LA TRASCENDENCIA DE LA REVOLUCIÓN
Enviado por charlesug • 9 de Mayo de 2013 • Ensayo • 2.311 Palabras (10 Páginas) • 335 Visitas
LA TRASCENDENCIA DE LA REVOLUCIÓN
Una revolución que había comenzado en 1789 con ilimitadas esperanzas en una era dorada de libertad política y cambio había terminado en 1799 con un golpe militar. No fue posible estabilizar la revolución después del derrocamiento inicial del antiguo régimen y de la proclamación de la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano en agosto de 1789. Por el contrario, el pueblo francés tuvo que soportar una década de inestabilidad política, guerra civil y conflicto armado con el resto de Europa. Por primera vez, un enorme y laborioso país se trasformaba siguiendo pautas republicanas y democráticas. Ni siquiera la restauración de la monarquía en 1814 fue capaz de invertir el cambio revolucionario de un absolutismo monárquico a un gobierno constitucional y representativo. La experiencia de años de debates políticos, de campañas electorales y nuevos derechos políticos, significaba que la idea de ciudadanía estaba ahora profundamente arraigada. Una revolución en “la cultura política”. Millones de personas se acostumbraron a la idea de que una forma de gobierno solo podía ser legítima si estaba basada en algún tipo de soberanía popular. El pueblo francés permanecería dividido acerca de qué sistema político podía reconciliar mejor la autoridad, la libertad y la igualdad. Ninguna de las ideologías que se desarrollaron durante la revolución podía pretender representar las opiniones de la mayoría del pueblo francés. A pesar de que el bonapartismo y el jacobinismo presumían de estar fundamentados en la soberanía popular, ambos eran ambiguos acerca de la forma que habría de adoptar el gobierno democrático. La memoria de Napoleón [fue un militar y gobernante francés, general republicano durante la Revolución y el Directorio, artífice del golpe de Estado del 18 de Brumario que lo convirtió en Primer Cónsul] proyectaría una larga sombra de hombre fuerte que restauro el orden y la estabilidad pero a costa de un gobierno militar y una guerra casi continua. Retrospectivamente el periodo de mandato jacobino, resultaría atractivo por su énfasis en la democracia y la igualdad social, y por su defensa heroica de la revolución en 1793-1794, pero al mismo tiempo evoca imágenes negativas del Terror y de controles sobre las libertades civiles. Habría cantidad de personas para quienes la revolución evocaba imágenes negativas de sufrimiento y horror. Los numerosos nobles y la gran masa de sacerdotes de parroquia que se unieron al tercer estado en 1789 experimentaron una interminable pesadilla cuando la revolución abolió los privilegios y títulos de los nobles y llevo a cabo cambios devastadores para la iglesia. La implicancia del clero contrarrevolución y la consiguiente proscripción y descristianización durante el Terror acabaría uniendo a la iglesia y monarquía en una ideología realista de derechas, uno de los principales movimientos de Francia en los 150 años siguientes. Fuera cual fuese la importancia de los cambios para el gobierno, las ideas políticas y los recuerdos, los “minimalistas” [El término en su ámbito más general, se refiere a cualquier cosa que haya sido reducida a lo esencial, despojada de elementos sobrantes] argumentan que los elementos básicos de la vida cotidiana permanecieron prácticamente invariantes: especialmente las pautas de trabajo, la posición de los pobres, las desigualdades sociales y el estatus inferior de las mujeres. La perspectiva minimalista surgió de una antipatía política hacia las posibilidades de transformación revolucionaria. 1. La gran masa de gente trabajadora en las ciudades y en el campo continúo trabajando y subsistiendo del mismo modo que lo había hecho antes de 1789. En las áreas urbanas, gran parte del trabajo continuo llevándose a cabo en pequeños talleres, donde los maestros artesanos trabajaban junto a 3 o 4 obreros cualificados y aprendices. Tendrían que pasar varias décadas para los talles mecanizados. 2. Fueran cual fueran los proyectos de los jacobinos en 1793-1794, los desposeídos continuaron siendo una nutrida clase urbana y rural a la que en los tiempos de crisis se unían los jornaleros del campo y obreros urbanos en paro. Al darse cuenta de que el gobierno local no podía ofrecer alivio a los pobres, el gobierno estableció una serie de programas de trabajo y medidas provinciales poco sistemática y nunca adecuadamente financiada por las preocupaciones de las continuas guerras. Entre los primeros partidarios revolucionarios, quizás la población obrera urbana fue la que mas sacrifico y la que menos gano. Los sans-culottes obtuvieron muy pocos beneficios tangibles. 3. Francia siguió siendo una sociedad jerárquica y profundamente desigual, aunque en la nueva jerarquía, el mejor indicador era el mérito personal más que el apellido. La constitución de 1793 fue la primera en asumir la responsabilidad pública del bienestar social y de la educación pero nunca la llevo a la práctica. 4. Prácticamente todas las familias nobles se vieron afectadas por la emigración, el encarcelamiento o la ejecución. A pesar de todo, queda claro que la revolución no fue un holocausto de la nobleza. Aquellos nobles que esquivaron los problemas políticos y conservaron intactas sus tierras durante la revolución pudieron continuar desempeñando un papel económico y político preponderante en el siglo XIX. 5. Las mujeres obtuvieron también muy pocos beneficios: solo el derecho a heredar en términos de igualdad con sus hermanos varones y firmar contratos legales, si estaban solteras. Las leyes del divorcio de 1792, fueron recortadas en 1804 hasta ser finalmente abolidas. Los “maximalistas” [ideas o actitudes extremas o exageradas], aducen que la revolución fue un triunfo para la burguesía y para los campesinos terratenientes. Presento un abrupto cambio en las estructuras de identidad cultural e institucional. En 1789-1791, los revolucionarios remodelaron los distintos aspectos de la vida pública e institucional de acuerdo con los principios de racionalidad, uniformidad y eficiencia. Un sistema administrativo de departamentos, distritos, cantones y comunas respaldaba esta reforma. Aquellos departamentos iban a ser administrados exactamente del mismo modo. Estas estructuras administrativas se reflejaban también en la imposición de un sistema nacional de pesos, medidas y moneda basado en las nuevas medidas decimales. Todos los ciudadanos franceses, además, fuera cual fuese su extracción social y su residencia, serian juzgados según un único y uniforme código legal y obligados a pagar impuestos proporcionales a su riqueza, especialmente sobre la propiedad de las tierras. Las actitudes populares respecto a la revolución entre las minorías étnicas, que en total constituían la mayor parte de la población, variaban desde el entusiasmo hasta la más
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