La Encomienda En La Nueva España
Enviado por ger95 • 25 de Agosto de 2014 • 2.692 Palabras (11 Páginas) • 1.362 Visitas
BENEMÉRITA UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE
PUEBLA
Facultad de Filosofía y Letras
Lic. Historia
Nueva España
Fernando Andrés Enrique Sesma Villalpando
La Encomienda en la Nueva España
Daniel Germán Medina Martínez
Primavera 2014
La encomienda en la Nueva España.
Introducción
Este ensayo está dedicado a investigar por qué se impuso la encomienda en la Nueva España, mostrar a grandes rasgos en cómo estaba compuesta y cuál era su sistema de trabajo, así como también, cuál era la teoría en la que estaba impuesta por la corona y la realidad del encomendero que por la poca vigilancia que se le tenía, no cumplía con lo establecido y disponía del indio como mejor fuera su conveniencia, por últimos también se hablara sobre cuáles fueron las causas que llevaron a la decadencia de la encomienda y los cambios que trajo consigo a la nueva España
Después de la conquista los españoles tenían que encontrar la forma de administrar las tierras y, la riqueza obtenida, y vieron en la encomienda una forma necesaria para la pronta explotación de la tierra a manos de los indígenas. Sin ella no podían financiar las nuevas empresas que se tendría la nueva España. “consistió, esencialmente, en una repartimiento de indios para el trabajo obligatorio en las tierras y minas de los conquistadores” (Miranda, 1965: 5), esta encomienda viene o se creó a partir de modeles peninsulares, ya que se remonta a las concesiones que hacían los ciudadanos de Catilla. En épocas de la reconquista; se le otorgaba a los señores laicos y eclesiásticos “circunscripciones con lugares poblados, con la facultad de gobernarlas y percibir impuestos que correspondían a la corona” (Salinas, 2008: 11), dichas circunscripciones tenían el nombre de commenda o comiso.
En América se aplicó por primera vez en la región de las Antillas, en este primer intento de encomiendas no fue más que la entrega de entrega de indios a cargo de un español: pero era, pues, una concesión que otorgaba la corona hacía tanto en las Antillas como en la Nueva España. En un principio se presenta como una institución con objetivos benéficos porque tenía la misión de evangelizar a los indígenas. El español se hacía cargo de un grupo de indígenas, que a cambio de su trabajo y de darle un tributo, este le brindaba protección. Este tributo era “facultad exclusiva del poder público determinar la cuantía” (Ortiz, 2006:133)
Pero en sus inicios, a pocos años después de la conquista de Tenochtitlán, también tuvo otros objetivos, como el de “premiar a los conquistadores por los servicios prestados a la Corona durante la conquista” (Colmex, 1998: 5), al darle permiso para formar encomiendas, la dominación podía consolidarse aún más, ya que fue en medio para controlar la organización del indígena. Como en medio para implantar la ideología de señores, los encomenderos de asentaron en las antiguas residencias de los tlatoanis, así por antonomasia el conquistador ahora encomendero encabezaba los más alto del poderío económico y social de la Nueva España. “la encomienda se convierte así, durante medio siglo, en la relación principal entre los trabajadores indígenas y los nuevos señores” (Semo, 1982:248).
También la encomienda fue la creadora de jerarquías sociales dentro del grupo de conquistadores, en los primero años donde todavía estaban los conquistadores vivos, hubo una desigual repartición de enmiendas, ya que se repartieron considerando primero “la calidad de las personas y los servicios prestados” (Colmex, 1998: 340) durante la conquista, era obvio entonces que el premio de las mejores tierras y un mayor número de indios se los llevarían los capitanes. Tales capitanes recibieron pues el mayor número de mercedes de tierra, también molinos y estancias y ya que eran los regidores de la Nueva España también se repitieron los mejores solares urbanos.
Por todo lo dicho anteriormente se le conoce a esta etapa no como la encomienda, sino como el repartimiento, “la palabra repartimiento… no supone más… que un reparto de indios” (Salinas, 2008: 10), los grandes capitanes también ocuparon la encomienda o los hombres indígenas dentro de ella para sus campañas de conquista, Pedro de Alvarado fue uno de ellos ya que ya que reunió a indígenas de su encomienda para utilizarlos en las conquistas de Panuco y Guatemala y también fueron ocupados para la construcción de las ciudades que ocupo.
La corona es la que puso el término de encomienda a esta institución, para que el español conquistador supiera que dicha institución, es decir solo así “se garantizaba que los poseedores de indios asumieran, al menos en teoría, una serie de obligaciones tanto con los indígenas como la corona” (Salinas, 2008: 10). La encomienda, no era en sí un propiedad del español, sino un era un usufructo, porque el conquistador no era el legítimo dueño de la encomiendo, sino la tierra era de la corona y el encomendero se encargaba de administrarlo. El tributo que salía de la encomienda era para la corona y el indio trabajaba de igual forma para la corona. Había ciertos cargos que no permitían ser dueños de una encomienda por ejemplo “quedaban excluidos los miembros del consejo de indias, los virreyes, presidentes, oidores, alcaldes del crimen, fiscales, contadores de cuentas, o hacienda real” (Bollado: 133)
La encomienda se puede entender mejor si se observa mediante dos aspectos: el señorío feudal y el repartimiento capitalista, aunque cabe destacar que comparado con el señor feudal, tenía más restricciones. Se le denomina feudal, porque el encomendero es propietario de una tierra, y es capitalista porque el encomendero también se vuelve empresario, porque administra las tierras. En resumen el encomendero “contrae obligaciones, militares, de derecho público y religiosas” (Semo, 1982: 247), a cambio de pagar tributo a la corona.
El encomendero
Cortés es el que promueve el establecimiento de encomienda en la Nueva España en 1522, cada encomendero tenía que tener bajo su mando un número determinado de indios, que les daría techo a cambio de recibir tributo es especies y demás, debía de disponer una casa, con las suficientes armas y caballos , brindar justicia en el territorio en el que ocupa, llevar una vida aristocrática con su familia y demás, pero el modelo de Cortés nunca se realizó, ya que la corona española nunca quiso darles tanto poder a los encomenderos.
Como ya hemos visto al conquistador se le permitió utilizar el sistema de la encomienda. Y también era
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