La Batalla De Rio Piedra

La trascendencia que tuvo el Combate de Río Piedras en 1812 estuvo dada en que fue una victoria que levantó la moral de las tropas del llamado Ejército Auxiliar del Alto Perú o Ejército del Norte luego del desastre de Huaqui y que fue una antesala del triunfo en la batalla de Tucumán del 24 de setiembre de 1812.

Ese año, el 26 de marzo el entonces coronel Manuel Belgrano recibe las tropas del Ejército del Norte de parte del brigadier Juan Martín de Pueyrredón. El creador de la Bandera nacional dispuso como primera medida emprender el llamado éxodo jujeño, el 23 de agosto de 1812, debiendo afrontar diversos inconvenientes debido al hostigamiento de las tropas realistas. El escritor Alejandro Pojasi en su libro "Los decididos de la Patria en el Combate de Río Piedras", relata que "la marcha de las fuerzas patriotas alcanza la margen sur del Río Piedras y a las 14 de aquel día la vanguardia realista ataca a la retaguardia que estaba al mando de Eustaquio Díaz Vélez, quien se ve obligado a retroceder, pero pese a las adversidades logran reagruparse. Belgrano, que seguía las acciones manda ocupar toda la margen sur del Río Piedras. Impone la pena de muerte a quien abandone su posición, dispone abrir fuego de artillería parta detener el enemigo y repeler la embestida ordenando contraatacar. Lo que los toma desprevenidos, logrando la victoria y poniendo en fuga a las fuerzas reales". En el campo de batalla quedan dos oficiales y 58 soldados realistas muertos, se logran 150 fusiles y 48 soldados prisioneros. Mientras que del lado patriota el balance fue de 6 heridos y tres muertos, el capitán Manuel Mendoza, un sargento de Husares y un soldado.

Fue una gran victoria la del General Manuel Belgrano y del Ejército a su mando en suelo salteño . “Es deber de todos pero particularmente de nosotros ciudadanos de esta provincia, honrar la memoria de quienes perdieron su vida en aquella batalla y recordar la trascendencia de esta proeza militar que permitió fortalecer la posición del Ejército patriota, revitalizar la moral de los combatientes y darle vida a la revolución iniciada el 25 de mayo de 1810, que por esos días navegaba entre la incertidumbre y las dificultades de diferentes tipo, que se cernían sobre ella, para la que este hecho y sus protagonistas fueron esenciales",

...