La Cruz Del Diablo

LA CRUZ DEL DIABLO

Es una de la colecciones de Leyendas de Gustavo A. Bécquer, publicada en1860. Narra el suceso ocurrido en la Cruz del diablo en Bellver de Cerdanya.

Bellver es una pequeña población situada en las proximidades de los montes Pirineos.-

Esta leyenda se desarrolla durante el paseo de un grupo de excursionistas, que iban acompañados por un guía del lugar.-

Durante el paseo llegaron a una cruz que estaba encima de una piedra.- Uno de los excursionistas se paró a contemplarla, intentado el guía alejarlo del lugar.-Ante la negativa del excursionista a marcharse, el guía le dijo que esa cruz estaba maldita, y que por eso la llamaban la “Cruz del Diablo”, y que les contaría la historia cuando llegasen al pueblo.

La historia comienza cuando todavía los moros ocupaban España, y las ciudades y pueblos pertenecían a los señores.- En esas fechas la villa, pertenecía a un señor, que tenía su castillo en un peñasco. Este señor se caracterizaba por ser bastante cruel, no siendo querido por sus vasallos ni por su rey.-

Con idea de purgar sus malas acciones, el Señor decidió marcharse a conquistar el Santo Sepulcro.- Con su marcha los habitantes de la comarca respiraron de alegría.-

Transcurridos unos años regreso el señor, el cual volvió más malo de lo que era, siendo acompañados por varios aventureros tan crueles como él.-

Ante la negativa de los habitantes a seguir pagándole los impuestos, éste reacciono quemándoles sus propiedades.-Al no recibir ayuda del rey, los habitantes de los pueblos, se encomendaron a la Divina Providencia, tomando las armas.- Ante lo cual el señor pidió ayuda a sus secuaces y al demonio, iniciándose una cruel lucha. Esta guerra fue muy cruel y sangrienta, finalizando con el triunfo de la justicia.-

La victoria la consiguieron los habitantes de la comarca cuando quemaron el castillo del Segre con el señor y sus compinches.-

Al cabo de un tiempo unos bandidos se instalaron allí, tenían como jefe al mismísimo diablo que llevaba puesta la armadura del señor del Segre.

Atacaban al pueblo, secuestraban, mataban, robaban, etc. La villa pidió consejo a un ermitaño que les hizo aprender una oración de San Bartolomé y recitarla delante del castillo.

Aquella noche apareció la armadura montada y atada encima de una mula. Le hicieron un juicio, pero cuando le descubrieron la cara vieron que no había nada y luego al intentar tocarla la armadura se desplomó.

La encerraron en el calabozo, pero una noche se escapó pero después la volvieron a capturar y la colgaron en una horca en medio de la plaza pero esto tampoco funcionó. Volvieron a pedir consejo al ermitaño, este les hizo quemar la armadura junto con unos sillones del castillo y luego hacer una cruz con todo eso. Los aldeanos llamaron a esa cruz: La cruz del diablo

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