La Expansión Militar Tenochca Y Su Política.

Para tratar de establecer los movimientos políticos y de poder dentro de la triple alianza, tenemos que recurrir de inmediato a alguna fuente en donde se mencione algo acerca de la primeras reuniones sostenidas después de terminada la guerra con Azcapotzalco.

Ixtlilxóchitl hace referencia a una de estas “primeras” reuniones en la siguiente cita:

Habiendo estado Nezahualcoyotzin algún tiempo en la ciudad de Tetzcuco dando orden en componer las cosas tocantes al buen gobierno de los aculhuas, en que se ocupó lo restante del año en que entro en la cuidad de Tetzcuco, Itzcoatzin su tío en este tiempo trató con los señores mexicanos, entre muchas otras cosas, cómo no había sido certero jurar a su sobrino por supremo señor del imperio, y darle el título de Chichimécatl Tecuhtli, que es el que habían tenido los emperadores chichimecas sus pasados, que pues él era viejo, casi como padre suyo, y pues era su tío, y hijo de su hermana menor la reina Matlalcihuatzin, que más de derecho le venía esta dignidad y soberano señorío; y que bastábale a su sobrino el título de rey de los aculhuas y compañero en el imperio, como lo era el señor de Tlacopan.

En esta cita, demasiado larga pero esclarecedora, podemos darnos cuenta de algunos puntos muy importantes para el desarrollo del presente trabajo.

En primer lugar, es evidente que todavía se estaban disputando la forma de organizar las relaciones de poder entre las tres partes aliadas. Por lo que, ya habían resuelto que cada tlatoani tendría derecho a la legitimación de su señorío, ya no siendo tributarios de Azcapotzalco y ningún otro señorío.

Por tal motivo las disputas por la anexión de los diferentes señoríos que habían estado bajo yugo tepaneca y las cuestiones de las tributaciones, habrían acarreado problemas de carácter político en el periodo inmediato de la formación de la triple alianza. Estos problemas llevarían a tener que realizar una reestructuración en la forma de extender los poderes en turno con el objetivo de tratar de evitar posibles conflictos que desmembraran y terminaran con el poder obtenido por esta alianza.

Aunque cabe aclarar que valiéndonos de las fuentes y siguiendo con detenimiento el desarrollo de la guerra con los tepanecas, podemos constatar que por la premura de los hechos y la urgencia que significaba el hacer frente a la amenaza de destrucción hecha por Maxtla , no se había concertado bajo que lineamiento políticos se regiría esta alianza. Esto ocasionaría que esta reestructuración solo fuera a retocar algunos puntos de la política local que ya se practicaba, por lo que se conservaría la columna vertebral de esta formación.

Al ser un sistema de alianza, el Estado se había tenido que dividir en dos categorías: los tlatocayotl comunes, y los hueitlátocayotl.

Los tlatocayotl eran los centros de población regidos por un tlatoani, en un principio un estado independiente en el que tenían dos tipos de organización: el gobierno de tipo gentilicia dentro de cada uno de los calpulli, en una sociedad en la que los dirigentes eran los ancianos y los jefes designados por los miembros del grupo ; y el gobierno de tipo estatal, fundado en un grupo gobernante, beneficiario del excedente de producción de los dominados y que por lo regular se manifestaban de forma despótica.

Por su parte el hueitlátocayotl era un sistema que se basaba en el dominio de varios tlatocayotl, que a su vez eran tributarios del jefe máximo, gobernante vitalicio con mayor poder político, judicial y religioso al de cualquier otro funcionario del tlatocayotl; en este caso conocido como el Hueitlatoani.

Al explicar cómo se conservo la estructura básica de gobierno de la coalición con la presencia del tlatoani, la inclusión del hueitlatoani dentro este, ocasionaría los primeros conflictos políticos entre Texcoco y Tenochtitlan.

Cuando en la primera cita referida en este ensayo, se hace alusión a que Itzcoatl tan solo pretende nombrar a Netzahualcóyotl con el título de “Chichimécatl Tecuhtli”, se está haciendo referencia a que se le está dando el derecho de gobernar tan solo su tlatocayotl. Por lo cual, tal parece que se le está negando la posibilidad de ejercitarse como hueitlatoani y no tendría oportunidad de restituir sus señoríos, que según Ixtlilxóchitl, le correspondían legítimamente por ser pertenecientes de sus antepasados. Y es precisamente en este punto, en donde se tiene que realizar un consenso en la forma de repartir los señoríos, y por lo tanto el grado de poder político al que accedería cada hueitlatoani. Si bien, la única fuente que menciona el conflicto entre Netzahualcóyotl e Itzcoatl por los señoríos es Ixtlilxóchitl, lo importante de analizar este posible enfrentamiento es para conocer la forma de actuar de ambos lados y la consecuencia inmediatas que esto ocasionaría.

Después de enterarse Netzahualcóyotl de que su tío quería limitarle su acceso a ciertos señoríos, cuenta Ixtlilxóchitl que el gobernante de Texcoco decidido a darle una lección a su tío, estuvo combatiendo en la ciudad de México por siete días. Al ver tantos destrozos realizados, Itzcoatl persuadió a su sobrino que parara las hostilidades, acordando que se ordenaría que se le dieran todo tipo de tributos se dijo lo siguiente:

Después de festejado en la ciudad de México, antes de partirse para Texcoco, comunico a su tío el rey Itzcoatl cómo tenia determinado restituir todos los señores en sus señoríos, aunque no como antes lo estar, sino en cierto modo que fuese de manera, que andando, ellos ni sus descendientes no tuviesen pensamientos de alzarse y rebelarse como lo habían hecho.

Aquí podemos apreciar dos vertientes muy interesantes. Por un lado se le daba el derecho a restituir los señoríos, con lo cual tenía ganado su grado de hueitlatoani. Con este título, tal parece que aseguraría el tener un poder mucho más amplio dentro de la toma de decisiones por parte de Netzahualcóyotl dentro de la coalición.

La otra vertiente está relacionada con el deseo de parte de Itzcoatl de mantener viva las relaciones entre las tres partes de la coalición, con el fin de hacerse cargo con la mayor parte del poder al paso de tiempo. Por tal, podemos conjeturar que no creyó conveniente enfrentarse a su sobrino de a igual, aun sabiendo que podría obtener la victoria, ya que esto fraccionaria la relación con otro grupo de poder lo suficientemente poderoso, como para legitimar su presencia como hueitlatoani con otro con una facultad casi igual.

Para la elección del hueitlatoani, que se seguía el mismo procedimiento que la elección del tlatoani, Sahagún relata lo siguiente:

Cuando moría el señor o rey, para elegir otro juntábanse

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