LOS GOBIERNOS DEL PARTIDO AZUL.

LOS GOBIERNOS DEL PARTIDO AZUL.

Tras años de predominio conservador y de desorden crónico, los liberales dirigidos por Gregorio Luperon, se asentaron solidamente en el poder a partir de 1879.

Anarquía Caudillista.

Ignacio Maria Gonzáles fracasó en su objetivo de unir bajo su liderazgo a las dos corrientes políticas rivales. No les fue posible cohesionar un colectivo de intelectuales que confiriera legalidad moral a su gestión y terminó, cayendo en las irregularidades de un sistema autoritario. Los Azules pudieron mantenerse como corriente gracias a que Luperon los unificó en torno a su figura. Los Rojos por su parte, se reagruparon tras Báez, quien todavía volvió a gobernar durante un año, en 1877.

La aparición del Partido Verde expresaba la realidad del acercamiento ideológico ente las elites políticas. Ya nadie defendía el anexionismo. El mismo Báez se autocriticó, en su postrera administración, cuando se comprometió, hipócritamente, a apegarse al nacionalismo y a la democracia, lo que le ganó el respaldo de algunos viejos azules.

Así aconteció con el gobierno de Ulises Francisco Espallat, un connotado intelectual, que fue adversado ferozmente por la Generalidad de Caudillos Rojos y Verdes, A pesar de haber recibido en un principio, muestra de amplias simpatías.

El Gobierno de Puerto Plata.

Los Azules se encontraban impotentes, al igual que las demás corrientes, pero disponían de una consistencia que les deparo la posibilidad de hacerse con el poder de manera estable. Posiblemente la causa ultima de esa aptitud radico en el insipiente proceso de de modernización económica que, a través de nuestros sectores burgueses, demandaba la paz y un sistema estatal eficiente.

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