La Dictadura dominicana según La Fiesta del Chivo

La Dictadura Dominicana según La Fiesta del Chivo

En este ensayo escribiré sobre la dictadura en República Dominicana, el antes y después de la era Trujillo y realizaré una interpretación personal de algunos de los eventos históricos descritos en La Fiesta del Chivo, novela escrita por Mario Vargas Llosa en el año 2000.

La Fiesta del Chivo es una novela basada en hechos reales situada en Ciudad Trujillo y Santo Domingo durante 1961 y 1996 que narra los últimos años de Rafael Leónidas Trujillo Molina, su asesinato y las secuelas de su dictadura a través de tres historias diferentes, las cuales terminan por entrelazarse.

La primera historia se refiere al recuerdo de juventud, la confrontación paternal y el regreso a República Dominicana de Urania Cabral, hija del ex funcionario del gobierno trujillista, Agustín Cabral.

La segunda historia se centra en el último día en la vida de Trujillo desde el momento en que se despierta hasta el momento en el que muere. Esta vista de la novela nos muestra las entrañas del régimen.

La tercera historia describe el antes, durante y después del asesinato y los asesinos de Trujillo, antes fieles al régimen.

Entre los años de 1964 y 1984 casi todos los países latinoamericanos, incluido República Dominicana, estaban gobernados por dictaduras militares, estas formaron parte de los acontecimientos históricos más importantes del Siglo XX.

En cuanto al concepto de dictadura militar, se le llama así a una forma de gobierno autoritaria que se caracteriza fundamentalmente por la falta de control democrático en la gestión pública y la concentración del poder en torno a la figura de un solo individuo que controla las instituciones ejecutivas, legislativas y jurídicas a través de las fuerzas armadas.

Con el propósito de entender de mejor manera la novela de Vargas Llosa, me permito dar un poco de contexto respecto a la historia sobre la dictadura militar en República Dominicana y una breve biografía de Rafael Trujillo.

La dictadura militar en República Dominicana comprende desde 1930 hasta 1961, periodo durante el cual Rafael Leónidas Trujillo Molina ejerció la presidencia como generalísimo del ejército entre los periodos 1930-1938 y 1942-1952 y gobernó de forma indirecta durante los periodos 1938-1942 y 1952-1961, valiéndose de presidentes títeres.

En los 31 años que Trujillo estuvo a cargo de República Dominicana, reinó el militarismo, el unipersonalismo y el despotismo, fue una época en la que el dictador antes mencionado utilizó su ejercito para imponer dominio sobre el resto de la población dominicana por medio de la violencia, el terror, la tortura, y el asesinato.

La era de Trujillo es considerada como una de las tiranías más sangrientas de América Latina. En general, se puede decir que su gobierno se caracterizó por el anticomunismo, la represión a toda oposición y el culto a su personalidad.

Por otro lado, entre los hechos mas notables de su dictadura resalto: La modernización de las ciudades que fueron dotadas de luz eléctrica, acueductos, centros sanitarios, escuelas, y otros servicios urbanos, el apoyo e incentivo la educación primaria mediante el desarrollo de un programa de alfabetización el cual cumplía una doble función, la instrucción de los analfabetos y la dominación ideológica. La ampliación del sistema de salud pública y el avance en materia judicial, pues, la mayoría de los códigos (penal y civil) fueron escritos o modificados en la era de Trujillo.

En lo que respecta al Jefe, al Generalísimo, al Benefactor, al Padre de la Patria Nueva, a su Excelencia, el Doctor Rafael Leónidas Trujillo Molina, este llegó al poder en 1930 gracias a la ayuda de los Estados Unidos y fue asesinado en 1961. Trujillo es conocido por ser uno de los dictadores más violentos, sanguinarios y represivos de la historia latinoamericana.

Adentrándonos en la historia de la novela referente a Urania Cabral, hay que decir que tras su regreso a República Dominicana, 35 años después de la muerte de Trujillo, la hija de Cerebrito aún observa algunos vestigios de la dictadura.

Empezando con el nombre de las calles y monumentos en la ahora llamada Santo Domingo, aún estos hacen honor a George Washington, uno de los padres fundadores de Estados Unidos, país que estuvo íntimamente ligado con el inicio de la dictadura de Trujillo.

[…] y bajaba hasta este malecón George Washington, en esta esquina doblaba y seguía hasta el obelisco imitado del de Washington. […]

Como pago a la ayuda recibida por los Estados Unidos, la República Dominicana de Trujillo era un baluarte del anticomunismo y su mejor aliado en el hemisferio occidental. Hay que recordar que en este tiempo, posterior a la Segunda Guerra Mundial, estaba en curso La Guerra Fría y los Estados Unidos luchaban contra el comunismo de los soviéticos.

Luego, en lo que refiere al recuerdo del tirano que gobernó por tres décadas, aún había objetos que lo recordaban y hacían culto de su personalidad. En la era de Trujillo, todas las casas de los dominicanos debían tener en el vestíbulo de la entrada la imagen de la virgencita de Altagracia (madre de Trujillo) junto con una placa de bronce que decía: “En esta casa Trujillo es el jefe”.

35 años después, aunque la mayoría de los dominicanos se deshicieron de las placas tras la muerte de Trujillo, aún había quienes, por lealtad al régimen, guardaban la placa que enaltecía al dictador.

Estas placas a la entrada de las casas dominicanas son el ejemplo perfecto del sistema de propaganda nacional que impulsó Trujillo demandando que la gente apoyara su autoridad. Como parte de este proyecto propagandístico, él promovió el lema que decía “Dios y Trujillo”, en un intento de establecer un paralelismo entre el poder de Dios y el suyo, que según los aterrados dominicanos de la época, ambos merecían respeto y lealtad, por ser poderosos.

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