.

         Una tercera opción, podría consistir en la observación de la culminación (momento en el que una estrella alcanza el eje norte-sur) de una estrella circumpolar. Pogo, sugirió que los egipcios podrían haber observado la estrella Mizar antes del 1500 a.C. para la obtención de las alineaciones N-S.

Neugebauer propone un método simple de alineación empleando un gnomon y la proyección de su sombra por el Sol. Según este autor, los egipcios podían definir aproximadamente la orientación de la base de la pirámide. Un piramidión podía colocarse en el entro de esta base. La proyección de su sombra a lo largo del día definiría en su lado Norte un arco que sería marcado en el suelo. Cuando la distancia entre las esquinas SO - NO en dirección al arco fuese igual a las de las esquinas SE – NE hasta dicho arco, entonces la orientación N-S de los lados Este y Oeste de la pirámide sería correcta.

...

Descargar como (para miembros actualizados) txt (17 Kb) pdf (1 Mb) docx (1 Mb)
Leer 12 páginas más »
Disponible sólo en Clubensayos.com