LAS PIRÁMIDES DE GIZA

Práctica de historia del arte sobre tres obras de tres periodos distintos.

LAS PIRÁMIDES DE GIZA

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Las pirámides de Egipto más conocidas son las tres pirámides de Giza: Keops, Kefrén y Micerino nombre que toman de los faraones que las construyeron. Se encuentran en la necrópolis más antigua del antiguo Egipto llamada Guiza a unos 20 km de El Cairo. La primera que fue construida es la pirámide de Keops, segundo faraón de la cuarta dinastía, es la más grande y la única que aún perdura de las siete maravillas del mundo antiguo. Se calcula que esta pirámide empezó a ser construida en el 2570 antes de Cristo aproximadamente. La segunda pirámide que es la pirámide de Kefrén fue construida durante el reinado de éste último que data del 2540 A.C. hasta el 2510 A.C. Según el historiador griego Heródoto Kefrén fue el hijo de Keops, por eso está construida en el mismo lugar, y, posteriormente el hijo de Kefrén, Micerino, acabaría construyendo la tercera de estas pirámides, y la más pequeña, la pirámide de Micerino a principios del siglo XXV A.C.

Las pirámides fueron construidas para hacer de monumentos funerarios donde se enterraban a los faraones. Uno de los porqués de la construcción de tales pirámides que en principio su finalidad era la de conservar los sarcófagos de los faraones cumplía una función religiosa. Amón-Ra era el dios sol y uno de los principales dioses de la religión egipcia, y, que a su vez era el padre de todos los faraones pues todos los faraones eran considerados casi divinos al ser descendientes de los dioses. Este Dios en la mitología fue creado a sí mismo a través de un montículo parecido a una pirámide en la Tierra, en la que esa pirámide simbolizaba los rayos del sol. Estas gigantescas tumbas tenían dos salas principales: la cámara sepulcral, en la que se depositaba el cuerpo momificado del faraón y el templete sepulcral que constaba de varios compartimentos donde guardaban alimentos, joyas y demás objetos que, según las creencias egipcias serían utilizados por los muertos en su interminable viaje al más allá. Las pirámides se solían colocar en el lado occidental del Nilo, porque el alma del faraón se tenía que encontrar con el disco solar antes de su descenso.

No se sabe con certeza cómo se construyeron las pirámides pues los egipcios no dejaron documentos sobre ello o se perdieron, sin embargo hay diversas teorías. La hipótesis más aceptada es la que, en principio, aplanaban el terreno rocoso y después excavaban los túneles y las cámaras. Según Heródoto, que le comentaron sacerdotes egipcios, construían una serie de gradas y obras de madera para así subir los bloques de piedra desde el suelo a la primera grada, luego a la segunda y así sucesivamente. La mayoría de los bloques de piedra eran cortados en canteras próximas al lugar de construcción. Se transportaban otros de las canteras del sur del país con ayuda de gigantescas barcazas. Los bloques se colocaban a continuación sobre trineos que eran tirados por campesinos movilizados durante la época donde no había ni recolecta ni en contra de lo que se cree comúnmente de que dichas construcciones eran llevado a cabo por miles de esclavo, algo erróneo, pues en Egipto la esclavitud no era algo muy extendido. Otra de las teorías era la que componían inmensas rampas de arena para subir los bloques. En cuanto los materiales empleados en la construcción de las pirámides se hallan principalmente dos: granito procedente de las canteras de Asuán y piedra caliza extraída en la zona de Tura, el primero era empleado para la construcción del interior de la pirámide, es decir, las distintas salas del interior y para el revestimiento de estas, para el segundo material era usado para el recubrimiento exterior de las pirámides y dicha piedra era pulida hasta la saciedad con el fin de conseguir una superficie capaz de reflejar el sol. Finalmente encontramos el último material usado en la construcción que era el oro, que servía para recubrir la parte superior de las pirámides.

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