La Consolidación Del PORFIRIATO

La consolidación de la dictadura de Porfirio Díaz

Lerdo de Tejada fue presidente de 1872 a 1876; durante su mandato se enfrentó a la Iglesia porque aplicó con rigidez las Leyes de Reforma. Asimismo, impulsó el federalismo, la separación y el equilibrio de los tres poderes, la participación pública mediante el voto y el respeto a los derechos civiles.

Terminado su periodo, Lerdo buscó reelegirse, lo cual provocó la inconformidad del Congreso y de Porfirio Díaz. Éste volvió a levantarse en armas, y se puso al frente del Plan de Tuxtepec, en el que exigía la no reelección. Díaz recibió un amplio respaldo en toda la República y finalmente Lerdo se vio obligado a renunciar y a exiliarse en Estados Unidos.

Porfirio Díaz fue elegido presidente gracias al descontrolor que tuvo Lerdo con respecto a las rebeliones cristeras y comunales como la del “Tigre de Alica”, la crisis económica y la inseguridad social que generaban grande necesidad de paz y orden, y al acendrado prestigio de militar, asumiendo su cargo en 1876-191.

Convirtiéndose así su gobierno en una dictadura, que traería avances en el ámbito tecnológico, pues se hicieron más vías de ferrocarril, se introdujo el motor de combustión interna, la iluminación eléctrica, nació la industria petrolera y en el ámbito cultural ya que se hizo el Palacio de Bellas Artes, El Monumento a la Revolución y se crearon muchas escuelas, pero aún así el índice de analfabetismo era del 80.26% en la población.

Asimismo Porfirio Díaz eliminó las libertades políticas, censuró a la prensa, reprimió las protestas sociales, impidió que se llevaran a cabo elecciones libres, impuso a los gobernadores de los estados y manipuló las instituciones de justicia y el poder legislativo. Esta etapa de la historia de México se conoce como Porfiriato

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